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Coronavirus
Europa comienza a cerrarse ante la nueva variante “Omicron” detectada en Sudáfrica y el aumento de los contagios

Varios viajeros transitan por el Aeropuerto de Barcelona en una imagen de archivo. EFE/ Quique García

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —

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“La Comisión Europea propondrá, en estrecha coordinación con los Estados miembros, activar el freno de emergencia para suspender los vuelos desde la región de África meridional debido a la variante B.1.1.529”. Éste fue el mensaje de la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, a primera hora de este viernes. Un mensaje que llegó menos de 24 horas después de apostar por la entraba libre en la UE a quienes porten certificado de vacunación a partir del 1 de marzo. Y, después también, de que Reino Unido anunciara que suspendía los vuelos provenientes del sur de África.

Otros países de la UE, como Italia, Países Bajos, Alemania, Francia o Austria, anunciaron esta misma medida antes de la comunicación de Von der Leyen. El Centro del Control de Enfermedades de la UE (ECDC), por su parte, señaló que “está vigilando de cerca la situación de la variante B.1.1.529, denominada Omicron por la OMS” y publicará este viernes “un informe de evaluación de las amenazas” que supone.

El tuit de Von der Leyen de primera hora activó todo un proceso, pero hasta este viernes por la tarde no se esperan posibles decisiones. A lo largo del día, su equipo está trabajando en los detalles concretos de las medidas que quiere proponer –países afectados por las restricciones, duración, alcance–. A las 14.00 está convocada una reunión del Dispositivo de Respuesta Política Integrada a las Crisis (IPCR, por sus siglas en inglés), a la que asistirán los embajadores de los 27 ante la UE. No obstante, el marco del IPCR no está dotado de la capacidad de toma de decisiones, por lo que es posible que después se conforma una nueva reunión de embajadores en formato COREPER, que sí permitiría asumir una decisión colectiva de los gobiernos.

Los 27 cuentan con unas directrices comunes que prevén la activación de un “freno de emergencia” para coordinar el cierre de la frontera exterior a países en donde se detecten nuevas variantes que puedan suponer un riesgo para el control de la pandemia de coronavirus en la UE, que es lo que propuso activar la Comisión Europea a la vista de que algunos países ya estaban anunciando medidas.

En todo caso, la competencia sobre las fronteras nacionales residen en los Gobiernos de los países, no en la UE.

El avance de la pandemia también está teniendo consecuencias en las relaciones internacionales de la Unión Europea. Este mismo viernes el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, suspendió un viaje a Japón y Corea del Sur por el contagio de una persona de su equipo.

“Con un miembro de su gabinete dando positivo y debido al aumento de infecciones por el Covid-19, el presidente del Consejo Europeo, en coordinación con las autoridades de Japón y la República de Corea, lamenta que la visita anunciada deba posponerse”, comunicó el portavoz de Michel, Barend Leyts.

Veto a los vuelos de seis países africanos

El Gobierno de Boris Johnson fue el primero de Europa en dar el paso de vetar desde este viernes los vuelos procedentes de seis países africanos, entre ellos Sudáfrica, ante la propagación de una nueva variante del coronavirus que puede ser más transmisible, según ha anunciado este jueves el ministro de Sanidad británico, Sajid Javid. Es decir, suspenden temporalmente todos los vuelos desde Sudáfrica, Namibia, Lesoto, Esuatini, Zimbabue y Botsuana. Una medida a la que se quiere sumar la Comisión Europea, y que anunciaron otros países no europeos como Israel, y Singapur. Otros, como Japón o la India, han endurecido los controles sanitarios.

Un experto de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA, en inglés) declaró a los medios que la variante B.1.1.529 es “la peor que hemos visto hasta ahora”, y resaltó que la proteína de la espícula es “dramáticamente” distinta a la del virus original debido a las mutaciones.

Londres adoptó estas restricciones tras haber declarado la variante, B.1.1.529 (Omicron), Variante bajo investigación (VuI) por la Agencia de Seguridad Sanitaria del país al considerar que “incluye una gran cantidad de mutaciones (...) potencialmente significativas desde el punto de vista biológico que pueden cambiar el comportamiento del virus en relación con las vacunas, los tratamientos y la transmisibilidad. ”Se requiere más investigación“, aseguró el Gobierno, que no registró casos de esta cepa en el país por el momento, informó en un comunicado, según Europa Press.

Mientras tanto, el aumento de casos de coronavirus llevó a varios países del sur de Europa a mover ficha. Primero fue Austria, que regresó a los confinamientos. Pero hay más: este viernes Bélgica tomará nuevas medidas que tenderán a las restricciones, según anunció el primer ministro, Alexander de Croo. Y Francia, Portugal e Italia, con altas tasas de vacunación que hacen que sus curvas no sean tan pronunciadas como las de otros países del centro y el este de Europa, optaron en los últimos días por tomar nuevas medidas.

Francia decidió ofrecer desde este sábado la tercera dosis a toda la población mayor de 18 años a partir de los cinco meses desde la segunda. Lo comunicó este jueves, el ministro de Sanidad galo, Olivier Véran, quien también dio a conocer que la tercera dosis será necesaria para conservar el pasaporte sanitario que se exige en el país vecino para acceder a la mayoría de los lugares públicos, como restaurantes o teatros y también los mercados navideños. A partir del 15 de diciembre, este pase dejará de estar activo para los mayores de 65 años si la dosis de refuerzo no se ha administrado en los siete meses siguientes a la última inyección, una medida que ya se había anunciado. A partir del 15 de enero, esta norma se extenderá a todos los franceses mayores de 18. 

En Italia, el Gobierno decidió este miércoles, en un intento de responder al aumento de contagios y apretar las tuercas a las personas que no están dispuestas a vacunarse, reforzar el uso del certificado sanitario para restringir drásticamente el acceso a una serie de lugares y hacer que la vacunación sea obligatoria para un grupo más amplio de trabajadores del sector público.

Y este jueves, el Gobierno portugués aprobó nuevas medidas para hacer frente a la subida de infecciones, entre ellas, recuperar el certificado digital obligatorio para entrar en restaurantes, hoteles, gimnasios y otros eventos. Será necesario también presentar un test negativo –también los vacunados– para las visitas a residencias, pacientes ingresados, grandes eventos sin asientos designados, recintos deportivos, discotecas y bares. La mayoría de las reglas habían decaído el 1 de octubre.

Repunte en Europa

El repunte de casos en Europa ya iguala los niveles del último invierno, según el análisis de elDiario.es de los datos de la Universidad Johns Hopkins, basados en gran medida en las pruebas efectuadas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido de que el continente europeo vuelve a ser el epicentro de la pandemia y este martes su representante para la región ha anticipado un “invierno duro” ante el fuerte incremento de los contagios impulsado. Según ha explicado la OMS, el aumento de los contagios se debe a la relajación de las medidas, más interacción en interiores por la llegada del frío y una cobertura vacunal en ocasiones insuficiente.

En general, a pesar del elevado número infecciones, las nuevas muertes se sitúan por debajo de los niveles máximos, lo que refleja el efecto de las vacunas para salvar vidas, previniendo la enfermedad grave y la muerte. La rama europea de la OMS estima otro medio millón de fallecimientos por COVID-19 para el 1 de febrero del año que viene de seguir la trayectoria actual, con 43 de los 53 países de la región enfrentándose a una presión hospitalaria “entre alta y extrema” en algún momento del mismo periodo.



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