El ministro de Cultura Ernest Urtasun anunció a principios de año que llevaría a cabo una “revisión” de las colecciones de los museos estatales para “establecer espacios de diálogo e intercambio que permitan superar el marco colonial”. Su compromiso llegó hasta los oídos del gobierno colombiano, desde donde su Ministro de Cultura, Juan David Correa, acaba de realizar una reclamación formal de la “devolución de la colección Quimbaya”. Según ha explicado a este periódico, hicieron llegar esta petición el pasado sábado a través de una carta dirigida a Urtasun y al ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares.
El conocido como Tesoro de los Quimbaya es una joya compuesta por 121 piezas doradas que el entonces presidente colombiano Carlos Holguín regaló a finales del siglo XIX a la reina María Cristina; en agradecimiento por haber intercedido en un conflicto fronterizo entre su país y Venezuela. El obsequio no estuvo exento de polémica, dado que el Holguín lo entregó a España sin contar con la autorización del Congreso de Colombia. Actualmente se encuentra en el Museo de América localizado en Madrid.
“La colección se compone de bienes arqueológicos (cerámicos, orfebres, líticos y orgánicos) asociados al periodo Quimbaya Clásico que fueron expoliados por guaqueros locales y entregados por el gobierno colombiano al Reino de España en 1893, desconociendo su valor cultural para nuestra Nación”, explicaron en el escrito, con fecha de 9 de mayo, enviado a ambos ministerios, y al que ha tenido acceso elDiario.es. Así justifican el motivo por el que realizan esta solicitud, “conscientes de lo que implica y reconociendo el esfuerzo que las autoridades españolas han llevado a cabo para su conservación y protección”.
Su petición está igualmente avalada por una sentencia emitida por la Corte Constitucional de Colombia en 2017, que calificó como ilegal la citada donación: “La transferencia de la Colección Quimbaya violó claras normas de la Constitución Política de 1886 entonces vigente”. El texto recogía la orden de iniciar la repatriación, que el Gobierno colombiano no había puesto en marcha hasta ahora.
“Un acto brutal para el patrimonio”
“No exigimos nada. No somos un Gobierno que quiera transitar por la fuerza. Solamente una conversación sobre la posición del Ministerio de Cultura, el ministro y el Gobierno español sobre la posible devolución de la colección Quimbaya”, asegura desde Colombia Juan David Correa. El ministro argumenta que, “de acuerdo a las diversas declaraciones públicas” llevadas a Cabo por Urtasun sobre “su plan de descolonizar sus museos”, les gustaría saber “qué piensa” sobre estas piezas.
“Este regalo que se le hizo a España fue realizado por una persona ilegítima que, aunque representara al Gobierno de ese momento, en 1892, no atendió a las reglas que había entonces ni a las que hay ahora de consultar a los verdaderos propietarios”, indica sobre su origen, “primero hubo un expolio a unos busca tesoros, que sacaron esas piezas de forma ominosa y terrible”. Lo siguiente fue “decidir separar la colección, vender parte de ella y regalar otra a España”. “Ahí hay un pésimo mensaje par el mundo”, considera sobre el la acción que define como un “acto brutal para el patrimonio”.
La importancia de recuperar los bienes culturales
La colección Quimbaya es la primera que el gobierno colombiano reclama a España, tras haber recuperado piezas en los dos últimos años de otros países como Holanda, Bélgica y Alemania. “No han sido proceso tan complejos, más bien fáciles”, afirma. El Ministro de Cultura alega que prefiere referirse a las piezas como 'colección' y no 'tesoro' porque “cuando uno le quita el precio a las cosas y piensa cuál es su valor, se entiende de otra manera”. “¿Para quién es más importante hoy, para los españoles que puedan mirarlo en un museo o la gente indígena de Quimbaya donde fue extraído que se siente defraudada y sin un pedazo de sí misma?”, plantea, “es como si hubiéramos cogido una piedra de las cueva de Altamira y la hubiéramos traído acá”.
Juan David Correa añade como argumento para explicar por qué es importante la recuperación de la colección, en que “la cultura tiene que ver con quiénes somos, con qué nos reconocemos, qué nos representa y a qué le hemos dado valor simbólico para que nos explique como sociedad”. “La Colección Quimbaya no explica nada a ningún español más allá de que hubo un regalo de un presidente sobre el que no preguntó a nadie. Profanó un lugar sagrado”, afirma.
En la carta señalaron que la petición se “enmarca dentro de los modelos internacionales al respecto de las políticas de descolonización de los museos, y tendrá en ellas implicaciones invaluables al reivindicar la soberanía cultural, el reconocimiento de los derechos culturales de los pueblos y el manejo integral de colecciones culturales”. Motivos por los que avanzaron estar “en disposición de apoyar trámites y gastos asociados, si así lo requiriesen las autoridades españolas”.
Juan David Correa defiende que han enviado un escrito “muy cordial” y que continúan esperando una respuesta. Su objetivo es establecer “una conversación lo suficientemente abierta y en la que no nos llenemos de rabia”. También muestra su deseo de “complejizar” el diálogo: “Es importante hablar, que nos conozcamos, nos veamos las caras, quitemos las sospechas”. “Si no llegamos a acuerdos tendremos que ver cuáles serán las posibilidades. Tener un plan de antemano no ayuda”, concluye.
Reunión previa, sin mención al Tesoro de los Quimbayas
Los ministro de Cultura de España y Colombia se reunieron el pasado mes de diciembre en Madrid. Durante el encuentro, ambos dirigentes se emplazaron a “colaborar en lazos culturales”, pero no abordaron temas pendientes como el Tesoro de los Quimbaya. El Gobierno se refirió al mismo un mes después, en enero de 2024, en la respuesta a una pregunta parlamentaria del PP recogida por Europa Press. El Ejecutivo afirmó que “no hay dudas sobre la titularidad o la legalidad” de las piezas conservadas en el Museo de América, que “forma parte de las colecciones del Estado español”.
El Gobierno expuso que el conjunto artístico pertenecía a España desde 1893, en el que fue donado a la reina María Cristina por Carlos Holguín. “No hay dudas, por lo tanto, sobre su titularidad ni sobre la legalidad de su obtención”, remarcaron. A su vez reconocieron el “debate internacional abierto” que existe en torno al arte colonial, que aseguraron que el Ministerio de Cultura “seguirá muy de cerca”. Este periódico se ha puesto en contacto tanto con el Ministerio de Cultura como el Ministerio de Exteriores, Unión Europea y Cooperación; pero no ha obtenido respuesta.