Entrevista

Nicolás Arceo: “Visto en perspectiva histórica, el aumento de tarifas no es tan significativo”

Nicolás Arceo es economista recibido en la Universidad de Buenos Aires. Fue subsecretario de Planificación Económica bajo la gestión de Axel Kicillof en el Ministerio de Economía. Fue vicepresidente de YPF durante la gestión de Miguel Galuccio (2012-2015) y es ahora director de la consultora Economía y Energía.

En esta entrevista, analiza el funcionamiento del sector energético en la Argentina y el potencial de Vaca Muerta y explica los cambios necesarios para que el país pueda exportar más y cómo el gobierno de Javier Milei decidió aumentar las tarifas y por qué.

-En una semana arranca una nueva ronda de aumentos de tarifas en la luz y en el gas. Empieza la indexación automática mensual de dos componentes que son el transporte y la distribución de la energía, que explican en parte el aumento de tarifas. ¿En qué etapa estamos? ¿Qué hay detrás de este aumento de tarifa que está impactando ya en muchos hogares y también en mucha pequeña y mediana industria?

-Lo que está llegando ahora son los aumentos de energía eléctrica que están vigentes desde el 1 de febrero. El aumento tarifario en gas natural es a partir del 1 de abril, con lo cual el impacto en la tarifa se va a ver en 45 días. No es algo que esté llegando a los hogares. Lo que se había dado a lo largo de todo el año pasado fue después de los aumentos en marzo y en junio del año 2023 hubo un congelamiento tarifario durante todo el segundo semestre y la depreciación de la moneda y la inflación lo que determinaron fue un abaratamiento en términos reales muy fuerte de las tarifas. El Gobierno a partir de febrero empieza con un aumento bastante significativo en energía eléctrica, que, en definitiva, el aumento es en torno al 250% y vuelve las tarifas en términos reales a los niveles que habían alcanzado en marzo del año 2023 y que después se habían ido abaratando. En el caso del gas natural, los incrementos vigentes a partir de abril son bastante más significativos. Hay una modificación estructural de los cuadros tarifarios. En esto me voy a detener un segundito. Lo que recibe la gente en la casa está formado fundamentalmente por cuatro componentes: el valor agregado de distribución, que es lo que cobran las distribuidoras por suministrar el servicio, el valor agregado de transporte, el costo del gas natural e impuestos. El gobierno lo que hizo fue aumentar el precio del gas natural para disminuir los subsidios. Lo que vale destacar es que aún en los hogares nivel uno sigue habiendo subsidios. El Gobierno lo que hizo fue incrementar el precio del gas natural hasta los 4,5 dólares por millón de BTU en invierno y 2,9 por fuera del período invernal. Es todo un promedio de 3 dólares y medio por millón de BTU a lo largo del año. El costo de abastecimiento de Argentina hoy está en 4,7 dólares por millón de BTU. Con lo cual, en primer término, a pesar de los incrementos tarifarios, sigue habiendo subsidios.

-Incluso para sectores de mayores ingresos.

-Incluso para sectores de mayores ingresos, para el nivel uno. Y el Gobierno además lo que dio fue una muy fuerte recomposición en valor agregado de distribución y transporte. Estos incrementos lo que van a determinar es un aumento dependiendo del nivel, de la distribuidora, porque los incrementos no son homogéneos a nivel país, en torno al 400% para nivel uno y aumentos en torno al 500% para nivel dos y para nivel tres, a pesar que para nivel dos y para nivel tres, el gobierno mantiene un nivel de subsidio elevado en la provisión de gas natural. A los hogares nivel dos, que son los hogares de bajos ingresos, el costo que se cobra en la tarifa es de 0,8 dólares por millón de BTU, cuando el costo de abastecimiento promedio es de 4,7. A pesar de que pagan una parte muy chiquitita, van a tener un aumento de tarifas significativo, fundamentalmente por la recomposición del valor agregado de distribución. Y acá quiero marcar algo. El aumento porcentual es muy grande porque veníamos de tarifas muy bajas. Cuando uno ve la tarifa en términos constantes de largo plazo, las tarifas para nivel uno están aproximadamente un 15 o 18% por debajo de las del año 2019 y para nivel dos y para nivel tres los descuentos están entre el 30 y el 50%. Hay un aumento de tarifas muy fuerte en términos porcentuales respecto al año pasado. Visto un poco más en perspectiva histórica, el aumento de tarifas no es tan significativo.

