La UCA cuestiona la baja de la pobreza informada por el INDEC y advierte un fuerte “efecto estadístico”
La polémica en torno a la medición de la pobreza volvió a encenderse con la publicación el nuevo reporte de la Universidad Católica Argentina (UCA). Mientras el INDEC informó una fuerte caída durante el primer semestre de 2025 -del 41,3% al 31,8% interanual-, un informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA-UCA) advierte que la mejora real fue mucho más acotada y que la estadística oficial sobrerrepresenta el alivio social.
Según el organismo académico, si bien la pobreza se redujo gracias a la baja de la inflación, los cambios en los precios relativos y el fortalecimiento de la AUH–Tarjeta Alimentar, la caída efectiva fue de apenas 2,1 puntos porcentuales cuando se corrigen problemas de “captación” en la Encuesta Permanente de Hogares (EPH). Aplicando esta corrección, la pobreza habría pasado del 33,9% al 31,8% entre 2023 y 2025.
El punto central del análisis es técnico. La UCA sostiene que desde finales de 2023 la EPH mejoró de forma abrupta su capacidad para registrar ingresos laborales y no laborales. Ese salto en la captación, que implica que más personas declaran todos sus ingresos, genera un “efecto estadístico” que explica cerca de tres cuartas partes de la baja de la pobreza informada por el INDEC. “La caída existe, pero es mucho menor de lo que muestran los números oficiales”, resume el estudio.
El informe también cuestiona la persistencia de la metodología utilizada por el organismo estadístico para calcular la Canasta Básica Total (CBT). El INDEC continúa empleando la estructura de gasto relevada en la ENGHo 2004/2005, pese a que existen datos más actualizados de 2017/2018, donde el peso de los servicios en el presupuesto familiar es significativamente mayor. Con una canasta recalculada según consumos actuales, la CBT sería más alta y, por lo tanto, la incidencia de la pobreza también aumentaría.
Agustín Salvia, director del ODSA, estimó que una actualización metodológica llevaría la canasta vigente de $1.276.649 a cerca de $1.942.000, modificando tanto el nivel como la trayectoria reciente del indicador: la pobreza habría crecido menos tras la devaluación de diciembre de 2023, pero también habría bajado con menos velocidad durante 2024 y 2025.
Más allá de los números, el informe advierte sobre la permanencia de un piso estructural de pobreza en torno al 25–30% que la Argentina no logra perforar desde hace dos décadas. También señala que los programas de transferencias monetarias siguen siendo esenciales para contener a los sectores más vulnerables: sin ellos, la pobreza treparía al 42% y la indigencia se duplicaría.
Aunque el ODSA reconoce mejoras parciales durante el último año, subraya que no configuran un cambio estructural. “La sostenibilidad aún debe ser evaluada”, concluye el documento, que plantea que los niveles actuales de privación son similares a los de 2018 o 2022 y que la recuperación se reparte de manera muy desigual entre los distintos estratos sociales.
Definiciones de Pobreza e Indigencia
• Pobreza: Se define a los hogares como pobres si sus ingresos se encuentran por debajo del umbral del ingreso monetario necesario para adquirir una canasta de bienes y servicios (Canasta Básica Total o CBT).
• Indigencia: Se considera indigentes a los hogares cuyos ingresos no les permiten adquirir el valor de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que cubre un umbral mínimo de necesidades alimenticias.
Datos Estructurales e Históricos
• El informe señala que la proporción de hogares y población en condición de privaciones económicas es un problema que se arrastra desde hace poco más de cuatro décadas en el país.
• En los últimos 20 años, la pobreza por ingresos ha mantenido un piso estructural de alrededor del 25% de la población, y la indigencia, alrededor del 5%.
• El régimen político-económico post-convertibilidad (2002-2023) nunca pudo superar el 25-30% de pobreza crónica en términos de ingresos y recursos de inclusión social.
• El tercio inferior de la estructura social se concentra en una población atrapada en la pobreza debido a empleos informales, precarios o de subsistencia, y una dependencia estructural de las transferencias públicas.
