“Lo auténtico” en redes engancha menos: BeReal se desinfla y TikTok cierra la app que la copiaba

Carlos del Castillo

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BeReal explotó el pasado verano entre la generación Z como una reacción al postureo extremo de Instagram y otras redes sociales. Su funcionamiento es sencillo: la app manda una notificación en un momento aleatorio del día y da a sus usuarios dos minutos para sacar una foto con la cámara frontal y otra con la trasera. No hay tiempo para escoger el mejor escenario ni preparar la mejor pose, y la app no permite el uso de filtros. Fomenta una espontaneidad y autenticidad que fue muy bien recibida entre los más jóvenes. Pero ya entonces muchos expertos avisaron que podría ser solo un amor de verano.

Cuando las fotos diarias dejaran atrás el dinamismo de las vacaciones para mostrar imágenes de aulas, libros de texto o el mismo cuarto desordenado de siempre, ¿seguiría BeReal sintiéndose tan fresca?

Las estimaciones externas confirman que con el frío se perdió la magia. La red social francesa pasó de acumular 73,5 millones de usuarios mensuales en agosto de 2022 a 33,3 millones en marzo de 2023, según Apptopia. En octubre pasado unos 20 millones de personas en todo el mundo accedían a BeReal al menos una vez al día, mientras que este marzo la cifra había bajado a seis millones.

BeReal no ha contestado a la petición de información de elDiario.es, pero la compañía avisa de que no dar cifras de impacto es uno de sus leitmotiv. “Queremos para nosotros lo mismo que queremos para nuestros usuarios: no perseguir la fama o el protagonismo ni estar atados a métricas como el número de seguidores o el número de descargas. No compartimos nuestras cifras, aunque se rumoree mucho sobre ellas en Internet. En aras de la autenticidad y la veracidad, diremos que esas cifras hay que tomarlas como lo que son... estimaciones :)”, explica en su web.

La realidad del mercado

BeReal se fundó en 2020 y su boom llegó sin hacer ruido. A principios de 2022 aún no alcazaba el millón de usuarios. Entonces, sin hacer publicidad ni campañas de marketing, empezó a ponerse de moda en los campus universitarios estadounidenses hacia el final de curso de 2022. A finales de ese verano, decenas de millones de jóvenes de todo el mundo la usaban. La inmensa mayoría, según los datos de Comscore, menores de 24 años.

La plataforma fundada por Alexis Barreyat y Kevin Perreau presumía de ser la anti-red social. No quería implementar mecánicas que atraparan a sus usuarios más de cinco minutos en la app: lo justo para que vieran las fotos que sus amigos habían subido ese día y se fueran. No se podía subir más de una foto al día. No se podía contactar con personas que no estuvieran en la agenda telefónica, por lo que no tenía influencers. No tiene ningún tipo de publicidad ni anuncios.

“BeReal es como la vida misma, y esta vida es sin filtros”, promocionaba. El resultado fue una gran popularidad que chocaba con un modelo de negocio difícilmente sostenible. Según la consultora SensorTower, la app ganó menos de 5.000 dólares en mayo.

Cuando empezó a perder usuarios este invierno, BeReal tuvo que traicionar algunos de esos principios. Antes de despegar, la compañía había recibido 30 millones de dólares de Andreessen Horowitz, uno de los fondos de capital riesgo más importantes de Silicon Valley, que quizá no estaba dispuesto a que BeReal desapareciera tal cual llegó, sin hacer ruido.

El primer cambio que llevó a cabo la firma fue permitir subir dos fotos más al día a los usuarios que publicaran su primer BeReal a tiempo. Aunque de momento es una función en pruebas que solo está disponible en algunas regiones, la propuesta supone triplicar la atención que los usuarios podían prestar a la app cada día.

El segundo fue traicionar su política de no ofrecer datos sobre descargas y usuarios activos. Tras un reportaje del New York Times en el que varios estudiantes declaraban que BeReal “al cabo de unos meses, se cansaron de ver fotos casi idénticas de las pantallas de sus portátiles y borraron la aplicación” o que subir fotos a BeReal se había pasado un poco de moda, la compañía reveló que en abril había tenido 20 millones de usuarios diarios, contradiciendo las cifras que ofrecía el citado medio, procedentes también de Apptopia.

TikTok arroja la toalla

Hay otros síntomas que sugieren que el fenómeno de “ser real” en redes sociales no ha pegado tan fuerte como se esperaba. El pasado septiembre TikTok lanzó una app que clonaba el funcionamiento de BeReal y, en su caso, sí la acompañó con una inaudita campaña de promoción. La compañía china pagó directamente a los jóvenes por descargarse la app y conseguir que otros usuarios lo hicieran.

Como pudo comprobar elDiario.es, resultaba muy sencillo utilizar la promoción para ganar 30 o 40 euros en una semana. Para los influencers que difundieron la nueva app entre sus comunidades de seguidores, la apuesta de TikTok les reportó beneficios de miles de euros.

Pese a esa gran inversión, la apuesta no ha durado ni un año. La empresa ha decidido esta semana cerrar la app, que se llamaba TikTok Now. Ni siquiera ha esperado a ver si el verano suponía un nuevo soplo de aire fresco para ella. “Estamos muy contentos de poder utilizar el feedback que hemos obtenido a través de TikTok Now a la vez que continuamos construyendo formas para que la comunidad de TikTok cree y conecte a través del entretenimiento compartido”, han asegurado fuentes de la red social china a elDiario.es.

El techo de su casa, lo que tenía encima de la mesa y cosas así. No tenía ningún sentido

“Yo tuve cuenta desde el principio y es cierto que la gente subía fotos terroríficas. El techo de su casa, lo que tenía encima de la mesa y cosas así. No tenía ningún sentido”, expone Fátima Martínez, consultora especialista en redes sociales. “No le vi futuro en ningún momento, aunque tampoco se lo veía a BeReal y cuando pregunto en la universidad, todos mis alumnos la tienen”, añade.

“Otra cosa es que se use mucho menos que cualquier otra aplicación, porque en TikTok estás todo el día y BeReal es hago foto, la subo y me olvido”, continúa la experta, que avisa que “la generación Z es muy especial” en sus prácticas digitales y no se puede descartar que BeReal acabe consolidándose como ese lugar en el que se publican imágenes con una naturalidad que no hay en ninguna otra red.

Este verano será clave para saber si BeReal logra detener la fuga de usuarios y vuelve a ser la app de moda de las vacaciones escolares o si todo fue un amor de verano de 2022.