Aunque con una leve desaceleración, los alimentos seguirán empujando la inflación en febrero

Esta semana se conocerá la inflación oficial de febrero y, tanto en el Gobierno como en consultoras privadas, esperan un dato que recorte el 4% mensual que se sostiene desde diciembre de 2020 y se acerque más al 3%. Sin embargo, se anticipa que los alimentos continuarán escalando por encima del índice general, con las consecuencias que eso tiene en las familias de menores ingresos. Además, las proyecciones privadas dibujan una nueva aceleración de los precios en marzo, lo que obligaría al equipo de Martín Guzmán a mantener una estrategia rigurosa en los meses siguientes si es que mantiene la aspiración de cumplir con la meta del 29% anual. 

La inflación de enero fue de 4%, mismo valor que marcó en diciembre pasado, momento en que tocó su mayor pico de aumento intermensual en el año. De hecho, es un número no visto desde el salto cambiario posterior al resultado de las PASO en 2019. Del mismo modo que desde los últimos meses de 2020, el informe de enero mostró que la categoría de alimentos y bebidas no alcohólicas subió por encima del promedio general, 4,8%, y fue la que tuvo mayor incidencia en todas las regiones.

Para febrero, las consultoras privadas estiman una inflación en torno al 3,5%, mientras que en el Gobierno se entusiasman con algunos decimales menos. Como algunos de los alicientes aparece la vuelta atrás con los aumentos cobrados en exceso en telecomunicaciones y el impacto del acuerdo de carnes firmado por la Secretaría de Comercio con frigoríficos para ofrecer cortes a precios económicos en supermercados, que entró en vigencia en febrero. 

“Alimentos y bebidas se desaceleró respecto al mes anterior pero siguió por encima del nivel general de precios, cerca de 4%. Si bien el aumento del precio de la carne perdió mucha velocidad, la suba vino traccionada por determinados bienes de consumo masivo (como panes, arroz, leche) y frutas”, sostuvo Agostina Myronec, analista de Ecolatina, consultora que estima una inflación para febrero de 3,4%. 

Según Guido Lorenzo, director de la consultora LCG, la inflación de febrero estará en torno al 3,5% pero volverá a ubicarse más cerca del 4% en marzo, empujada por algún aumento de tarifas y de transporte (aumentaron subtes y taxi) y por la revisión de los acuerdos de precios, que son trimestrales y vencen a fin del mes. “También empujan las paritarias, porque cuando se suben salarios algunos intentan trasladar ese costo a precios”, detalló.  “Preocupa no poder hilvanar dos meses con la inflación desacelerándose”, añadió. 

La meta de una inflación anual en torno al 29% aparece para algunos analistas como “incumplible”, dado que descuentan que el piso del primer trimestre será de 10%. Como estrategia para alcanzarla, Martín Guzmán decidió disminuir el ritmo de devaluación, al mismo tiempo que busca articular actores para que las paritarias se firmen en el orden del 30%, en línea con una expectativa de inflación 20 puntos porcentuales por debajo de la que tienen los privados.

Por otro lado, se reforzaron los programas Precios Máximos y Precios Cuidados. Precios Máximos comenzó en marzo de 2020 como una medida de emergencia frente a la pandemia, y dispuso un congelamiento de precios para los bienes de consumo masivo, con solo dos instancias de actualización de precios, que en ninguna oportunidad superaron el 9%.  Según un relevamiento de Ecolatina, el programa logró su objetivo de contener la inflación en supermercados, pero el comportamiento de los precios fue distinto en los comercios de cercanía, donde realizan la mayor parte de sus compras los sectores de más bajos ingresos y donde se reflejó una suba mucho más marcada.

Los bienes de consumo masivo mostraron una dinámica similar a la de los servicios regulados mientras que el resto de los precios de la economía tuvieron aumentos de entre el 47% y el 70%

“El plan tuvo todo el impacto que el Gobierno esperaba; los supermercados respetaron, pero es probable que el congelamiento no se haya sentido en los hogares más vulnerables ya que estos no compran en supermercados. Por otro lado, a pesar del cumplimiento de las principales cadenas, la inflación en alimentos y bebidas se aceleró producto de aumentos en alimentos no controlados como carne, frutas y verduras que son al mismo tiempo los grupos que más peso tienen en la canasta de consumo de los hogares más vulnerables”, detalla el informe. 

 Además, el plan implicó una disociación entre la inflación de bienes de consumo masivo y el resto de los grupos. Los bienes de consumo masivo mostraron una dinámica similar a la de los servicios regulados mientras que el resto de los precios de la economía tuvieron aumentos entre el 47% y el 70%. 

Otro pilar crucial de la estrategia para contener la inflación y mejorar el poder adquisitivo es el de evitar una suba brusca en las tarifas de gas y electricidad, congeladas desde hace dos años. Ya están convocadas audiencias públicas para discutir en las próximas semanas la magnitud del aumento, sobre el que hay visiones encontradas al interior del Gobierno. 

En una entrevista con elDiarioAR, Federico Bernal, interventor del Enargas, anticipó que, más allá de los planes que tenga el Ministerio de Economía, el mandato que recibió del presidente Alberto Fernández fue que las tarifas serán “justas y razonables”. Además, aseguró que combatir la inflación no es su tarea. 

DT