Madres de Plaza de Mayo cumplirá 45 años de lucha ininterrumpida

elDiarioAR

0

Cuarenta y cinco años de lucha ininterrumpida de las Madres de Plaza de Mayo se cumplirán el próximo 30 de abril, fecha que recuerda la primera vez que un grupo de mujeres se reunió en la plaza frente a la Casa Rosada para reclamar por la aparición con vida de sus hijos secuestrados, torturados y desaparecidos.

Lo hicieron en 1977, en pleno auge de la dictadura cívico militar, que finalizó con 30 mil desaparecidos, el robo y la expropiación de muchos de los hijos e hijas de los buscados de entonces, y con la ruina económica del país, sumido en una deuda externa de proporciones inéditas.

Cansadas de presentar amparos y denuncias buscando el paradero de sus hijos e hijas, las Madres cambiaron de estrategia. “Individualmente no vamos a conseguir nada. ¿Por qué no vamos todas a la Plaza de Mayo? Cuando vea que somos muchas, Jorge Videla (el entonces presidente de facto) tendrá que recibirnos”, convocó Azucena Villaflor de Vicenti, una de las organizadoras.

El encuentro fue el 30 de abril de 1977, cuando concentraron alrededor del monolito, en el centro de la plaza. Inmediatamente, varios oficiales intentaron sacarlas del lugar advirtiéndoles que no podían estar allí paradas. Pero, frente a la negativa de las mujeres, insistieron: “Circulen, circulen”.

Así comenzó la historia, y las Madres empezaron a circular lentamente alrededor de la Pirámide de Mayo, tomadas de los brazos, pese al desamparo y al temor que no les impidió seguir con su propósito.

Se realizaba así la primera ronda de muchas otras que se sucedieron todos los jueves -hasta hoy- a lo largo de décadas. Y esa lucha silenciosa siguió pese a los diferentes gobiernos, incluso aquel 20 de diciembre de 2001, cuando la policía montada intentó correrlas también de la Plaza de Mayo, en medio de la represión desatada tras la renuncia del entonces presidente Fernando de la Rúa.

Ese 20 de diciembre, las Madres de Plaza de Mayo -la Asociación y la Línea Fundadora- y otros referentes de organismos de derechos humanos fueron blanco de la represión en un capítulo inédito en la historia de la democracia argentina.

No obstante, las mujeres siguieron concentrándose año tras año, logrando el reconocimiento internacional y el respeto en la lucha por los derechos humanos.

Además de Villaflor de Vicenti, se juntaron en aquella primera ronda Berta Braverman, Haydée Gastelú de García Buelas, María Adela Gard de Antokoletz, Julia Gard, María Mercedes Gard, Cándida Gard, Delicia González, Pepa Noia, Mirta Baravalle, Kety Neuhaus, Raquel Arcushin y dos mujeres más de las que no se conocen sus nombres.

Al año siguiente de la primera marcha, en 1978, las protestas silenciadas tuvieron una visibilidad inesperada: fueron filmadas en un documental holandés durante el primer día del Mundial, frente al desconcierto de la cúpula militar que había invitado a medios extranjeros para poner en evidencia el espectáculo deportivo, que intentaba ocultar la situación política del país.

Azucena Villaflor tuvo el mismo destino de su hijo. Fue secuestrada en diciembre de 1977 y desaparecida. Su cuerpo apareció el 20 de diciembre en las playas de Buenos Aires, pero fue enterrada como NN y luego identificada en 2005.

Por otra parte, los pañuelos blancos como símbolo de lucha surgieron en octubre de 1976 cuando, para festejar el Día de la Madre, la iglesia católica realizó una marcha a la Basílica de Lujan, y las madres resolvieron poner en sus cabezas un pañal de tela de sus hijos para identificarse. El pañal, con los años, se transformó en pañuelos blancos y, de esta manera, la gente y el mundo comenzó a reconocerlas.

MB con información de la agencia de noticias Télam