La CGT define este miércoles los nuevos nombres de su cúpula sindical para los próximos cuatro años y tendrá el desafío inmediato de discutir la reforma laboral que impulsa el Gobierno de Javier Milei. En un congreso nacional en el estadio de Obras Sanitarias, la central obrera elegirá la conducción que reemplazará al triunvirato actual integrado por Héctor Daer, Carlos Acuña y Octavio Argüello. Para sucederlos ya hay dos nombres asegurados, mientras sigue abierta la posibilidad de que se sume una mujer dirigente, según supo elDiarioAR de fuentes vinculadas al poder sindical.
La apuesta de “unidad” entre los sectores de “los Gordos” –como se conoce a los gremios grandes y con mayor peso político– y los “independientes” apunta a Jorge Sola, del sindicato del Seguro, y Cristian Jerónimo, del gremio del Vidrio. La tercera silla del nuevo triunvirato se discutía al cierre de esta nota entre Maia Volcovinsky, de Judiciales, o la continuidad de Argüello, un camionero respaldado por Hugo Moyano.
La posibilidad de que una mujer integre la conducción no es sencilla para una organización burocrática y tradicionalista como la CGT. El único antecedente fue el de Susana Stochero, en 2004.
“Veremos si se integra el género, se irá conversando. Pero la experiencia y la sabiduría van a estar, y se van a combinar con la novedad”, planteó a este medio Omar Plaini, histórico dirigente de los canillitas, quien evitó detallar los nombres en juego.
“La CGT va a tener nueva conducción. Hay dos lugares casi confirmados y el tercero juega en el equilibrio. No puede ser ni de un espacio ni de otro. La idea de que sea una mujer no sería por cupo, sino como resultado de un proceso transversal que incluye a mujeres de casi cien gremios”, explicó en off un vocero al tanto de las conversaciones en Azopardo. “Lo del triunvirato, cerrado. Lo de los nombres, semicerrado. Lo más probable es que lo complete Argüello”, agregó una tercera fuente sindical.
El congreso de este miércoles se destrabó luego de reuniones frenéticas en las últimas 48 horas. La última señal para un acuerdo la dio Armando Cavalieri (Comercio), quien había amenazado con pedir una postergación, una postura que aún mantiene Luis Barrionuevo (gastronómicos). Las dudas surgieron sobre la conveniencia de definir nombres en un contexto donde se avecina una discusión abierta con el Gobierno.
En la CGT cayeron muy mal las declaraciones de Federico Sturzenegger, quien advirtió desde España que el proyecto de reforma laboral que el oficialismo planea tratar en sesiones extraordinarias buscará “desarticular la estructura sindical”.
Sturzenegger nunca participó de una paritaria
“Sturzenegger nunca participó de una paritaria. No compartimos nada con el Gobierno, que habla todo el tiempo de finanzas y no de producción o trabajo”, sostuvo Plaini, y agregó: “La reforma laboral es negativa. No hay evidencia empírica de que la situación de los trabajadores mejore debilitando sus derechos. Esto es un capricho del Gobierno en esa utopía de que el Estado es el mal”.
Pese a la dureza de las críticas, por ahora en la central obrera está descartada una convocatoria a paro, mientras los sectores más combativos de la izquierda sindical reclaman “un plan de lucha permanente”. En la CGT entienden que el proyecto de reforma laboral aún no fue presentado en el Congreso, donde tendrá como principales promotores a Diego Santilli, flamante ministro del Interior, y a Patricia Bullrich, como jefa libertaria en el Senado. En los últimos dos años, la CGT ya realizó tres paros generales.
Entre los sindicalistas y el Gobierno, sin embargo, subsiste una vía de diálogo institucional: el jefe de la UOCRA, Gerardo Martínez, integra el Consejo de Mayo que preside el jefe de Gabinete, ahora Manuel Adorni.
La cumbre sindical que definirá este miércoles la nueva conducción de la CGT, por un mandato de cuatro años, implica la movilización de un cuerpo colegiado de 224 organizaciones y la participación de más de 2000 congresales.