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Sospecha de dádivas

Números que no cierran: Milei sigue sin explicar quién le paga la estadía en el hotel Libertador

Javier Milei retrasa su mudanza a Olivos; vive desde las elecciones generales en el hotel Libertador.

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Javier Milei tiene pendiente explicar los costos de su estadía en el hotel Libertador, propiedad del empresario Eduardo Elsztain, donde todavía vive. Pasó allí sus últimos 50 días como diputado nacional, el período entre la primera vuelta electoral y la asunción presidencial, y sus primeras tres semanas como jefe de Estado. Tanto en su rol de legislador como de presidente de la Nación debe aclarar una situación que lo expone a posibles sospechas de dádivas, un delito con penas de hasta dos años de prisión e inhabilitación para ejercer cargos públicos. 

Cuando era diputado y candidato presidencial, Milei se hospedó en el establecimiento del centro porteño, que transformó en su búnker de campaña y residencia. Una vez electo, extendió su estadía en el Libertador mientras se terminan de construir los caniles para sus perros en la Quinta de Olivos, residencia oficial del Presidente. 

elDiarioAR envió seis preguntas sobre la estadía de Milei en el Libertador al área de Comunicación del Gobierno pero la respuesta fue que la información “se dará a conocer en los próximos días”. Este medio había solicitado al Ejecutivo responder sobre el precio de la suite que ocupa el presidente Milei así como de las habitaciones que ocupa la comitiva presidencial y las salas de reuniones del hotel que utiliza Milei. También cuántos días lleva hospedado el mandatario en el hotel Libertador y cuál ha sido la modalidad de pago acordada. Los gastos en el hospedaje no se especifican en el informe prelimiar de gastos de campaña.

El vocero presidencial, Manuel Adorni, había dado la misma respuesta a la periodista que consultó por la estadía del Presidente en el hotel durante una de las últimas ruedas de prensa matutinas en Casa Rosada.

Eduardo Elsztain, dueño del grupo IRSA, propietaria de la mayoría de los shoppings de Buenos Aires y otras ciudades del país, y de la agropecuaria Cresud, forjó una relación personal con Milei y lo acompañó en su viaje a los Estados Unidos, además de asistir a su asunción como presidente.

Hasta el momento, la información que proveyeron fuentes directas del ámbito hotelero con conocimiento del caso es que Milei ocupa una suite normal. Tiene un dormitorio, escritorio y una sala de estar. Las fuentes aseguraron que el hotel le ofreció ocupar la suite presidencial pero que el candidato declinó la oferta. Durante la campaña, sin embargo, la información que circuló dentro del hotel fue otra: que Milei ocupaba la suite presidencial y parte de las habitaciones vecinas para su personal de seguridad privada.

Se estima que Milei durmió unas 50 noches en el hotel entre la primera vuelta del 22 octubre hasta su asunción como presidente el 10 de diciembre y que el candidato habría pagado un total de apenas $3.000.000, de acuerdo a estas fuentes. Unos US$7.692 si se considera el valor del dólar oficial del 10 de diciembre ($390) por una estadía de casi dos meses, el uso de las salas de reuniones y los consumos. Es decir, a razón de US$153 la noche. El pago lo habría realizado Milei con su tarjeta de crédito, afirmaron las fuentes consultadas. 

Se trata de un precio altamente promocional si se lo compara con el valor de esa misma suite normal en la actualidad: US$360 la noche. Lo que pagó el Presidente sólo alcanzaría para costear 21 noches de hotel, es decir, ni siquiera la mitad de su estadía entre la primera vuelta y la asunción.

Milei continuaría ocupando desde el 10 de diciembre la suite junior. La suite presidencial no está disponible para hospedarse en el sitio web del hotel, pero las fuentes insistieron con que no estaría ocupada por Milei. El Presidente sumó una suite contigua para la custodia presidencial. Desde que asumió no se habría ejecutado un nuevo pago, explicaron las fuentes hoteleras, y el Libertador aguarda el pago por parte de Presidencia.

Milei ya había sido cuestionado por el vuelo privado que tomó para su viaje a los Estados Unidos como presidente electo, en un avión cuyo alquiler gestionó Gerardo Werthein, a quien luego nombró como embajador argentino en Washington. elDiarioAR también consultó a Presidencia por este caso: solicitó el valor del vuelo y cómo fue pagado, pero tampoco recibió respuesta. 

Entonces, Milei fue acompañado por otras seis personas: Karina Milei, Santiago y Luis Caputo, Nicolás Posse, el embajador estadounidense en Buenos Aires, Mark Stanley y el propio Werthein.