-Pero pega en el medio de una crisis fenomenal, con una inflación descontrolada, salarios que están muy golpeados. Y hay una discusión, por supuesto, entre los especialistas y entre los distintos técnicos. Esto que vos marcabas: se atrasa demasiado la tarifa, después viene un gobierno y, en este caso, yo te diría parecido a lo de Macri, porque Macri fue gradualista en algunas cosas, pero en tarifas aumentó muy fuerte. Eso le generó muchas protestas. Algunos piensan que fue uno de los motivos de su derrota. ¿Y qué está haciendo Milei? ¿Está recorriendo el mismo camino Milei con Rodríguez Chirillo, que es su secretario de Energía? ¿Se diferencian de lo que hizo Macri y tratan de tener otra alternativa? Porque para el que consume es parecido el sablazo. Es un tarifazo muy fuerte en un contexto de crisis.

-Es una respuesta compleja de dar. La política tarifaria en Argentina es un péndulo. Vamos de una punta a la otra a lo largo del tiempo y por eso las variaciones porcentuales son tan significativas. En términos constantes de poder adquisitivo, deflactado por inflación, las tarifas estaban casi un 20% por debajo del año 2019, y el 2019 ya estaba más bajo que el 17 y el 18. Con lo cual me parece que no hay una magnitud en términos reales de incremento de tarifas como se dio durante los primeros años del gobierno de Macri.

-O sea, ¿es menor este tarifazo?

-Sí, en un contexto económico infinitamente más precario, con un salario real mucho más deprimido. ¿Qué quiero decir con esto? Cuando uno ve la factura en términos reales, está un 20% por debajo del 19. Cuando lo ves en relación al poder adquisitivo de la población, el impacto es significativo porque cayeron significativamente los salarios reales desde el inicio de la crisis en abril del 18.

-Leía incluso en una de las notas de los últimos días que en cuatro meses se duplicó el peso de las tarifas en el ingreso de las familias. Un hogar promedio gasta en el AMBA $102.000 en cubrir necesidades energéticas, de transporte y de agua. Pero es el doble de lo que gastaba como porcentaje del sueldo en tarifas antes de que asumiera Milei.

-Sí, es cierto. También lo que es cierto es que que la tarifa no aumente implica subsidios. Y el conjunto de la sociedad termina pagando ese nivel de subsidios. Me parece que acá hay una discusión medio de fondo que es que en general la gente cree que lo que no paga de tarifa no lo paga nadie y en realidad sí, lo paga el Estado y lo paga el Estado con recaudación y, en definitiva, con lo que pagamos y aportamos todos.

-Está me parece un poco ya planteada esa idea de que los subsidios y la tarifa muy baja generan inflación. Lo planteaba Guzmán, lo planteaba Kulfas. Hubo una discusión en el Frente de Todos. También, por supuesto lo plantea este gobierno. El tema es, me parece, ¿gradualismo o shock? Porque acá lo que vemos es ajuste de shock. Hay dos empresas muy grandes transportadoras gas: transportadora de gas del norte (Techint), transportadora de gas del sur (Mindlin + Sielecki y más socios brasileños, si no me equivoco). La decisión del gobierno fue devolverles rentabilidad en un solo acto. Alguien me decía: nadie les pidió tanto. ¿Y qué busca el Gobierno con esto? ¿Por qué el Gobierno busca devolver la rentabilidad perdida en un solo acto, en un solo movimiento?

-Hay una decisión de política pública que fue recomponer la caja de distribuidoras y transportistas en línea con la última revisión tarifaria integral que se había realizado en el año 2017. Hubo una recomposición fuerte, no se llegó a eso, pero claramente se está mucho más cerca para firmar una revisión tarifaria integral. Y el Gobierno sacrificó recursos fiscales para eso. Podría haber aumentado más el precio del gas en boca de pozo o el precio estacional de la energía eléctrica, y se privilegió la recomposición de distribuidoras y transportistas. Y acá hay una discusión fina. ¿Era posible no recomponer ingresos de distribuidoras y transportistas? No, porque estaba ya en peligro la cadena de pagos. Las distribuidoras en el AMBA de energía eléctrica no le estaban pagando a CAMMESA, con lo cual tenía que haber una recomposición. Ahora sí es una discusión posible si esa recomposición la tenías que hacer en un acto o ibas a armar una escalerita para llegar a una recomposición en 2025. En definitiva, son decisiones de política pública.

