León XIV instó a los gobiernos a invertir en “la familia, fundada sobre la unión estable entre el hombre y la mujer”

El papa León XIV afirmó este viernes que “es tarea de quien tiene responsabilidad de gobierno aplicarse para construir sociedades civiles armónicas y pacíficas”, y sostuvo que esto “puede realizarse sobre todo invirtiendo en la familia, fundada sobre la unión estable entre el hombre y la mujer”.
“Además, nadie puede eximirse de favorecer contextos en los que se tutele la dignidad de cada persona, especialmente de aquellas más frágiles e indefensas, desde el niño por nacer hasta el anciano, desde el enfermo al desocupado, sean estos ciudadanos o inmigrantes”, sostuvo el papa.
“Mi propia historia es la de un ciudadano, descendiente de inmigrantes, que a su vez ha emigrado. Cada uno de nosotros, en el curso de la vida, se puede encontrar sano o enfermo, ocupado o desocupado, en su patria o en tierra extranjera. Su dignidad, sin embargo, es siempre la misma, la de una creatura querida y amada por Dios”, puntualizó .
El Sumo Pontífice habló esta mañana ante los representantes de los 184 países con los que la Santa Sede mantiene relaciones diplomáticas.
Paz, justicia y verdad son los tres “pilares” de la acción misionera de la Iglesia y de la labor de la diplomacia de la Santa Sede que el Papa León XIV indicó en su discurso, citado por el sitio Vatican News.
Al referirse a la paz, dijo que “pareciera una simple tregua, una pausa de descanso entre una discordia y otra, porque, aunque uno se esfuerce, las tensiones están siempre presentes, un poco como las brasas que arden bajo las cenizas, prontas a reavivarse en cualquier momento”.
“La paz -subrayó- se construye en el corazón y a partir del corazón, arrancando el orgullo y las reivindicaciones, y midiendo el lenguaje, porque también se puede herir y matar con las palabras, no sólo con las armas”.
León XIV puso de relieve que su ministerio “comienza en el corazón del Año jubilar, dedicado de manera particular a la esperanza”.
“Es un tiempo de conversión y de renovación, y sobre todo la ocasión para dejar atrás las contiendas y comenzar un camino nuevo, animados por la esperanza de poder construir, trabajando juntos, cada uno según sus propias sensibilidades y responsabilidades, un mundo en el que cada uno de nosotros pueda realizar la propia humanidad en la verdad, en la justicia y en la paz”, remarcó.
“Espero que esto pueda suceder en todos los contextos, empezando por los más que más sufren, como Ucrania y Tierra Santa”, concluyó el Sumo Pontífice.
Con información de la agencia NA
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