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Milei espera dolarizar el 10 diciembre endeudándose por US$ 20.000 millones

Milei, este jueves en Salta, la provincia donde más votos logró en las primarias.

Alejandro Rebossio

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Javier Milei y su eventual presidente del Banco Central, Emilio Ocampo, están recalculando la cantidad de millones de dólares en los que endeudarían a la Argentina para adoptar la moneda norteamericana y echar por tierra al peso, el “excremento”, como lo definió este lunes el favorito para ganar las elecciones presidenciales. Fue el mismo día en que llamó a no renovar los plazos fijos, lo que agravó una crisis que ya estaba desatada desde antes y cuyo termómetro es el dólar blue a $980. En un principio Ocampo sostenía que necesitaba US$30.000 millones para dolarizar. Ahora sopesan que esa es la cantidad de avales que buscarán para el llamado Fondo de Estabilización Monetaria (FEM), pero que confían en que podrán ganarse la confianza del mercado y sólo necesitar emitir deuda por US$20.000 millones y en “caso extremo”. Los avalistas serían inversores que se comprometerían a tomar la deuda a determinado precio en caso de que nadie lo haga en el mercado, pero en principio no deberían aportar liquidez. Sin embargo, tanto entre los empresarios más poderosos de la Argentina como entre los banqueros de aquí o los economistas de los fondos de inversión de Wall Street reina el escepticismo sobre la probabilidad de que el líder libertario, como cualquier político local, puedan conseguir esas cifras para un país que es defaulteador y reestructuador serial de deudas.

En el equipo de Milei, que mantiene a varios integrantes ocultos, incluido a su hipotético ministro de Economía, están trabajando por ahora en un plan para conseguir esos avales. Sostienen que si los consiguen, será más fácil entonces lograr interesados en tomar la deuda. Reconocen que los primeros que han aparecido para respaldar el FEM son fondos de alto riesgo que persiguen ganancias desmesuradas. “Sólo un fondo recontra buitre puede prestarnos, pero te va a pedir de garantía acciones de YPF, no papelitos de colores”, opina uno de los dueños de las grandes fortunas de la Argentina, despreciando los U$120.000 millones de deuda del Tesoro con el Banco Central que se pondrían para garantizar el FEM. Otras salvarguardias serían las acciones del Estado en empresas públicas y privadas (las participaciones minoritarias en el Banco Macro, Telecom, Grupo Financiero Galicia; la siderúgica Ternium, de Techint; y la Transportadora Gas del Sur, TGS, entre otras). Los asesores del candidato presidencial de La Libertad Avanza (LLA) alegan que tampoco quieren caer en manos de esos inversores angurrientos ni malvender compañías sino que buscarán financiamientos de bancos internacionales prestigiosos -Ocampo trabajó en Chase Manhattan, Salomon Brothers, Citigroup y Morgan Stanley en Nueva York y Londres- y de organismos multilaterales. Argumentan que todavía es prematuro dialogar con ellos cuando aún no ganaron los comicios. Tanto en el establishment local como entre los inversores del Wall Street inundan de dudas estas ambiciones.

Milei espera que si se consagra presidente en primera vuelta -lo podría lograr si obtiene entre 40% y 44% con una diferencia de 10 puntos sobre el segundo, dado que no sueña con superar el 45%-, entonces quizá el 10 de diciembre ya pueda comenzar la dolarización. ¿Por qué? Porque tendría casi 50 días para emprender negociaciones serias -ya no contactos informales como hasta ahora- con aquellos bancos y organismos. El candidato a senador de LLA y presidente del Banco de Valores, Juan Nápoli, el mismo que tuvo un mal paso por Wall Street y le organizó un contracoloquio a su líder en Mar del Plata, ahora está en Marruecos en reuniones paralelas a la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial. Si, en cambio, el economista y diputado debe dirimir su aspiración a la Casa Rosada en segunda vuelta, el 12 de noviembre, admite que le será más difícil arrancar dolarizando.