-CAMMESA es la cámara mayorista, donde el Estado es un actor central y es como un intermediario. Están las generadoras de energía a las cuales CAMMESA les está debiendo alrededor de 1.200 millones de de dólares, según los números que circularon. Después están las distribuidoras, que son las que nos mandan la factura: Edenor y Edesur, en el resto del país, Eden, Edelap. ¿Qué está pasando ahí? Leía en los últimos días en Econojournal que el gobierno se sobregira y está pateando esa deuda de 1.200 millones de dólares con las grandes generadoras. Ahí está también otra vez Marcelo Mindlin, el dueño de Pampa Energía, que es dueño de varias centrales que generan energía en la Argentina. Son 1.200 millones de dólares. Hay una amenaza de default. ¿Qué intenta hacer el Gobierno? Porque uno cuando no conoce, cuando está más lejos de la discusión dentro del sector, dice: bueno, el Gobierno está haciendo todo a favor de las empresas. Sin embargo, vemos que hay peleas también del Gobierno con las empresas.

-Sí, centralmente no está pagando la transacción de CAMMESA. ¿Qué es CAMMESA? Es el organismo agregador, es una empresa privada agregadora, bajo control del Estado federal, en donde CAMMESA le vende la energía a las distribuidoras de energía eléctrica. Las distribuidoras de energía eléctrica le pagan por esa energía. Ahora, después vamos a a profundizar un poco sobre eso. CAMMESA se da vuelta y le paga a los generadores de energía eléctrica y a los productores de gas natural por venderle el gas natural a las generadoras. ¿Qué rol tuvo central CAMMESA en los últimos 15 años en la Argentina? Por ejemplo, en marzo generar un megavatio le costó al Estado argentino 59 dólares por mega. La demanda, la gente, la industria, el comercio en promedio pagan 37 dólares por mega, con lo cual hay un subsidio de 22 dólares por mega que históricamente el Estado le transfería los recursos a Cammesa para que Cammesa se diera vuelta y le pagara a generadores y productores de gas. ¿Qué es lo que pasó a partir de diciembre? El Gobierno transfirió muy pocos recursos a Cammesa, transfirió menos de 300 millones de dólares desde enero en adelante. Y esto lo que determinó es que la transacción se atrasara, no pagaran la transacción de diciembre, enero y febrero. ¿Esto es nuevo en la historia económica argentina? No. Pasó un montón de veces. Pasó a fines del gobierno de Macri, al inicio del gobierno de Alberto Fernández. Cuando comenzó la gestión Batakis-Massa también hubo atraso. La característica o el detalle en este contexto es que este atraso es bastante significativo, más significativo que en otros períodos. ¿Centralmente por qué? Porque ese recursos que no le transfiere el Estado a CAMMESA, en definitiva, no le aumentan la deuda flotante al Estado federal, con lo cual te baja artificialmente el déficit primario.

-Esto tiene que ver con la cadena nacional que vimos el lunes: el presidente festejando con su equipo económico, los funcionarios del Banco Central, el superávit financiero. Pero muchos, por supuesto de la oposición, pero incluso algunos dentro del sector empresario dicen: está sentado sobre la caja, está pateando obligaciones. Se habla incluso de un bono del tipo del Bopreal. No sé si eso es posible o no, pero así como hay una deuda con los importadores, que era una deuda en pesos, el gobierno transformó eso en un bono en dólares para pagar importaciones en un futuro mediato. Ahora se dice lo mismo. Se habla de que el gobierno va a compensar a estas grandes generadoras de energía eléctrica, a las cuales le debe 1.200 millones de dólares, que cotizan en bolsa en Nueva York, con un bono. ¿Lo ves viable a eso? Porque es deuda que el gobierno tiene y que Milei está barriendo bajo la alfombra.

-Sí, creo que es viable y no es nuevo. Macri hizo lo mismo con la deuda del Plan Gas que había heredado del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. No es algo nuevo. Me parece que es viable y posible que las empresas del sector acuerden un bono por el pago de la deuda. La gran pregunta que hay dando vueltas es cómo se regulariza el pago del flujo de acá en adelante. Porque CAMMESA va a requerir subsidios a lo largo de este año con estos cuadros tarifarios. A pesar de los incrementos, de todas formas, dado los subsidios a los hogares nivel dos de ingresos bajos y nivel tres de ingresos medios, el Estado va a tener que transferir recursos a CAMMESA para pagarle a generadoras, transportistas y productoras de gas natural.

