El yerno, el negociante y el “chico de los drones”: Jared Kushner, Steve Witkoff y Dan Driscoll. Ninguno tiene formación diplomática, pero tienen en sus manos mediar para conseguir el fin de la guerra en Ucrania, que va para cuatro años. Ninguno de los tres tiene más experiencia negociadora que la que dan sus empresas, con intereses en muchos de los asuntos de los que tratan como representantes de la Administración estadounidense.
Los tres vienen de cerrar un acuerdo entre Hamas e Israel para un alto el fuego que Trump considera una paz histórica “después de 3.000 años”, pero que se ha violado medio millar de veces desde que se firmó y lleva casi 300 palestinos muertos en estas semanas. Un acuerdo en una zona en la que, sobre todo Kushner, el marido de Ivanka Trump, y Winkoff tienen poderosos intereses económicos privados.
Kushner: el yerno financiado por Arabia Saudí
Por ejemplo, la firma de inversión del yerno de Trump, Affinity Partners, está financiada en gran medida por los mismos petroestados árabes cruciales para el acuerdo y la posible reconstrucción de Gaza: Arabia Saudí, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos. Los mismos tres estados que brindaron un apoyo fundamental a Kushner después de que dejara la Casa Blanca en enero de 2021, invirtiendo miles de millones de dólares que le permitieron lanzar y expandir su firma de capital privado, recordó The Guardian.
Seis meses después del final de la primera administración Trump, la empresa recién creada de Kushner obtuvo una inversión de 2.000 millones de dólares del fondo soberano de Arabia Saudta, en una apuesta del príncipe heredero, Mohammad bin Salman, por mantener la buena voluntad de una futura administración Trump.
En diciembre de 2024, Kushner reveló que había recaudado otros 1.500 millones de dólares para Affinity Partners de fondos de inversión controlados por Qatar y Emiratos Árabes Unidos. Estos fondos adicionales elevaron los activos totales de la empresa a 4.800 millones de dólares a finales del año pasado, casi el 99% proveniente de fuentes extranjeras. El aumento de los honorarios percibidos por Affinity también ha impulsado la riqueza personal de Kushner y lo convirtieron en multimillonario, según Forbes.
Además de ser los principales financiadores de la empresa de Kushner, Arabia Saudita, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos también tienen acuerdos con el negocio familiar de Trump: proyectos inmobiliarios, hoteles y complejos de golf con la marca Trump que están valorados en miles de millones de dólares, señaló The Guardian.
La Administración Trump insiste en que el trabajo diplomático de Kushner en Medio Oriente, mientras dirige una firma de inversión financiada por tres monarquías árabes, no presenta ningún conflicto de intereses. “Jared está regalando su energía y su tiempo a nuestro gobierno, al presidente de los Estados Unidos, para garantizar la paz mundial, y eso es algo muy noble”, lo defendió Trump recientemente: “Puse a Jared allí porque es una persona muy inteligente y conoce la región, conoce a la gente, conoce a muchos de los actores”.
El 29 de septiembre, el mismo día en que Trump y Netanyahu anunciaron su acuerdo sobre Gaza en la Casa Blanca, Kushner y el fondo soberano de Arabia Saudita comunicaron que habían llegado a un acuerdo de 55.000 millones de dólares para adquirir la empresa de videojuegos Electronic Arts.
Witkoff: el amigo que maniobra con Moscú
En cuanto a Steve Witkoff, que en unas recientes conversaciones reveladas por Bloomberg aparece maniobrando a favor del Kremlin en las negociaciones de paz, dirige una empresa de desarrollo e inversión inmobiliaria, y es amigo de toda la vida y compañero de golf de Trump, como recordó The Associated Press.
Witkoff conoció a Trump en la década de 1980, cuando trabajaba para un bufete de abogados especializado en bienes raíces que gestionó un negocio para Trump, quien también es promotor inmobiliario, según el testimonio que Witkoff prestó en el juicio civil por fraude contra el expresidente en 2023, recordó The Associated Press.
