Los líderes de la UE endurecen las sanciones contra Rusia por su invasión de Ucrania y apuntan a Bielorrusia

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —

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Los líderes de la UE han acordado ampliar las sanciones contra Rusia por su invasión de Ucrania. Y, además, han apostado por cortar la dependencia energética de Moscú; prepararse para el éxodo de refugiados y apuntar a Bielorrusia por su papel de plataforma para el ataque ruso a Ucrania desde territorio bielorruso.

Así, el Consejo Europeo extraordinario convocado de urgencia en Bruselas, ha acordado nuevas sanciones “con consecuencias durísimas y severas a Rusia por su acción”. “Hemos aprobado un paquete de sanciones masivas que junto con el G7 y junto con otras economías, lo que vamos a hacer es infligir un daño económico muy importante al gobierno de Putin”, ha dicho el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez: “Lo que se va a dar a conocer mañana va a ser un paquete de sanciones masivo desde el punto de vista económico, como no se ha hecho nunca, va a darse un paso muy importante, muy contundente en contra del régimen de Putin, ya no solamente a personas, a líderes, a oligarcas, sino también a distintos sectores, como el financiero, el energético, las relaciones comerciales, las exportaciones y las importaciones”. 

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha afirmado al término de la cumbre: “Es importante movilizar apoyo en el flanco oriental de la UE, en cooperación con la OTAN, algo que abordamos en la cumbre de la Alianza de este viernes. Y, también con la ayuda humanitaria necesaria para acoger a los refugiados de manera digna. Necesitamos un debate en profundidad en marzo sobre la base de las propuestas de la Comisión Europea en relación con la soberanía energética y la importancia de actuar sobre las capacidades de defensa”.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha calificado el momento como “punto de inflexión en el que están siendo bombardeados inocentes, que temen por sus vidas, en pleno 2022 y en el corazón de Europa. Putin ha vuelto a traer la guerra a Europa y todos los líderes europeos han condenado este ataque atroz. El Kremlin debe rendir cuentas”.

Von der Leyen ha dado algún dato sobre el paquete de sanciones acordado por los líderes, que “tendrá un impacto en la economía, la energía, transporte, los controles a la exportación para vetar materiales clave para modernizar sus refinerías y que le puede costar la pérdida de 24.000 millones al año, y la política de visados. El paquete incluye sanciones financieras que cortan el acceso a los mercados al 70% del sector bancario y las empresas de defensa, lo que aumenta los costes de Rusia para financiarse, algo que afectará a la economía y a la élite rusa, que no podrá esconder sus fortunas en Europa. Prohibimos la fabricación de aviones, lo que va a golpear a Rusia duramente porque tres cuartos de su flota se han construido en Europa y Canadá. Limitamos el acceso a sectores cruciales de la economía, como semiconductores y tecnologías punteras. Es el inicio de une nueva era: Putin está intentando subyugar a un país amigo a la fuerza, tiene que fracasar y va a fracasar”.

El presidente francés y presidente de turno del Consejo de la UE, Emmanuel Macron, ha sido tajante: “No es un crisis, es una guerra, y es por la decisión de Putin, quien ha iniciado operaciones masivas que han acabado con la vida de civiles ucranianos”.

“Hemos hecho lo que estaba en nuestra mano”, ha dicho Macron, hiperactivo diplomáticamente en los días previos al ataque de Putin sobre Ucrania: “Horas antes del ataque seguíamos debatiendo los detalles de los acuerdos de Minsk. Sí, ha habido engaño para iniciar una guerra cuando aún se podía negociar. Están muriendo civiles por decisión de Putin. Somos demasiado dependientes de los combustibles fósiles rusos, hay que hacer lo posible para reducir la dependencia rusa. Putin ha elegido la guerra.

Una vez acordado ese segundo paquete de sanciones con bastante rapidez, cuyo detalle completo se conocerá este viernes tras publicarse en el Boletín Oficial de la UE, los líderes han discutido el tercero, con vistas a una posible escalada bélica en Ucrania.

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, ha intervenido por videoconferencia en la reunión, en un gesto de “solidaridad con Ucrania”, como ha tuiteado el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. Según fuentes diplomáticas, la intervención, “muy emotiva”, reclamaba sanciones más duras a los líderes europeos que, de momento, están apostando por su graduación.

Según ha ido trascendiendo, dentro del paquete se prevé congelar transacciones de más entidades bancarias a las ya incluidas el miércoles, e impedir que empresas estatales coticen en las bolsas de la UE o que los ciudadanos rusos hagan grandes depósitos –más de 100.000 euros–, según ha adelantado Financial Times, que señala que el nuevo régimen también prohibiría las ventas de aviones, así como prohibir la venta de equipos para refinerías de petróleo rusas y suspender los viajes sin visado para los titulares de pasaportes diplomáticos rusos.

Tras el acuerdo de los líderes este jueves, los ministros de Exteriores de la UE se reunirán este viernes a las 15.00 para la aprobación en el Consejo de la UE y, posteriormente, los embajadores darán el repaso legal para su publicación en el boletín oficial este mismo viernes.

Las medidas, según Financial Times, extenderían la lista de bancos rusos bloqueados de la financiación de la UE a dos bancos privados, Alfa Bank y Bank Otkritie, además de cinco instituciones estatales. Así mismo, se prohibiría el préstamo y la compra de valores en una serie de empresas rusas de propiedad estatal, incluidas empresas del sector aeroespacial y de defensa, transporte marítimo y construcción naval, entre otras.

El nuevo paquete puede incluir controles de exportación de bienes que pueden ser utilizados por las fuerzas armadas, así como artículos de tecnología avanzada, electrónica, sensores, telecomunicaciones, aplicaciones marinas y láseres.

Las conclusiones del Consejo Europeo, además, piden que se “avance en los trabajos de preparación y disponibilidad a todos los niveles e invita a Comisión Europea, en particular, a proponer medidas de contingencia en materia de energía”.

“Sanciones que muerdan”

“No necesitamos sanciones que ladren, pero necesitamos sanciones que muerdan de manera muy profunda, que tengan un gran impacto en el lado ruso”, ha dicho Alexander De Croo, primer ministro de Bélgica, a su entrada a la cumbre: “Necesitamos que sea extremadamente difícil para Rusia operar en un entorno internacional”.

No se espera que las medidas de la UE apunten directamente al presidente ruso, Vladimir Putin, ni a su ministro de Exteriores, Sergei Lavrov, en la línea de lo decidido por la Casa Blanca.

La UE, de momento, tampoco parece estar dispuesta a acceder a la solicitud de Ucrania de expulsar a Rusia del sistema de comunicación de pagos financieros SWIFT como ha pedido, también, el primer ministro británico, Boris Johnson.

El canciller alemán, Olaf Scholz, por su parte, ha dicho que Putin “no ganará esta guerra, porque los ciudadanos de Europa quieren paz, Estado de derecho y democracia”. En relación con la expulsión de Rusia del sistema SWIFT, Scholz dijo que sería “importante guardar todo lo demás para una situación en la que sea necesario tomar más medidas”.

¿Qué situación? Josep Borrell, jefe de la diplomacia de la UE, al ser preguntado si Putin podría invadir otros países europeos, respondió: “Con Putin nada está excluido”.