-Mes a mes, aparte de esta deuda que se generó. Ahora, ¿no es una deuda en pesos que el gobierno está dolarizando, como en el caso del Bopreal? Si hubiera un bono para las generadoras, ¿no está el gobierno comprometiéndose a cumplir con las empresas en dólares, cuando hoy la deuda es en pesos?

-Ahí se entra en el finito. La deuda en general es en pesos actualizada por tasa de interés, con lo cual se va incrementando y además hay parte de la deuda o parte del gasto de CAMMESA, que es en dólares, porque los contratos de ampliación de la potencia térmica a lo largo de los últimos 10, 15 años se fijaron en dólares, entre ellos el Renovar, con lo cual hay de todo un poco ahí: hay pesos, dólares, hay de todo.

-Un actor central de la economía argentina, sobre todo después de que se reestatizó es YPF, la empresa más importante de la Argentina. Después de que empezó la exploración, empezó la era de los no convencionales en Vaca Muerta. Fuiste parte del directorio de YPF. ¿Cómo ves vos la llegada de Horacio Marín? ¿Quién es Horacio Marín, el nuevo CEO de YPF? Alguien que reúne dos funciones que durante el Frente de Todos estaban divididas. Galuccio ocupaba esas dos funciones. Era presidente y CEO de la compañía. En cambio, durante la era del Frente de Todos había dos funcionarios distintos. Había dos cabezas en YPF. Ahora Horacio Marín, un ex Tecpetrol, 35 años trabajando en una empresa del grupo Techint, llega a YPF. Y empieza una nueva era. ¿Cómo ves que haya sido designado Marín? ¿Qué sabés de él? ¿Qué podés decir para el que no lo conoce?

-En primer término, creo que fue un acierto fusionar la función de presidente y CEO. Era algo que había tenido la gestión de Galuccio en YPF entre 2012 y 2015 y se había abandonado a partir del 2016. Durante la administración Cambiemos y la administración del Frente de Todos había un presidente y otra persona era CEO. A lo largo de esos ocho años hubo choques reiterados. No es un problema de las personas. Es un problema que una compañía del tamaño de YPF con dos cabezas es complicado que funcione. Porque cambiaron muchos CEOs, cambiaron muchos presidentes y nunca terminó de funcionar, con lo cual creo que fue acertada la decisión de nombrar a una persona, presidente y CEO de la compañía. ¿Quién es Marín? Marín es o era el director de Upstream de Tecpetrol. Tiene más de tres décadas de experiencia en el sector. Es una persona ampliamente reconocida en el sector y es un buen candidato y un buen perfil para YPF.

-En los últimos días hay una polémica porque circuló información sobre que el directorio de YPF está a punto de aprobar en una asamblea un aumento de sueldo para sus directores. Se habla de 72.000 dólares por mes que van a cobrar cada uno de los directores. Eso generó polémica, pero te quiero preguntar más sobre sobre la gestión de Marín, lo que vos ves, porque una de las cosas que Marín plantea es que hay un problema de infraestructura en Vaca Muerta. ¿Cuál es ese problema? ¿Está el Gobierno en condiciones de solucionarlo? ¿De cuándo viene ese problema? ¿Por qué necesita el sector resolver el problema de infraestructura en Vaca Muerta?

-Vaca Muerta no tiene un problema, tiene un problemón en términos de infraestructura. Tiene un problema en términos de infraestructura de gas natural para lograr movilizar gas desde cuenca neuquina al resto del país. Y tiene un problema también en términos de evacuación de crudo. No es un problema nuevo, es un problema que empezó con el boom de Vaca Muerta y que se agudizó a partir del año 2020, 2021. Hoy, en el caso de la producción de petróleo, la capacidad de evacuación de crudo desde Neuquén al Atlántico está saturada. Está lleno el caño. Está a máxima capacidad dentro de lo que se puede hoy el oleoducto trasandino, el OTASA, que hoy se está exportando en torno a 40.000 barriles/día, pero la idea es que se vaya incrementando para en 2025 lograr exportar 110.000 barriles/día. Y resolver este cuello de transporte es central para seguir incrementando la producción de petróleo en la Argentina. Hoy no te aumenta más la producción de petróleo porque no hay capacidad de evacuación desde cuenca neuquina. Entra una ampliación de Oldelval, que es el oleoducto que conecta Neuquén con Bahía Blanca, para exportar de 77.000 barriles/día en octubre o noviembre. Entra una segunda parte. Finaliza el programa Duplicar de Oldelval a mediados del año que viene, incorporando más capacidad de transporte. Pero dada la potencialidad que tiene Vaca Muerta, que es lo que plantea Marín, lo que se necesita es un nuevo oleoducto. Y acá hay una discusión en torno a la industria que supongo que se va a resolver en los próximos meses. Es si el nuevo oleoducto es Vaca Muerta Sur, que es armar una nueva terminal de exportación en Río Negro, o el programa Triplicar de Odelval, que es armar un oleoducto nuevo paralelo a la traza actual del oleoducto. Ahora, es central para que Argentina aumente las exportaciones de petróleo, que se incremente la capacidad de transporte. Eso en términos de petróleo.