Voto emocional

¿Qué probabilidades hay de que venza en primera? Zubán Córdoba y Asociados, una de las pocas encuestadoras que se acercó al 29% que obtuvo Milei en las primarias, en su último sondeo digital midió 34,7% contra 32,7% de Sergio Massa, 25% de Patricia Bullrich, 2,7% de Juan Schiaretti y 1,6% de Myriam Bregman. Pero uno de los socios de la firma, Gustavo Córdoba, advierte que ni los jóvenes ni los pobres suelen contestar estas encuestas online, por lo que hay un alto subregistro de sus intenciones, cuando en ambos sectores anida el voto fuerte del libertario. Por eso, calcula que la dupla Milei-Victoria Villarruel puede estar ya en 40% contra un 31% de Massa, un 24% de Bullrich, un 2% del Schiaretti y un 1% de Bregman. Observa ansiedad del votante por que se defina la elección lo antes posible, por lo que votantes de Juntos por el Cambio (JxC) se van con LLA. También detecta la desilusión que provocaron los últimos dos gobiernos y apunta que la inflación del 138% es lo que define el sufragio, sin influencia del yate de Martín Insaurralde, más allá de lo que pueda impactar en Lomas de Zamora. De ahí que no descarta que Milei gane en primera vuelta o que quede a tiro de vencer en la segunda.

El núcleo duro libertario se ilusiona con que entre el plan motosierra del gasto público y el proyecto dolarizador en sí, bajaría el riesgo país -que por ahora, al contrario, subió desde las primarias de 1.900 a 2.500 puntos básicos-, elevaría la posibilidad de emitir crédito, bajaría el tipo de cambio de conversión de los pesos al dólar incluso a menos que el contado con liquidación (CCL, que cotiza a $966) y se necesitarían menos divisas para dolarizar. Los críticos del proyecto advierten que se trata de una quimera y que el salto del dólar oficial de $365 a casi el triple impactará en los precios de los alimentos, los combustibles y las tarifas de servicios públicos, con lo que se desencadería una hiperinflación y aumentaría inicialmente la pobreza. Pero los consejeros de Milei confían en que después una híper de 45 a 60 días de duración los precios se estabilizarían, la economía empezaría a crecer y los activos argentinos recuperarían valor y, en ese contexto, podrían emprender reformas como la laboral, que implica eliminar la indemnización por despido, entre otras flexibilizaciones.

Milei y Ocampo calculan que en los primeros meses de la dolarización habría demanda para canjear pesos por dólares por unos US$4.000/5.000 millones sobre una base monetaria de US$10.000 millones. Eso se supone que se cubriría con reservas del Banco Central, aunque en Wall Street advierten que los únicos activos que le quedan a la autoridad monetaria son los encajes de los bancos y el oro. Para cubrir la bola de las Letras de Liquidez (Leliq) y otras deudas del Central, se necesitaría el FEM y sus US$30.000 millones. La esperanza de los libertarios radica en renovarles las Leliq a los bancos, que a su vez las contraen con la plata de los ahorristas. Es el dinero de los que, a contramano del consejo de Milei, renuevan sus plazos fijos o lo tienen en depósitos a la vista. En LLA calculan que si hay corrida bancaria y entonces las entidades financieras no pueden renovar todas las Leliq, el Central las pagaría con los dólares del FEM por US$10.000 millones en el mejor de los casos o 20.000 millones, en lo que ellos calculan que sería el peor. No más. Por eso barajan que no serían 30.000 los millones necesarios.

Pero en el entorno de Milei admiten que el establishment local e internacional desconfía. Tampoco le fue bien a Carlos Melconian, asesor de Bullrich, en su visita a Wall Street a principios de mes. Se irritaba cuando le preguntaban detalles de su plan. “Hay una gran incertidumbre”, arrancaba a comentar este miércoles uno de los dueños de las principales fortunas de la Argentina, mientras el dólar paralelo se disparaba y comenzaba una nueva ronda de remarcación de ciertos precios. “Basta ver las cosas que dice Milei, desde la puteada al Papa en adelante”, continuaba el millonario. “Me da pena y bronca. Milei gana las elecciones con dos cosas: contra la casta y a favor del dólar. Es un voto emocional, que pasó de Cristina (Fernández de Kirchner) a él. Pero es imposible dolarizar. Tiene que por lo menos bajar mucho gasto y cuando lo logre, ya no va a ser necesario dolarizar. Discuto con los libertarios, pero es imposible ponerse de acuerdo. Hay que ver lo que pasó con la dolarización en el mundo: fue un fracaso total en Zimbabwe, que la revirtió; El Salvador es un país con 3 millones de emigrados que mandan remesas a los 3 millones que se quedaron; y Ecuador ya defaulteó dos veces desde que dolarizó. Son todos países pobres. Además, para dolarizar, hay que pasar por una híper, que sería un golpe enorme para el que cobra en pesos y no pueda cubrir los gastos, va a generar 20 puntos más de pobreza, anarquía”.

