Salman Rushdie ya puede hablar y respirar por sus propios medios, según su agente y su hijo

The Guardian

Agencias —

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El escritor Salman Rushdie sigue en “estado crítico” pero fue desconectado del respirador artificial al que había sido conectado tras ser apuñalado en un acto en Nueva York. Según confirmó su agente, Andrew Wylie, Rushdie ya pudo hablar este sábado.

De acuerdo a lo informado por su hijo Zafar Rushdie en nombre de la familia, el escritor “pudo decir unas palabras” tras serle quitado el respirador al que estuvo conectado durante más de un día.

“Mi padre permanece en estado crítico en el hospital, recibiendo tratamiento médico extensivo. Estamos inmensamente aliviados de que ayer le fuera retirado el respirador y el oxígeno adicional y pudiera decir algunas palabras”, dijo textualmente Zafar en lo que llamó “un comunicado de la familia”.

Precisó que “su sentido del humor jovial y desafiante sigue intacto, pese a la gravedad de sus heridas”, y tras dar las gracias a todos los que ayudaron al escritor en los primeros momentos críticos tras el ataque, pidió respeto a la privacidad de la familia mientras sus miembros “se reúnen al pie de su lecho en su ayuda y sostén”.

Por su parte, el agente literario de Rushdie, Andrew Wylie, confirmó los mismos detalles en una entrevista con CNN: “Está desconectado del respirador, por lo que el camino de la recuperación ha comenzado. (Sin embargo) esto será largo, las lesiones son graves”, añadió.

El mismo Wylie precisó el viernes al diario The New York Times que Rushdie perdería probablemente uno de sus ojos, que su hígado había quedado gravemente dañado por las puñaladas y que el agresor había “cortado los nervios de un brazo” del escritor.

Mientras tanto, el agresor Hadi Matar, un joven de 24 años nacido en Estados Unidos e hijo de libaneses emigrados a este país, sigue detenido y se enfrenta a cargos por intento de asesinato en segundo grado y agresión armada.

El presidente de EEUU, Joe Biden, elogió al escritor por “su negativa a dejarse intimidar o silenciar” y aseguró que representa los ideales esenciales de la verdad, del valor y de la resistencia. “Estos son los pilares de cualquier sociedad libre y abierta. Y, hoy, reafirmamos nuestro compromiso con esos valores profundamente estadounidenses en solidaridad con Rushdie y con todos aquellos que defienden la libertad de expresión”, aseguró en un comunicado.

El Alto Representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, también condenó “enérgicamente” el ataque contra Rushdie. “El rechazo internacional a este tipo de acciones criminales, que violan los derechos y libertades fundamentales, es el único camino hacia un mundo mejor y más pacífico”, tuiteó.

Rushdie, de 75 años, había acudido a un evento en Chautauqua, una localidad del oeste del estado de Nueva York, para hablar sobre la importancia de que Estados Unidos dé asilo a los escritores exiliados. Durante su intervención, un hombre subió al escenario y comenzó a golpear y a apuñalar al escritor.

El agente del autor declaró al diario The New York Times que Rushdie “probablemente” perdería un ojo y que había recibido una puñalada en el hígado. “No hay buenas noticias -aseguró entonces- Salman perderá probablemente un ojo y tiene cortados los nervios de un brazo, y el hígado también fue apuñalado y está dañado”.

Las autoridades en Nueva York acusaron este sábado a Hadi Matar, el presunto autor del apuñalamiento, de intento de asesinato y agresión. El joven, de 24 años, nació en EEUU de padres que emigraron de Yaroun, en el sur del Líbano, según explicó a Associated Press el alcalde del pueblo, Ali Tehfe. Matar vivía en el estado de Nueva Jersey y sigue detenido y sin derecho a fianza. La policía asegura que aún se desconocen los motivos que le llevaron a apuñalar a Rushdie.

Las banderas del grupo chiíta Hezbolá, apoyado por Irán son visibles en todo el pueblo libanés, junto a los retratos del líder Hassan Nasrallah, Jamenei, Jomeini y el general iraní asesinado Qassem Soleimani. A los periodista que visitado Yaroun desde el sábado se les pidió que se marchen. Los portavoces de Hezbolá no respondieron a las peticiones de comentarios.

El gobierno teocrático de Irán y sus medios de comunicación estatales no detallaron los motivos del atacante. En Teherán, algunos iraníes elogiaron el ataque contra un autor que, según ellos, empañaba la fe islámica, mientras que a otros les preocupa que lo sucedido con Rushdie aísle aún más al país.

Rushdie había vivido escondido y bajo protección policial durante años después de que el difunto líder iraní, el ayatolá Ruholá Jomeini, emitiera una fatwa en 1989 pidiendo su muerte como castigo por haber publicado Los versos satánicos.

Las noticias sobre el apuñalamiento suscitaron un renovado interés por Los versos satánicos, que encabezó las listas de los libros más vendidos tras la publicación de la fatwa. El sábado por la tarde, la novela ocupaba el puesto 13 en Amazon.

CRM con información de agencias