-Eso tiene que ver con el Gasoducto Néstor Kirchner. En este caso, el Gobierno está frenando el Gasoducto Néstor Kirchner. Hay un conflicto. Creo que pidió una rebaja el Gobierno a Techint, por lo que leí. ¿Qué está pasando? Porque estaba el Reversal por un lado, que era una parte de la extensión. Había un primer tramo, el que inauguraron en su momento Massa, Alberto Fernández, Cristina Fernández. Pero todavía falta mucho.

-Se inauguró la primera etapa del Gasoducto Néstor Kirchner, que entró en operación en agosto del año pasado. A comienzos de este año deberían haber entrado las plantas compresoras. Las plantas compresoras lo que te permiten es mandar más gas por el caño. Hoy el gasoducto tiene una capacidad de 11 millones de metros cúbicos/día. Con el aumento de compresión pasa a 21. Está atrasado el ingreso de las compresoras. Se prevé que las compresoras van a entrar a fines de junio la primera y en julio, agosto la segunda. Con lo cual tendrías una capacidad de evacuación incremental en torno a los 21 millones de metros cúbicos/día, que eso lo que implica son 21 millones de metros cúbicos/día menos de gas natural que Argentina importa, sea GNL o sea gasoil, para el sistema de generación eléctrica.

-Ahorro de dólares.

-El segundo punto es la reversión de TGN. Argentina, históricamente, al norte lo abasteció con gas boliviano. Bolivia está priorizando Brasil y le está declinando la producción. La reversión de TGN lo que te permitiría es llevar gas desde cuenca neuquina para abastecer todo el norte y centralmente garantizar un despacho eficiente de los ciclos combinados en San Miguel de Tucumán, que son muy eficientes y que hoy tienen un bajo factor de despacho producto de la menor disponibilidad de gas natural. Esa obra teóricamente entra en septiembre u octubre. Lo que quedó en el limbo es la ampliación del Gasoducto Néstor Kirchner, la segunda etapa, que todavía no se licitó, que son 22 millones de metros cúbicos/día adicional y que lo que permitirían en invierno es bajar sustantivamente la importación de GNL y de líquidos, y que hoy quedó en un limbo, centralmente, porque el Gobierno lo que dice es que lo haga la iniciativa privada. En este contexto financiero y con el grado de utilización que tendría ese gasoducto para los picos de invierno, difícilmente el sector privado lleve adelante esa inversión, aunque sistémicamente implicaría ahorros para la economía en su conjunto.

-En una economía que tiene muchos perdedores, una brutal transferencia de ingresos, pareciera que el sector petrolero es uno de los grandes ganadores. Pero está el tema de la inversión, está el tema de la infraestructura, lo que vos estabas mencionando. El sector privado dice no están dadas las condiciones, el Estado dice que inviertan los privados. Si uno lo escucha a Paolo Rocca, hombre central en todas las eras, en todos los tiempos, con intereses muy fuertes en Vaca Muerta. Estuvo en Houston hace menos de un mes y dijo: creo que el programa va a ser exitoso. Y reclamó la Ley de Hidrocarburos. En realidad, la reforma de la Ley de Hidrocarburos, que está dentro de la Ley Bases que fracasó en el Congreso, que ahora el Gobierno quiere volver a aprobarla. Y después está también esta demanda del sector, creo que histórica, de tener precios de exportación. ¿Cómo ves eso? Porque desde afuera, otra vez, parece que las petroleras están de fiesta, pero le están reclamando al gobierno que apruebe leyes, que dé garantías, que les dé este precio de exportación.

