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Los docentes hacen huelga en Francia por la gestión de la pandemia: “Pedimos más protección”

Profesores asisten a una manifestación durante la jornada nacional de huelga y protestas en Montpellier este jueves.

Amado Herrero

París —

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El sector educativo se movilizó este jueves en Francia con una huelga masiva para protestar contra la gestión del Gobierno contra la pandemia. La movilización reunió a docentes, directores, inspectores, personal de mantenimiento, personal de enfermería y asociaciones de padres y madres.

Se estima que más de la mitad de los colegios franceses tuvieron que cerrar sus puertas. Los sindicatos informaron de un seguimiento del 75% en los centros de educación infantil y primaria y un 62% en los de secundaria. El ministerio de Educación, por su parte, notificó la ausencia de un 38,4% y un 23,7% de los profesores en las escuelas primarias y secundarias, respectivamente.

El desencadenante de la movilización fue el nuevo protocolo sanitario establecido por el Gobierno, anunciado el pasado 3 de enero a través de una entrevista del ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, en las páginas de Le Parisien. El personal educativo descubría así la nueva organización unas horas antes de retomar el curso escolar. Y desde entonces, el protocolo fue modificado en otras dos ocasiones, mientras los docentes denuncian la confusión generada por los frecuentes cambios.

Convocada inicialmente por el Sindicato Nacional Unitario de Institutores y Profesores (SNUipp-FSU), a la llamada se unieron rápidamente otras federaciones nacionales de enseñanza primaria y secundaria. “El protocolo actual no solo no protege a los alumnos, al personal y a sus familias, sino que además desorganiza completamente la escuela”, dijo el SNUipp-FSU en un comunicado.

La huelga también ha contado con el apoyo de la Federación de Consejos de Padres (FCPE), una de las dos principales asociaciones de padres y madres en Francia. En un comunicado conjunto, las organizaciones destacan el “agotamiento y la exasperación de toda la comunidad educativa”, ligadas a la “situación caótica”, resultado de, dicen, “los incesantes cambios del Gobierno”.

“Es una negligencia total”

En Francia, cuando un alumno de primaria es positivo por COVID-19, todos sus compañeros deben hacerse tres pruebas en cinco días, excepto los no vacunados que pasan directamente a hacer cuarentena. Pero el lunes, el primer ministro, Jean Castex, anunció un nuevo cambio en el protocolo, indicando que esas tres pruebas podrán ser autotest –aquellos que se compran para hacerlos en casa– y no necesariamente PCR o antígenos –una medida que había contribuido a la formación de largas colas en las farmacias, donde se hacen también pruebas–. El anuncio se hizo de nuevo en la prensa –en este caso, en un telediario– y apuntaba a calmar las protestas de los padres, aunque no respondía a las demandas de los profesores.

Como parte de la movilización, había convocadas decenas manifestaciones en todo el país. En París, los manifestantes se han reunido frente a los jardines de Luxemburgo para recorrer las calles de la capital rumbo al Ministerio de Educación. “Hemos pedido más protección y el lunes el primer ministro nos anuncia que se reduce el protocolo para agilizar los trámites”, dice a elDiario.es Víctor, que enseña en un instituto de París desde hace 12 años. “Es de una negligencia total por parte de Gobierno”.

Los profesores reclaman un protocolo sanitario “protector” y “estable”, con medios adecuados –mascarillas quirúrgicas FFP2 y purificadores de aire– además de personal de sustitución para reemplazar las bajas. El SNUipp-FSU, mayoritario en las escuelas, prefiere además que se vuelva a la regla que establecía el cierre de la clase con un solo caso positivo.

El ministro –protagonista principal en las pancartas de los manifestantes– continúa firme en su postura de mantener las clases abiertas, tanto por el bienestar de los alumnos como para no penalizar la actividad económica. En cualquier caso, la ola actual de contagios ha provocado el cierre más de 10.400 clases en todo el país, un 2% del total, según cifras anunciadas por el Gobierno.

“Nosotros también queremos que los colegios estén abiertos, pero no a cualquier precio”, dice Marie, presente también en la manifestación de la capital francesa. La joven profesora comenzó su carrera en un colegio de primaria en el norte de París “en una zona algo conflictiva”, un año antes de la pandemia. “A la falta de medios y apoyo que vivíamos antes se ha sumado toda la situación sanitaria, en un sistema que ya estaba al límite”.

Reunión con los sindicatos

A pesar de la huelga, la mayoría de las escuelas de secundaria y los institutos han estado abiertos, ya que los servicios mínimos establecen que los directores, aunque apoyen el llamamiento, deben abrir los centros, a diferencia de los colegios de primaria. A menos que el 100% de los profesores se movilicen, los alumnos tienen clases con aquellos que estén presentes.

En las escuelas primarias y en infantil, la ley establece que si menos del 25% de los profesores de un centro están en huelga, los alumnos de los profesores ausentes se reparten en las clases de los presentes. Pero el nuevo protocolo impide que las clases se mezclen. Además, si más del 25% de los profesores están en huelga, corresponde al ayuntamiento prestar el servicio de acogida y ocuparse de los alumnos durante el horario escolar.

Y en muchos casos, los municipios no disponen de los medios. Es el caso de Houilles, a unos 15 kilómetros al oeste de París, donde hace unos días los centros comenzaron a advertir a los padres de que cerrarían sus puertas el jueves. “Recibimos un correo electrónico pidiendo disculpas y diciendo que no habría docentes ni personal hoy en la escuela”, dice Manon, madre de una niña de tres años. En su caso, su actividad profesional permite que ella y su marido puedan estar en casa, por lo que pueden adaptarse, pero otras familias se ven en la obligación de encontrar una solución para cuidar a los niños. “Porque no nos han dado ninguna alternativa, simplemente nos han dicho que lo lamentaban”.

Ante la amplitud de la movilización, el primer ministro anunció este jueves que recibiría a los sindicatos que representan al personal de la enseñanza nacional al final de la tarde. “Jean Castex ha respondido favorablemente a la petición de audiencia que le han hecho los sindicatos que representan al personal de enseñanza”, informó su gabinete en un comunicado. La reunión se ha celebrado en el Ministerio de Educación Nacional, Juventud y Deporte, en presencia de Blanquer. También ha estado presente el Ministro de Solidaridad y Salud, Olivier Véran, aunque por videoconferencia, ya que anunció el mismo día su positivo por coronavirus.

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