Efemérides

Día de la Montaña Rusa: ¿por qué se celebra el 16 de agosto?

elDiarioAR

0

El Día Internacional de la Montaña Rusa, con el que se rinde homenaje a esta popular atracción presente en ferias, parques temáticos y parques de atracciones, se celebra el 16 de agosto ya que un día como éste pero en 1898 se patentó el primer diseño de una montaña rusa en Estados Unidos.

Las montañas rusas, llamadas “roller coaster” en inglés, surgieron en la ciudad rusa de San Petersburgo, donde juntaban varios trineos para deslizarlos sobre toboganes de madera cubiertos de nieve. Esa forma de diversión tuvo gran éxito entre la clase alta rusa, hasta tal punto que se construían toboganes en los jardines de los palacios, como hizo Catalina II la Grande (1729-1796), emperatriz de Rusia.

Fueron los franceses quienes llamaron a este invento “montaña rusa”. En 1817 tuvieron la idea de introducir ruedas para mejorar el deslizamiento y empezaron a usar vagones. 

Posteriormente, su uso se extendió por Estados Unidos, hasta que en 1884 un inventor de atracciones de feria diseñó una montaña rusa con vías de ferrocarril y un recorrido de ida y vuelta que alcanzaba los 10 km/h. Fue inaugurada en Coney Island (Nueva York). 

El 16 de agosto de 1898 Edwin Prescott, un diseñador de Massachusets, patenta la primera montaña rusa con bucles, “Loop The Loop”. Contaba en su diseño con una cadena de elevación para el vagón y ruedas de goma. Gracias a la acción centrífuga de su diseño elíptico, redujo las fuerzas de gravedad, permitiendo que los vagones permanecieran en su lugar.

En 1919 se incorporan en el vagón ruedas que van por debajo de la vía lo que permite que se alcancen grandes velocidades y curvas muy pronunciadas sin salirse de la vía. Es el sistema que se sigue utilizando en la actualidad.

Hasta 1959 las montañas rusas fueron de madera. Ese año se introduce una de las más grandes innovaciones, los tubos de acero, lo que facilita que las vías se puedan doblar formando rizos, tirabuzones, y otros muchos elementos en sus diseños.

En 1992 se inaugura la primera montaña rusa con recorrido invertido: las vías están sobre las cabezas y las piernas cuelgan en el vacío. Se trata de Batman The Ride (Six Flags, EEUU). 

Con los años, las montañas rusas se volvieron más rápidas, más largas y más altas, ya que en su diseño se intenta conseguir el mayor número de sensaciones y emociones generadas por las diferentes aceleraciones que experimenta el vagón en su recorrido.

Los principios físicos son fundamentales, ya que una montaña rusa debe tener la velocidad suficiente para recorrer todo el camino sin detenerse, teniendo en cuenta que la fricción del tren con la vía y el aire provocan una pérdida gradual de energía.

Los vagones del tren generalmente son empujados por una cadena motorizada hacia la cima de una primera colina y luego liberados. La velocidad depende de la altura, en los puntos más altos es menor, en los más bajos, mayor y con las subidas, bajadas y giros se van generando nuevas aceleraciones.

Las personas disfrutan de las montañas rusas gracias a una combinación de velocidad, el afán de superar los retos, la conquista del miedo y los efectos positivos que ocurren en el cuerpo asociados a una experiencia física intensa que incrementa la excitación y el placer.

Al subirnos a una montaña rusa los latidos por minuto aumentan, la respiración es más rápida y se elevan los niveles de endorfinas en la sangre, una hormona conocida por producir sentimientos de intenso placer, bienestar y euforia.

CRM con información de Warner Bros.