A metros de la Plaza Mayor

Cuatro desaparecidos al derrumbarse un edificio en obras del centro de Madrid

Diego Casado / Lourdes Barragán

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El derrumbe parcial de un edificio en obras en pleno corazón de Madrid, a pocos pasos de la Plaza Mayor, causó un enorme despliegue de emergencias y equipos de salvamento para intentar rescatar a varias personas desaparecidas en el siniestro. Tanto la unidad canina de la Policía Municipal como medio centenar de Bomberos, apoyados por drones, se centran en intentar encontrar a los atrapados entre los escombros después de que se viniera abajo parte del inmueble. Buscan a tres hombres y una mujer, según los datos facilitados por la empresa que se encargaba de la reforma.

El siniestro tuvo lugar poco antes de las 13.00 hora local a la altura del número 4 de la calle Hileras, una empinada vía que une las calles Arenal y Mayor. Por razones que todavía se desconocen, varios pisos se vinieron abajo desde la parte superior del edificio, sin afectar a los exteriores. El derrumbe apenas es visible desde la calle puesto que la fachada aguantó, informan fuentes de Emergencias Madrid, así como también permanece en pie la parte trasera del inmueble en obras. Tres personas resultaron heridas, pero solo una de ellas tuvo que ser trasladada al Hospital Clínico con pronóstico menos grave por fractura en una pierna. Las otras dos sufrieron daños leves.

Aunque los pisos cayeron hacia dentro y los edificios aledaños no sufrieron daños, las fuerzas de seguridad desalojaron a los vecinos colindantes. No saben si esta noche podrán dormir en sus casas los de los números 6 y 8 de la calle, pegados al lugar del siniestro, debido a los trabajos de búsqueda. Desde el Cuerpo de Bomberos trabajan para evitar el colapso de toda la estructura. La vicealcaldesa y delegada de Seguridad y Emergencias, Inmaculada Sanz, informó desde el lugar de los hechos que la prioridad es la búsqueda de los desaparecidos. También indicó que la cantidad de escombros acumulada por el derrumbe es elevada y que quedan por delante “muchos días” hasta que sean despejados totalmente.

El edificio siniestrado estaba siendo rehabilitado para construir un hotel de cuatro estrellas, con capital saudí, y en él trabajaban obreros de varias empresas ligadas a la construcción. Al menos una decena de los empleados de una compañía de demoliciones que habían escapado del derrumbe esperaban noticias de la búsqueda de sus compañeros dentro del perímetro policial, algunos de ellos con la mirada perdida. La mayoría preferían no hablar ante los medios desplazados y los pocos que lo hacían relataban una secuencia rápida que incluía la caída de parte de la estructura, un ruido seco y mucho polvo.

“Escuché un ruido y salí corriendo”, comentaba otro de los obreros que se encontraba en la obra, poco después del suceso. En su caso, era el primer día en el trabajo. La empresa para la que trabaja, Pavipedro, se encontraba haciendo labores de hormigonado. En su caso, todos sus compañeros están bien porque en el momento del derrumbe se encontraban fuera de la estructura del edificio, cuyo entorno fue acordonado.

El delegado del Gobierno llamó a ser “prudentes” con el derrumbe. Por el momento se desconocen las causas que han llevado a este suceso. “Podríamos pensar que tuvo algo que ver con esa obra, pero es demasiado pronto como para hacer conjeturas”, insistió la vicealcaldesa en declaraciones a los medios. “Los obreros echan en falta a algunos compañeros”, destacaban fuentes policiales nada más producirse los hechos, en medio todavía de mucha confusión y mientras comprobaban si todos los trabajadores estaban dentro o fuera del inmueble cuando ocurrió el desplome. La Policía Judicial de Policía Municipal de Madrid se hizo cargo de la investigación, al tratarse de un accidente laboral.

El suceso fue presenciado por testigos que viven o tienen comercios en la zona, como Boyana y Aurora, trabajadoras del Museo del Pan Gallego. Ambas estaban en su comercio, situado muy cerca del lugar del derrumbe, cuando escucharon un fuerte ruido, “como una bomba”, e inmediatamente notaron “una gran cantidad de polvo” que salía del edificio número 4 de la calle Hileras. Al salir a la calle, vieron como algunos de los obreros abandonaban el inmueble siniestrado, “llenos por completo de polvo”.

Todas las labores ahora se centran en encontrar a los cuatro desaparecidos. La Policía Municipal de Madrid envió guías caninos a la zona de Ópera para facilitar las labores de búsqueda, mientras recibe el apoyo aéreo de drones. En el lugar, los vecinos trasladaron su confusión ya que algunos de ellos tuvieron que ser desalojados hasta asegurar la zona y no podían acceder a sus viviendas. Algunos creen que podrán pasar la noche en sus casas, pero otros son menos optimistas y buscan alojamientos alternativos.

El derrumbe parcial no destrozó el grueso de la estructura del edificio, que aún podía verse en pie al observarse desde la parte trasera. De hecho, la proximidad con los inmuebles de alrededor hubiera provocado consecuencias en los pisos colindantes de haberse desplomado toda la construcción.

A nivel institucional, hasta el lugar se desplazabanla presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, y el concejal de Centro, Carlos Segura. El alcalde de Madrid acortaba su viaje a Londres y volvía a Madrid por lo sucedido.

Construido en 1965, el edificio siniestrado contaba con seis plantas y sótano. Su uso era terciario, de oficinas, y no albergaba viviendas. En el momento del siniestro el inmueble estaba siendo reformado para abrir allí un hotel de cuatro estrellas. Las obras habían dejado el esqueleto del edificio, retirando las paredes en la mayoría del inmueble salvo en su fachada principal.

La operación inmobiliaria había sido impulsada por la sociedad de origen saudí RSR Singular Assets Europe Socimi, un inversor inmobiliario especializado en hoteles y apartamentos turísticos de alta gama en España y Portugal, gestionado por Caler Advisory and Asset Management, que adquirió el inmueble por 24,5 millones de euros. El proyecto contemplaba el cambio de la licencia de actividad de uso de oficinas a hospedaje, aprobado en diciembre de 2024, con la previsión de que abriera al público dentro de dos años.