Witkoff testificó que, unos años después, se encontró con Trump en local de alimentación. Trump no llevaba dinero encima y le pidió a Witkoff que le pidiera un sándwich de jamón y queso suizo. Años después, cuando se volvieron a encontrar, Trump recordó el sándwich y los dos se hicieron amigos, dijo Witkoff, según AP.
Fue más que un amigo para Trump: Witkoff le donó millones a las causas políticas de Trump a lo largo de los años. También se asoció con Trump en la empresa de criptomonedas de la familia del presidente, World Liberty Financial, de la que es cofundador su hijo Zach Witkoff.
Witkoff comenzó como abogado inmobiliario y luego fundó una empresa de gestión centrada en edificios residenciales en Nueva York. En 1997, fundó su propia empresa inmobiliaria, Witkoff, de la que es presidente y director ejecutivo. Además, tiene casa en Florida, al igual que Trump, donde jugó al golf con él.
De hecho, Witkoff estaba en el campo de golf con Trump en West Palm Beach, Florida, en septiembre de 2024, durante el segundo intento de asesinato contra Trump el año pasado.
Witkoff también fue uno de los oradores elegidos por Trump en la Convención Nacional Republicana en julio del año pasado, junto con su hijo Zach, quien trabaja en la empresa inmobiliaria familiar.
Inicialmente nombrado enviado de Trump para Oriente Medio, Witkoff fue participando en negociaciones con Rusia para poner fin a la guerra en Ucrania, y se ha reunido con Vladímir Putin en varias ocasiones –la semana próxima volverá a reunirse en Moscú con el presidente ruso–.
Witkoff es el elegido por Trump para tratar con Moscú en lugar del secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, y de Keith Kellogg, quien fue designado como enviado para las conversaciones entre Rusia y Ucrania a principios de año y planea dejar la administración próximamente.
Witkoff tiene el logro de haber mantenido una primera reunión privada con Putin en febrero de más de tres horas. Los detalles de la reunión y lo que se discutió nunca se han revelado, y solo estuvieron presentes los traductores.
Witkoff también fue protagonista por afirmar que la “causa principal” de la guerra tenía que ver con que Ucrania era un “país falso”, en la línea argumental de Moscú. Y en el podcast de Tucker Carlson en marzo, dijo que Rusia consideraba cinco regiones de Ucrania como “legítimamente suyas”.
“¿Reconocerá el mundo que esos son territorios rusos? ¿Podrá Zelenski sobrevivir políticamente si lo reconoce? Esta es la cuestión central del conflicto”, dijo.
La última polémica sobre la connivencia con Rusia son las conversaciones reveladas por Bloomberg este martes, en que se le ve asesorando a Rusia sobre la mejor manera de abordar a Trump sobre el plan de paz para Ucrania.
Driscoll: el “chico de los drones”
El secretario del Ejército, Daniel Driscoll, se encontró a principios de noviembre en la Casa Blanca preparándose para un viaje a Kiev para hablar sobre tecnología de drones cuando recibió una inesperada tarea del presidente de EEUU: presionar a Ucrania para volver a la mesa de negociaciones, explicó CNN.
Con 39 años es el secretario del Ejército más joven de la historia, y amigo del vicepresidente de EEUU, JD Vance. Al igual que su amigo JD Vance, Driscoll asistió a una universidad pública antes de unirse al Ejército, y posteriormente obtuvo el título de abogado en la prestigiosa Universidad de Yale. Ambos trabajaron en el sector financiero tras graduarse, informa la BBC.
Driscoll estaba de vacaciones con su familia en Suiza en el verano de 2024 cuando Vance lo llamó para decirle que iba a ser el compañero de candidatura de Trump y le pidió que se uniera a la campaña.
