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Alberto Fernández laudará en contra de Portezuelo del Viento, la megaobra impulsada por Mendoza

Imagen ilustrativa de la represa de Portezuelo del Viento

Delfina Torres Cabreros

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Si bien pasó desapercibido, esmerilado por las declaraciones vinculadas a la interna del Frente de Todos, el presidente Alberto Fernández manifestó ayer su postura en una disputa que enfrenta provincias y traba uno de los proyectos de infraestructura más grande del país. Ayer, en un acto en La Pampa, el Presidente anticipó que laudará en contra de la posición de Mendoza y dará lugar a un nuevo estudio de impacto ambiental de la megacentral hidroeléctrica Portezuelo del Viento, lo que en los hechos significa una demora –o incluso un congelamiento– del proyecto. 

La obra que el Gobierno de Mendoza planea construir sobre el río Grande, en el departamento de Malargüe, apunta a generar energía para alrededor de 130.000 usuarios. La iniciativa es resistida sobre todo por la provincia de La Pampa, que denuncia que afectará sus recursos hídricos. 

El río Grande, sobre el cual se implantará la obra, es el principal afluente del río Colorado, que está bajo jurisdicción del Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (Coirco), donde están representadas cuatro provincias: Mendoza, Buenos Aires, La Pampa, Neuquén y Río Negro.  

La Pampa esgrime como argumento para intentar bloquear la iniciativa el daño ambiental y económico que ya produjo en la provincia la construcción del embalse El Nihuil a mediados del siglo pasado, cuando el río Atuel dejó de ingresar en forma permanente al oeste pampeano. 

“Hay un proyecto de hace mucho tiempo en Mendoza, que es el de Portezuelo del Viento, donde alguna vez se pensó hacer un dique afectando las aguas del río Colorado”, expresó ayer el Presidente, y agregó que si bien el río “nace allí, no es de una provincia, es de todos los argentinos, y es algo que todos deberíamos poner en valor y deberíamos entender”. A su lado, lo escuchaba el gobernador pampeano, Sergio Ziliotto. 

“No se pueden resolver las cosas de un modo tan simple. Lo que puede ser una solución para uno, puede ser un problema para cuatro y entonces no es una solución; es esa economía donde unos pocos se quedan con mucho y millones padecen la carencia”, lanzó el mandatario.

El proyecto había avanzado durante la gestión de Mauricio Macri, aliado del entonces gobernador mendocino, Alfredo Cornejo. Primero intentó impulsarlo con un esquema de Participación Público Privada (PPP) y, tras la desestabilización de la situación macroeconómica, se decidió virar hacia un esquema de licitación tradicional. En julio de 2019 el gobierno nacional aprobó el acuerdo suscripto con la provincia de Mendoza y se comprometió a invertir US$1.023 millones en el proyecto. Con el cambio de Gobierno, la discusión se relanzó y el gobierno de La Pampa, acompañado por Río Negro, Buenos Aires y Neuquén, solicitaron mayores estudios de impacto ambiental sobre los efectos de la megaobra.

“Voy a hacer lugar [a un nuevo estudio de impacto ambiental] porque así como los gobiernos no son propiedad de los que gobiernan, los ríos no son propiedad de nadie, y el agua no es propiedad de nadie, es propiedad de los argentinos y argentinas que lo necesitan. Y lo que tenemos que hacer es administrala bien”, dijo el Presidente en una declaración que sirvió también como respuesta a los cuestionamientos del camporista Andrés Larroque. 

“Se está privilegiando una postura caprichosa y demagoga como la de La Pampa. Nadie está pensando en lo importante y estratégica que es esta obra para la Argentina y para el trabajo de miles de mendocinos y empresas de nuestra industria metalmecánica a través de IMPSA”, le cuestionó la senadora oficialista Anabel Fernández Sagasti vía Twitter. También apuntó contra el gobernador Rodolfo Suarez y su predecesor Cornejo, que “no movieron un dedo por más de dos años para avanzar en la concreción de esta obra, deben estar festejando en silencio”. 

El proyecto cuenta con una obra principal -la presa y central hidroeléctrica con sus obras anexas- y cuatro obras complementarias: la reubicación de Villa Las Loicas, una localidad pequeña que quedará bajo el agua una vez construido el embalse, la relocalización de dos tramos de rutas y la construcción de una línea de transmisión eléctrica en alta tensión.

DT

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