Testimonios de la guerra

Varado y sin papeles tras 20 años de trabajo para Bruselas: un palestino acusa a la UE de abandono tras escapar de Gaza

Lisa O'Carroll

Bruselas —

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Un palestino que trabajó durante 19 años para la Unión Europea en Gaza pidió ayuda a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, después de que el cierre de su oficina lo haya dejado varado en El Cairo sin trabajo ni permiso de residencia.

Mohammed Baraka tenía un puesto en la misión de asistencia de la UE en la frontera entre la Franja y Egipto, en Rafah, y fue evacuado cuando comenzó la guerra. Ahora acusa a los funcionarios de Bruselas de despedirlo “fríamente” por correo electrónico y “abandonar” a un empleado leal.

Baraka no tiene forma de regresar a Gaza, pero tampoco el derecho de permanecer en Egipto ni de ir a otro lugar porque, según asegura, se dejó los papeles atrás al salir apresuradamente en 2023.

En una carta a Von der Leyen a la que ha tenido accesoThe Guardian, Baraka le ruega que intervenga y anule el despido, pues no fue “consultado ni advertido” de que perdería el trabajo tras casi dos décadas.

“¿Cómo puede la UE justificar abandonar a un empleado con tan largo historial durante una guerra, que fue evacuado bajo su propia protección y que no tiene una vía segura para seguir adelante? No pido caridad, pido justicia”, escribe en la misiva, fechada el 22 de junio.

“No se trata solo de trabajo, sino también de derechos humanos, dignidad y responsabilidad moral. Si la UE puede despedir a un miembro de la plantilla en estas condiciones, ¿qué mensaje envía a quienes creen en los valores que dice defender?, interroga.

La casa de Baraka quedó reducida a escombros tras tres ataques a los edificios circundantes en busca de los túneles de Hamás, según explica.

El trabajador formó parte de la misión de asistencia fronteriza de la UE en Rafah (EuBam) desde su creación en 2006, en calidad de civil no armado independiente para labores de asistencia administrativa durante los cruces entre Gaza y Egipto.

Era el único miembro de la plantilla basado en Gaza y fue evacuado a El Cairo en noviembre de 2023, pero continuó trabajando para la oficina para ayudar al paso del personal de ONG, incluidos médicos, y ayuda humanitaria.

Ahora no puede regresar a Gaza; su casa fue bombardeada y la mayor parte de su extensa familia, de más de 100 miembros, ha muerto en la guerra, según explica. En Egipto teme por el futuro de sus familiares más inmediatos. Su esposa padece una enfermedad grave y ha pedido ayuda a un exdiplomático europeo. “Por favor, si me pasase algo, ocúpate de mis hijas. No tienen a nadie aquí si muero”, escribió.

El diplomático, que ha intercedido por él, ha instado a la alta representante de la UE, Kaja Kallas, a que se dirija al ministerio de Exteriores de Egipto “para facilitarle inmediatamente un permiso de residencia y trabajo en El Cairo”. Si la UE no garantiza su derecho a seguir en Egipto, debería “reubicarlo y darle trabajo en Bruselas”, añade el diplomático, que pide no dar su nombre.

La UE ha argüido que la evacuación de Baraka del área en guerra, que facilitó, fue “voluntaria”. Añade que va a entregarle una “exhaustiva indemnización por despido” con compensación económica y beneficios sociales a la vista de las “circunstancias excepcionales” del caso. Pero dice que no puede ayudar con los permisos de residencia o trabajo en Egipto.

Baraka dice que sus dos hijas vieron atrocidades en Gaza y llevan dos años sin poder ir al colegio.

“Amo a la UE, me considero parte de ella, pero al despedirme fríamente por email, en el fondo me tratan como si no fuese nada, como si no fuese humano. Siento que me arrinconan y me apartan”, lamenta.

Baraka teme quedarse en la calle, pues no tiene derecho legal a residir en Egipto y el alquiler de su apartamento termina en agosto. “Deben saber que servir a la UE me ha costado mucho”, critica.

En la carta, ruega a Von der Leyen que anule lo que considera un “despido improcedente”, aun de forma temporal, “hasta que se articule una solución digna y legal” para garantizar la “seguridad y protección legal” de su familia hasta que puedan volver al hogar o ser trasladados a otro país.

La UE dice que ha intentado trasladar a Baraka a la oficina de la EuBam de Jericó, en Cisjordania, pero que el Gobierno israelí lo ha rechazado.

Un portavoz del Gobierno israelí declara: “De conformidad con las directrices políticas y debido a cuestiones de seguridad, los residentes de la Franja de Gaza no tienen permiso para entrar en el área de Judea y Samaria”, en referencia a la denominación bíblica con la que el Ejecutivo israelí se refiere a Cisjordania.

Un portavoz de la UE apunta: “El cese laboral del señor Baraka es una consecuencia legal de la reconfiguración de la misión y el cierre de la oficina de Gaza. Esta es una práctica común cuando se cierran oficinas, y es coherente con cómo se resuelven estas situaciones con las misiones de la UE en todo el mundo”.

“A la luz de las excepcionales circunstancias, la UE, va a entregar al señor Baraka un exhaustivo paquete financiero y social tras finalizar su contrato. En lo que se refiere a la situación de su residencia en Egipto, la UE no tiene autoridad de otorgar permisos de residencia o trabajo en terceros países”, añade el portavoz.