Sánchez mejora los resultados del PSOE y frena a las derechas: “El bloque involucionista fracasó”

José Enrique Monrosi

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Más votos y más escaños que en 2019 y el paso cerrado a una mayoría de derechas. Una vez más, y contra todo pronóstico, Pedro Sánchez volvió a obrar el milagro y llevó al PSOE a mejorar sustancialmente sus propios resultados de hace cuatro años, con casi un millón de papeletas y dos escaños más que en las anteriores generales. A expensas de la postura que puedan acabar adoptando formaciones independentistas como EH Bildu, ERC y, principalmente, Junts, el reparto de escaños en el Congreso deja la puerta abierta a una nueva investidura de Sánchez.

“España fue bien clara, España y todos los ciudadanos que votaron fueron meridiana y rotundamente claros: el bloque involucionista de retroceso que planteaba una derogación total de todos los avances que logramos en los últimos cuatro años fracasó. ¡Fracasó!”, clamó Pedro Sánchez en la calle Ferraz ante de cientos de militantes y simpatizantes eufóricos que respondieron coreando consignas antifascistas, en alusión al retroceso de la extrema derecha: “¡No pasarán!”, interrumpieron al líder socialista.

Aunque el PP fue primera fuerza en votos y escaños, sus resultados quedaron lejos de sus propias expectativas y de la posibilidad de formar un gobierno estable basado en una mayoría parlamentaria conservadora. Y por eso el presidente del Gobierno en funciones planteó este domingo el escenario de una reedición de un Ejecutivo de coalición progresista.

“Aquellos que planteaban el machismo, el retroceso en derechos y en libertades fracasaron en el día de hoy y el bloque involucionista de PP y Vox fueron derrotados. Somos más, muchos más los que queremos que España siga avanzando, y así segura siendo”, sostuvo.

En Ferraz nadie ocultaba al fin del escrutinio que el resultado de las urnas es recibido como una auténtica victoria política para la izquierda y para el PSOE, en general, y para Pedro Sánchez, en particular. El líder de los socialistas se la volvió a jugar al todo o nada con el adelanto electoral del 23J tras la debacle de las autonómicas y municipales, en una cita que muchos tenían señalada como la del final de la carrera política del presidente.

Lejos de esos augurios, el candidato del PSOE sale reforzado políticamente y, más allá de las dificultades que pueda encontrarse para formar Gobierno, consigue ahuyentar los sempiternos fantasmas sobre su liderazgo y sobre una crisis interna en el partido que diera carpetazo al denominado sanchismo. “Ha mejorado los resultados del PSOE en autonómicas y municipales en casi todos sitios, a ver quién le tose a este hombre ahora”, resumía una persona de la dirección socialista en plena fiesta en Ferraz.

Noche de infarto en Ferraz

Durante toda la noche en la sede socialista de la calle Ferraz se contuvo la respiración. En el equipo más cercano al presidente del Gobierno se mantuvieron intactas durante toda la jornada las altas cotas de optimismo que habían intentado trasladar en la última semana de campaña y a la que casi nadie en el propio Partido Socialista, a excepción de ese pequeño grupo de altos dirigentes, conseguían aferrarse al cierre de las urnas.

Con la publicación de los sondeos de las ocho de la tarde el equipo de campaña del presidente se mantuvo en vilo pendiente del conteo oficial. Pasado el 50% del escrutinio, empezaron los primeros abrazos y las alegrías contenidas que terminaron por explotar con la confirmación de que la izquierda resistía en España y que la ciudadanía no había dado su respaldo a un gobierno de la derecha con la extrema derecha. “Vamos a ser noticia en todo el mundo porque España ha sido capaz de frenar la ola reaccionaria. Esa es la noticia y lo demás nos da igual ahora mismo”, se sinceró un alto dirigente del PSOE cuando el recuento rozaba ya el cien por cien.

“Gracias a toda España porque hemos demostrado al mundo que somos una democracia fuerte, limpia, una gran democracia”, reivindicó Pedro Sánchez desde el improvisado escenario de la calle Ferraz, convertida momentáneamente en una discoteca al aire libre en la que sonaron temas como 'Perra', de Rigoberta Bandini, 'Quédate', de Quevedo, 'Cuando zarpa el amor', de Camela, o la banda sonora de 'Verano Azul', en un gesto hacia uno de los lemas de campañas del PP.

“¡Sanchismo, sanchismo!”, despidieron a coro los simpatizantes socialistas a su candidato y presidente en funciones. El sudoku de la gobernabilidad comenzará para todos a partir del lunes. Pero el domingo, todo el PSOE era una fiesta: la de la eterna resistencia de su secretario general.