Tasas Recientes de Pobreza e Indigencia (2023-2025)
Las estimaciones de pobreza e indigencia monetaria más recientes de la EDSA-ODSA para el tercer trimestre de 2025 son:
Indicador (Personas) 2023 (EDSA) 2024 (EDSA) 2025 (EDSA)
Pobreza 44.7% 45.6% 36.3%
Indigencia 9.6% 11.2% 6.8%
Observación sobre la Medición Oficial (EPH-INDEC):
• La tasa de pobreza oficial del INDEC para el segundo trimestre de 2025 (proyectada) habría sido del 31.8%, lo que implica una baja de 9.5 puntos porcentuales desde el segundo trimestre de 2023.
• Sin embargo, existe un sesgo en la medición monetaria (subregistro de ingresos en la EPH). Corrigiendo el cálculo por la mejora en la captación de ingresos, la caída real de la pobreza monetaria bajo la gestión actual sería de “solo” 2.1 p.p., y la pobreza corregida en 2025 se situaría en torno al 35% (usando valores corregidos por captación del 2T 2025).
Aproximadamente tres cuartas partes de la caída en las cifras oficiales de pobreza desde 2023 podrían deberse a este efecto estadístico.
Pobreza según presencia de niños/as (2025):
• Población en hogares con niños en situación de pobreza: 48.8%.
• Población en hogares sin niños en situación de pobreza: 10.8%.
Cronicidad de la Pobreza (2024-2025):
• La población crónicamente pobre (que siempre estuvo en situación de pobreza por ingresos entre 2024 y 2025) representa el 27.6% del total.
• La cronicidad es significativamente mayor en los estratos más bajos: en el nivel Muy Bajo, el 60.9% de la población permaneció crónicamente pobre entre 2024 y 2025.
Indicadores Relacionados (Privaciones Económicas y Sociales)
El informe complementa la medición de pobreza por ingresos con indicadores directos de privación:
• Estrés Económico: Mide la percepción subjetiva de que los ingresos del hogar no son suficientes para cubrir los gastos básicos.
◦ En 2025, el 46.8% de la población está afectada por el estrés económico, un valor superior al piso histórico cercano al 35%.
◦ Casi 7 de cada 10 hogares de NSE bajo padece estrés económico.
◦ La cronicidad del estrés económico se mantiene alta, cercana al 28.3% del total de la población en 2024-2025.
• Inseguridad Alimentaria: Refleja la reducción involuntaria de porciones de alimentos y/o experiencias de hambre por motivos económicos.
◦ En 2025, el 18.7% de los hogares se encuentra en situación de inseguridad alimentaria total, y el 7.8% bajo inseguridad alimentaria severa.
◦ La inseguridad alimentaria es crítica en el estrato Muy Bajo, con valores superiores al 50% en los picos y 40.2% en 2025 (inseguridad alimentaria total).
• Impacto de Transferencias Sociales: Las simulaciones indican que los programas sociales son necesarios aunque insuficientes.
◦ La indigencia se reduciría a la mitad si se eliminaran los programas de transferencias (la tasa de indigencia simulada sin transferencias en 2025 es del 12.8%, frente al 6.8% observado).
◦ La pobreza sería alrededor de un 20% más elevada sin estas transferencias (la tasa simulada sin transferencias en 2025 es del 41.8%, frente al 36.3% observado).
• Malestar Psicológico: El deterioro de las condiciones económicas tiene una correlación directa en la salud mental.
- En 2025, el 37.7% de las personas en hogares de NSE muy bajo padece malestar psicológico, duplicando los valores del NSE medio alto (17.7%).
- 4 de cada 10 personas con estrés económico presentan malestar psicológico en 2025 (37.6% del total con estrés económico).
En resumen, aunque los datos más recientes de 2025 muestran una reducción de las tasas de pobreza e indigencia por ingresos respecto a los picos de la crisis de 2024, alcanzando niveles similares a 2022/2023, la pobreza crónica estructural persiste, especialmente en los estratos socioeconómicos más bajos.__IP__
“Estas mejoras relativas se deben, en parte, a la estabilización inflacionaria y al refuerzo de transferencias sociales, pero no implican un cambio estructural en las condiciones de vida ni en la alta desigualdad”, concluyó la UCA.
Con información de la agencia NA
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