Al día siguiente, Driscoll voló de regreso a Estados Unidos, compró un traje en un centro comercial y tomó un Uber para ir a la Convención Nacional Republicana, según contó a la revista de exalumnos de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, la institución donde cursó sus estudios de pregrado.
Una vez que Trump regresó a la presidencia, Driscoll fue rápidamente confirmado como secretario del Ejército en la votación del Senado. Su esfera de influencia se expandió después de convertirse en una figura clave en el despliegue de la Guardia Nacional por parte de Trump en varias ciudades estadounidenses. Posteriormente, también asumió el cargo de director interino de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos.
Los ucranianos confían en los oficiales del Ejército estadounidense, que han entrenado y equipado a sus fuerzas durante más de una década, y el perfil de Driscoll podría funcionar. Se vio con Zelenski el 20 de noviembre y se espera que vuelva a verse con representantes ucranianos en los próximos días tras reunirse con ellos en Abu Dabi a principios de semana.
Además, relató la CNN, a Trump también le cae bien Driscoll y se refiere a él como el “chico de los drones”, en referencia al trabajo de Driscoll en el desarrollo de nuevas tecnologías de drones para el Ejército. Así mismo, Trump suele pedir su opinión a Driscoll sobre “qué hacer con Ucrania” cada vez que está en la Casa Blanca.
Driscoll, señaló The Guardian, participó en el despliegue de la Guardia Nacional ordenado por Trump en ciudades demócratas con la excusa del mantenimiento del orden, una tarea que lo llevó a realizar visitas frecuentes a la Casa Blanca. También reforzó su reputación interna al asumir, desde abril, el cargo de director interino de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, sucediendo al director del FBI, Kash Patel, quien también había ocupado el puesto de forma temporal.
Hijo de un exsoldado que sirvió como infante en Vietnam, Driscoll sirvió en el ejército estadounidense durante más de tres años, incluyendo un despliegue de nueve meses en Irak en 2009. Su servicio se distinguió por varias condecoraciones militares, entre ellas la Medalla de Encomio del Ejército.
De momento, Kiev aceptó los “términos clave” de un acuerdo de paz que él y el secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, elaboraron con representantes ucranianos en Ginebra durante el fin de semana como enmienda al acuerdo inicial entre EEUU y Moscú.
La participación de Driscoll ejemplifica cómo Trump encarga a personas con las que tiene vínculos empresariales o personales que lideren las negociaciones en lugar de diplomáticos de carrera. Según la CNN, Driscoll se comunica con la Casa Blanca en cada paso del camino, con Trump emitiendo instrucciones a través de Vance y Witkoff.
Los rusos, con quienes Driscoll se reunió el lunes y el martes en Abu Dabi, aún no han dado su visto bueno al plan, que fue modificado significativamente con respecto a la propuesta original de 28 puntos, próxima a los intereses de Moscú.
Mientras Driscoll participaba en delicadas negociaciones diplomáticas en el extranjero sobre cuestiones de guerra y paz, el secretario de Guerra, Pete Hegseth, estaba en EEUU comandando una investigación sobre el senador demócrata y capitán del Ejército, Mark Kelly.
El jefe del Pentágono fue quien suspendió los envíos de armas estadounidenses en varias ocasiones sin informar previamente ni a ellos ni a la Casa Blanca, y quien descartó la adhesión de Ucrania a la OTAN en una de sus primeras reuniones en Bruselas a principios de este año.
Días antes de partir hacia Ucrania, Driscoll describió en el podcast The Conversation cómo imaginaba el futuro próximo, con “cada soldado de infantería llevando un dron a la batalla”, con los soldados dependiendo de la inteligencia artificial porque el cerebro humano no podrá “seguir el ritmo” de la acción.
“El momento para el cambio es ahora”, afirmó en un discurso en octubre citado por la BBC. “Y ganaremos con silicio y software, no con la sangre y los cuerpos de nuestros soldados”.