En un fondo de inversión de Wall Street están concentrados en que quizá la Reserva Federal de Estados Unidos no tenga que subir más las tasas de interés por la inflación y por el impacto negativo de la guerra de Israel y Hamas. Sólo unos pocos de sus empleados ubican a la Argentina en su radar. Son los que descreen de Milei: “No hay nada de los US$30.000 millones. Soltaron un rumor de que un fondo grande iba a poner 12.000 millones, pero un tipo como George Soros maneja 24.000 millones, no va a poner la mitad en la Argentina. ¿Quién te va a poner 30.000? ¿Contra qué? Nada vale nada en Argentina. Podés tener una corrida bancaria en dólares porque los únicos dólares que tenés para dolarizar son los encajes y el oro. No podés descartar entonces un corralito porque cuando tenés una corrida, nunca alcanza”. En la City porteña, un analista de un banco extranjero también ve difícil que Milei consiga la plata y cuenta que en una reciente reunión de inversores el ex ministro de Finanzas de Macri, Luis Caputo, había coincidido con él, aunque matizó: “En la Argentina nada es imposible”.

Un directivo de un banco nacional desconfía: “Nadie ve viable la dolarización menos Milei. No le van a poner plata, menos con títulos que no valen nada, mirá el riesgo país, o con acciones de empresas privadas que ya quiso vender Macri y que tuvo juicios por intentar hacerlo. Nadie va a prestarle a Argentina antes de mostrar que hace los deberes. Ventilaron que Bank of America iba a ponerles, pero a nosotros en el banco nos dijeron que ni se reunieron y que tampoco pondrían por el 'execution risk' (riesgo en la ejecución). Estos tipos tienen un voluntarismo totalmente naif. Nuestra premisa es que no va a haber dolarización. No tienen equipo ni están preparados, les va a llevar mucho tiempo aprender a gobernar”.

En el equipo de Milei sostienen que hay mucho profesional del sector privado trabajando en las sombras para él, pero dispuestos a sumarse al gobierno si vence. ¿Gobierno de los CEO parte 2, después de la experiencia de Macri? Lo promueven los mismos que aclaran que los tres economistas que se juntaron con Milei y el FMI tras las primarias, Roque Fernández, Carlos Rodríguez y Darío Epstein, tendrían roles de consejeros, no ejecutivos. Tampoco lo ven a Nápoli gobernando. Veremos cómo se dirime la interna libertaria. Ya en la campaña de 2019 algunos consultores sonaban como ministeriables del Frente de Todos y finalmente permanecieron en sus firmas.

El enojo de los bancos

El encono de los bancos con Milei estalló este lunes con su recomendación contra los plazos fijos, que las entidades consideran la sangre que da vida al sistema. Ese día y el martes se llenaron las sucursales de pequeños ahorristas, que comenzaron a retirar depósitos a plazo, como en las últimas semanas ya venían haciendo las empresas. Igualmente, se renovó el 80% de los plazos fijos en esos días, apenas por debajo del 90% promedio de tiempos normales. Los que sacaban sus pesos iban a las cuevas a comprar dólares blue y estas a su vez metían la moneda nacional en los bancos porque mantenerla en efectivo con esta inflación implica una fuerte pérdida. ¿No las controlan por lavado de dinero? Los banqueros públicos y privados, tantos nacionales como extranjeros, estaban más ocupados el martes en redactar un comunicado advirtiendo contra la sugerencia de no renovar plazos fijos, masticando bronca contra el libertario porque con sus palabras ponían en riesgo al sistema. Unos pensaban que lo hizo para desestabilizar aún más a un gobierno incapaz de controlar la inflación y el dólar y otros consideraban que no fue malintecionado, pero sí irresponsable porque ya no es un economista excéntrico de la TV sino el favorito para gobernar.

En el círculo de Milei lo defienden: “Él responde lo que piensa. No podemos creer que los bancos hayan salido a criticarlo. Pero es que tienen miedo a la dolarización, porque se benefician mucho por la inflación. Más de mitad de los depósitos son a la vista y ellos lo prestan al 200% al Central con las Leliq. Pero los bancos con la dolarización van a multiplicar sus activos porque van a poder prestar al sector privado, aunque van a tener una transición, tendrán que reconvertirse”. Por lo pronto, Milei largó que los bancos “transpiran socialismo”...

AR/MG

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