-Hay varias respuestas a varias cosas. Vaca Muerta viene creciendo y el sector viene creciendo y creció a lo largo de los últimos cuatro o cinco años, a pesar de la crisis económica. Me parece que Vaca Muerta demostró competitividad a nivel internacional y aún en un contexto económicamente muy ácido, como el de los últimos cuatro o seis años, Vaca Muerta creció. Pasamos de producir 450.000 barriles/día de petróleo en 2017. Hoy estamos produciendo 690.000 barriles/día de petróleo. Hubo un crecimiento bastante vertiginoso de la producción de petróleo y una recuperación de la producción de gas natural a lo largo de los últimos años. Me parece que lo que se está discutiendo para adelante es cuán rápido va a crecer Vaca Muerta, no si va a crecer o no. Crecer, va a crecer. La pregunta es cuán rápido crece. Y esa pregunta es relevante porque estamos en un contexto de transición energética y si queremos aprovechar los recursos que tenemos debajo de la tierra, lo que tenemos es que valorizar esos recursos lo más rápido posible. En términos de la ley, el proyecto de ley que envió el gobierno, yo tengo una visión bastante crítica en el sentido de que me parece que declarativamente dice muchas cosas. En términos concretos no cambia demasiado el status quo. No hay un gran cambio. ¿Cuál es el reclamo de la industria petrolera? Es un precio en el mercado local similar al precio de paridad de exportación, más, menos un determinado nivel de retenciones, y el punto central es: Argentina compite con otras cuencas productivas a nivel mundial para atraer inversión. Y si tenés un precio local muy desfasado del precio internacional, esa inversión va a otros lados. Y me parece que el ejemplo claro fue la política llevada adelante por Brasil. Brasil garantizó un precio del crudo en el mercado local relativamente alineado con el precio internacional a lo largo de las últimas dos o tres décadas. Brasil producía más o menos lo mismo que Argentina a fines de la década del 90. Hoy produce 3.300.000 barriles y Argentina produce menos que en la década del 90. ¿Esto qué implica? Que Argentina va a tener que tener siempre precio internacional. Necesariamente vas a tener que armar algún mecanismo de amortiguación, porque si tenés una devaluación del tipo de cambio o un aumento vertiginoso del Brent porque un misil pegó en algún lugar que no tenía que pegar, no lo vas a poder trasladar automáticamente a la demanda local. Claramente debería haber un mecanismo de amortiguación, pero sí tendría que haber una señal de precios local alineada con los precios internacionales. Y un comentario más es: esto no implica que tenga que pasar siempre. ¿Vaca Muerta qué te garantiza? Que una vez que tengas un nivel de exportación muy alto y tu mercado local sea una fracción chica de tu volumen de producción, vos ahí vas a poder bajar y tener energía barata y medio.

-En el medio tenés aumento en el surtidor fuerte y algunos como Axel Kicillof, que lo escuchaba hace algún tiempo en alguna entrevista, decían: ¿por qué tenemos que pagar el precio del crudo a precio internacional o tener la nafta o los combustibles a precio internacional cuando somos un país productor? Está esa discusión, que la habrás vivido desde adentro, incluso durante el kirchnerismo. ¿Por un gobierno o un país debe renunciar, aunque sea en el corto plazo, al abastecimiento interno? ¿Esto es así, no es así, cómo lo ves vos?

-Yo creo que los países no pueden renunciar al abastecimiento interno. Todos los países garantizan su abastecimiento. Lo que se está discutiendo es cómo canalizar esa inversión. Y si competís con inversión que va a Guyana, a Colombia o a Brasil, tenés que tener un precio atractivo, porque Vaca Muerta es competitivo a nivel internacional, pero no tiene la competitividad, por ejemplo, del sector agropecuario pampeano. El sector agropecuario pampeano es un sector extremadamente competitivo a nivel internacional y vos le aplicás retenciones y sigue produciendo, por decirlo de alguna manera. Vaca Muerta es competitivo, pero no está entre los grandes jugadores mundiales. Para dar una idea, el costo de desarrollo en Arabia Saudita está en torno a los ocho o nueve dólares. Es un valor infinitamente más bajo que el costo de desarrollo en la Argentina. ¿Qué quiero marcar con esto? Para que Vaca Muerta sea competitivo y venga inversión extranjera directa para desarrollar esos recursos, lo que necesitas es un precio relativamente similar a otras cuencas productoras a nivel mundial.

Entrevista realizada por Diego Genoud en su programa Fuera de Tiempo (Radio Con Vos).

DG/CRM