Luego de asegurarse el dictamen de mayoría –aunque con disidencias– para la ley de Bases, el oficialismo en Diputados avanzó este jueves por la tarde también con el paquete fiscal, que incluye cambios clave en el monotributo, un blanqueo de capitales y la restitución de Ganancias bajo otro nombre. Los libertarios juntaron la mayor cantidad de firmas para lograr despacho a partir del acuerdo entre el Gobierno y sus aliados del PRO, la UCR, Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal.
El proyecto comenzó a tratarse a partir de las 16 en la comisión de Presupuesto, conducida por José Luis Espert, al mismo momento en que se confirmó la convocatoria a una sesión especial en el recinto para votar la ley de Bases y el propio paquete fiscal el lunes próximo desde las 11 de la mañana. Esa señal ya daba por descontado que el apoyo a la iniciativa oficialista estaba abroquelado, pese a que fue muy cuestionado por la oposición peronista y de izquierda su gen “regresivo”. Finalmente hubo 27 firmas en apoyo a la iniciativa oficialista, con 7 disidencias, de un total de 49 diputados presentes en el anexo de la Cámara baja.
En las últimas horas el cambio más significativo que tuvo el proyecto de ley fue sobre Ganancias, cuya actualización se adelantó un mes a la propuesta original: ahora es por el trimestre de junio a agosto. La reincorporación del impuesto a las Ganancias a la cuarta categoría, ahora rebautizado a los ingresos personales, establece que quienes cobren más de $1,8 millones bruto por mes, volverían a tributar el impuesto que fue eliminado en septiembre de 2023. Su actualización desde 2025 será semestral.
Entre otras novedades el paquete fiscal prácticamente elimina el monotributo social. El pago mínimo pasó de $3.200 a $26.600 para los más de 600.000 trabajadores que facturan menos de $175.000 mensuales. Para el resto de los monotributistas, se incrementan las escalas de facturación, pero también los importes a pagar por mes: para la categoría A, el aumento del impuesto integrado sería de 119%.
La iniciativa impulsa también una moratoria para deudas impositivas, aduaneras y de la seguridad social, bajo el título de “Régimen de Regularización Excepcional”. Permite mediante la condonación de intereses y planes de pago regularizar la situación ante el fisco.
Otro capítulo en el paquete contempla un blanqueo de capitales como es habitual cada vez que un nuevo gobierno asume en Argentina. La “Regularización de activos” mileísta propone que hasta 100.000 dólares el impuesto a pagar sea nulo, mientras que por el excedente se cobre una alícuota de 5, 10 o 15% según el período temporal en el que se ingrese al blanqueo, sin importar los montos declarados.
Para el efectivo que sea depositado en entidades financieras o en sociedades de bolsa, el costo del blanqueo también es cero si no retiran el dinero hasta el 31 de diciembre de 2025. Este beneficio no presenta ningún tope: es sin cargo tanto para quien blanquea 10.000, 100.000 o 1 millón de dólares. El apartado tiene un trasfondo polémico sobre todo porque el Presidente celebró en el Foro Llao Llao que “los que fugan son héroes que escapan de las garras del Estado”.
Finalmente, el “premio” por blanquear los dólares es una reducción de alícuotas del Impuesto a los Bienes Personales: no sólo no abonarán nada si depositan los dólares en el banco, sino que anualmente se propone que se pague por esa tenencia cada vez menos. En el nuevo esquema para 2023 la alícuota máxima baja a 1,5% (0,75 puntos porcentuales menos que lo vigente), con reducciones graduales hasta llegar al año 2027 con una alícuota única de 0,25%.
Además se agregó “un beneficio para el contribuyente cumplidor”, apuntó una fuente parlamentaria, de medio punto de alícuota. “Puede a algunos hacer evaluar si entrar en el REIBP o seguir pagando normalmente”, agregó la voz especializada. Se plantea un beneficio hasta 2038. Gozará de un beneficio hasta el año 2038.
MC/JJD