Los cuestionamientos llevaron a que Werthein explicara en una entrevista con Eduardo Feinmann que cada uno de los pasajeros, incluido Milei, pagó “su parte del viaje”, a excepción del entonces embajador de Estados Unidos, Stanley, quien debió tramitar un permiso ante su país para ser invitado por el empresario y presidente honorario del Comité Olímpico Argentino. 

La empresa dueña del Gulfstream V emitió siete facturas y los pagos se realizaron por transferencia bancaria a pedido de la compañía, ya que se ofreció pagar en efectivo, según pudo reconstruir elDiarioAR de fuentes con conocimiento del episodio. El valor total del vuelo privado habría sido de US$250.000, según dijo una fuente a este medio. Karina Milei coordinó los pagos directamente con la empresa prestadora del servicio, según otra fuente. Es decir, cada pasajero abonó, según está versión, US$35.714, excepto Werthein, que pagó el doble, por la invitación a Stanley.

Infobae obtuvo otra cifra: US$120.000 el total, lo que baja el pasaje de Milei y el resto de los pasajeros del avión a US$17.142.

PNT

En el ámbito hotelero resaltan que el hotel Libertador se encontraba atravesando una crisis y estaba fuera del mapa hotelero de Buenos Aires antes de que Karina Milei lo eligiera como búnker de su hermano candidato. De hecho, el grupo empresario dueño del hotel manejaba tres posibilidades: convertirlo en departamentos, en oficinas o venderlo.

Ahora, el Libertador tiene varias reservas por dos o tres meses, aseguraron las fuentes hoteleras, aunque todavía se pueden conseguir habitaciones que se encuentran libres, según el sitio web del hotel.

Milei se encargó personalmente de promocionar el hotel durante la campaña electoral durante entrevistas y discursos hasta que se calzó el traje de presidente electo. El cartel con el nombre del hotel se convirtió en logo de su atril en el escenario de las PASO y de la primera vuelta, aunque fue corrido tras la victoria en el balotaje y reemplazado por el logo del Presidente electo. 

El 23 de octubre, en una entrevista con Jonatan Viale en LN+, el conductor le dio el pié:

—¿Dónde estamos? ¿Este es el hotel qué?

Libertador, no podía ser de otra manera. Tenía que estar de acorde a la épica propia de nuestra campaña libertaria.

Durante una entrevista televisiva con el conductor Esteban Trebucq, en el programa La cruel verdad, en A24, a días del balotaje Milei le dijo a su entrevistador: “Mirá el nombre del hotel —señalando el cartel que rezaba ”Libertador Hotel“ en una mesa ratona que estuvo siempre en la pantalla durante la emisión—. Lo buscó bien El Jefe, eh —en referencia a su hermana, Karina Milei—. Además, el color violeta”, por los sillones que le prepararon para sus apariciones televisivas.

—Por sí o por no, ¿está bueno el lugar?— le preguntó el conductor emulando a Sergio Massa durante el reciente debate electoral.

—Fabuloso, sí. Un sí rotundo— le respondió Milei.

A cuatro días del balotaje, en otra entrevista con Luis Majul y Pablo Rossi en LN+, Milei se sentó junto a la mesa ratona con copas de agua, papeles y el mismo cartel que rezaba “Libertador Hotel”. El programa, además, consignó en pantalla: “Vivo: Hotel Libertador”.

El entonces candidato aprovechó el inicio de la entrevista para afirmar a sus entrevistadores: “Vos podés venir libremente al hotel y ver la cantidad de reuniones que tenemos por día con los equipos y estamos trabajando para desembarcar el 10 de diciembre”.

La excepción fue en el programa A Dos Voces, en Todo Noticias (TN), cuando Milei fue entrevistado el 16 de noviembre por Marcelo Bonelli y Edgardo Alfano. “No podía venir al estudio y vinimos acá”, dijo Bonelli, quien nunca mencionó el nombre del hotel. Tampoco Alfano. No había cartel en la mesa ratona para evitar problemas con el área comercial del canal. “Gracias por la deferencia de poder venir al hotel”, dijo Milei, sin perder la oportunidad.

En una segunda entrevista en A Dos Voces, el 22 de noviembre, Milei ya había sido electo y el programa mostró una rápida imagen de la fachada del hotel con su nombre, pero no había cartel en la ya habitual mesa ratona y Milei ya no mencionó al hotel.

Nota: este artículo fue actualizado el 29 de diciembre a las 16.15.

ED/JJD/DTC

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