Unos 35 millones de argentinos decidirán este domingo quién será el próximo Presidente de la Nación al participar del balotaje entre los candidatos de Unión por la Patria (UP), Sergio Massa, y de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei. En lo que está previsto como un escenario ajustado, quien obtenga la mayor cantidad de votos ocupará el sillón de Rivadavia desde el 10 de diciembre.
El electorado de los 24 distritos del país deberá optar sólo entre dos boletas, y de acuerdo al artículo 155 del Código Electoral Nacional, “en la segunda vuelta participarán solamente las dos fórmulas más votadas en la primera, resultando electa la que obtenga mayor número de votos afirmativos válidamente emitidos”.
Esto significa que el ganador será quien obtenga más votos, sin importar la diferencia entre ambos o el resultado en términos porcentuales. De todos modos, si la diferencia es excesivamente ajustada (por debajo del punto porcentual, escenario que habilitan las encuestas que hablan de “empate técnico”) es posible que ninguno de los dos candidatos pueda proclamarse ganador inmediatamente y sea necesario esperar al escrutinio definitivo, que comenzará 48 horas después de la elección y finalizará en un plazo de no más de diez días corridos.