Medio Oriente

Trump presentó con Netanyahu un plan para Gaza sin tener el sí de Hamas ni aclarar el futuro de los palestinos

Juan Gabriel García

29 de septiembre de 2025 16:04 h

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“Es uno de los grandes días de la civilización”, arrancó Donald Trump su optimista conferencia de prensa junto con el primer ministro israelí. “(Benjamin) Netanyahu y yo hemos discutido cómo terminar la guerra en Gaza, pero eso es solo una fracción de la paz en Medio Oriente”, dijo. “Este acuerdo llevará una paz duradera a la región”. El acuerdo, sin embargo, se negoció al margen de Hamas, que ahora debe decidir si lo acepta o no.

El plan de EEUU consiste en 20 puntos que considera fundamentales para terminar la guerra y aseguró que este plan se llevó a cabo con la colaboración de multitud de países árabes y europeos. “Quiero agradecer a muchos líderes árabes y a los aliados europeos, que estuvieron muy involucrados”, afirmó.

“Todo el mundo lo aceptó. Solo falta Hamas y tengo la sensación de que la respuesta será positiva”, afirmó el presidente. “Si no lo hacen, Bibi, sabés que tenés mi apoyo para hacer lo que tengas que hacer”. “Si Hamas acepta, todos los rehenes serán liberados en no más de 72 horas”, aseguró.

“En lo que respecta a este plan, nadie se puso en contacto con nosotros, ni participamos en las negociaciones al respecto”, declaró Taher al-Nounou, alto funcionario de Hamas, en una entrevista en televisión. Al Nounou aseguró que Hamas no aceptará la desmilitarización que exige Israel. “En lo que respecta a este plan, nadie se puso en contacto con nosotros, ni participamos en las negociaciones al respecto”, declaró al-Nounou.

“Si Hamas rechaza tu plan, presidente, entonces Israel terminará el trabajo solo. Se hará por la vía fácil o por la vía dura, pero hay que hacerlo”, afirmó Netanyahu. “Gaza será desmilitarizada, Hamas entregará las armas, Gaza tendrá un gobierno transicional civil e Israel mantendrá la responsabilidad de seguridad, incluido un perímetro de seguridad para el futuro próximo”, expuso el dirigente israelí, que asegura que el plan cumple “son consistentes con los cinco principios” que su gobierno de coalición estableció para el fin del conflicto y el día después de este. 

En redes, Benny Gantz, una de las principales voces de la oposición parlamentaria en Tel Aviv, ya validó el texto: “El plan de Trump para Gaza debe ser aplicado”. El presidente israelí, Isaac Herzog, también se pronunció a favor. “Acojo el plan con satisfacción y pido su rápida implementación”, escribió en X, donde también le agradece la mediación a Trump. 

Dos de las líneas rojas para el gobierno de Netanyahu eran el reconocimiento de Palestina como estado y que la Autoridad Palestina tuviera un rol en el gobierno posterior. Ambas cuestiones quedan apartadas en el plan a los futuribles y condicionales. Se pide una reforma de la Autoridad Palestina y el reconocimiento del estado palestino se reduce al “reconocimiento” de dicha “aspiración”. Solo de cumplirse todos los requisitos que establece la hoja de ruta pactada para la Gaza de posguerra, “las condiciones podrían finalmente dar lugar a un camino creíble hacia la autodeterminación y el estado propio de los palestinos”. 

La propuesta llega cuando el genocidio israelí ya se cobró la vida de más de 65.000 palestinos y después de que Netanyahu asegurara en la ONU que tiene que “terminar el trabajo” en Gaza. “Estamos dando un nuevo paso para ganar la guerra”, celebró este lunes el israelí. El espacio que ocupan los gazatíes en el plan de paz es mínimo y ya sirve de indicador sobre qué lugar tendrán en esta nueva Gaza reconstruida. Una de las pocas cosas en claro que deja el texto es que “nadie será obligado a abandonar Gaza, y esos que deseen abandonarlo son libres de hacerlo, así como de volver”. 

El plan de EEUU consiste en 20 puntos que considera fundamentales para acabar la guerra y aseguró que este plan se llevó a cabo con la colaboración de multitud de países árabes y europeos. “Quiero agradecer al primer ministro Netanyahu por aceptar el plan y por confiar en que, si trabajamos juntos, podemos poner fin a la muerte y la destrucción que hemos visto durante tantos años, décadas, incluso siglos”, dijo Trump al lado del primer ministro israelí.

Estados Unidos, al frente del gobierno de transición

Según el plan propuesto por EEUU, Trump controlará y supervisará personalmente el futuro de Gaza. Si sale adelante, la Franja se regirá por el gobierno transitorio temporal de “un comité palestino tecnocrático y apolítico, responsable de la gestión diaria de los servicios públicos y los municipios para la población de Gaza”. “Este comité estará compuesto por palestinos cualificados y expertos internacionales, bajo la supervisión y el control de un nuevo organismo internacional de transición, la ”Junta de Paz“, que estará dirigida y presidida por el presidente Donald J. Trump, junto con otros miembros y jefes de Estado que se anunciarán próximamente, entre ellos el ex primer ministro Tony Blair”.

El gobierno de transición no es tan distinto de la idea que planteó hace siete meses Trump, cuando protagonizó la primera conferencia de prensa conjunta con Netanyahu en la Casa Blanca y que dejó a la comunidad internacional consternada. En ese momento, más allá de plantear el futuro de la Franja como un resort turístico, el republicano aseguró que Estados Unidos se haría “cargo de la Franja de Gaza”. 

Bajo esta especie de protectorado estadounidense, Washington colaborará con los socios árabes e internacionales para crear unas fuerzas de seguridad alternativas temporales, bajo el nombre de “Fuerza Internacional de Estabilización (ISF)”, que se desplegará de inmediato en Gaza y que, a medida que amplíe su alcance, permitirá que el ejército israelí (IDF) se retire. El IDF, según el texto, “se retirará basándose en normas, hitos y plazos vinculados a la desmilitarización que se acordarán entre el IDF, la ISF, los garantes y los Estados Unidos”.