Día Mundial contra la Hepatitis: ¿por qué se conmemora cada 28 de julio?

Al reconocer el importante problema de salud pública que representan las hepatitis, en 2010, la 63° Asamblea Mundial de la Salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS) designó el 28 de julio como el Día Mundial contra la Hepatitis y solicitó una respuesta integral en la lucha contra esa enfermedad.
Se eligió por ser el día del nacimiento del Dr. Baruch Blumberg, laureado con el Premio Nobel, por el descubrimiento del virus de la hepatitis B y la invención de una prueba diagnóstica y la vacuna.
El Día Mundial contra la Hepatitis “sirve como un momento de reflexión sobre el progreso y los logros en nuestra lucha contra la hepatitis viral. También es una oportunidad para abordar las brechas y necesidades en nuestros esfuerzos por eliminar estas enfermedades como un problema de salud pública”, sostiene la OMS en su sitio web.
“La Región de las Américas está respondiendo activamente a este llamado, con un número creciente de países que adoptan e implementan la Estrategia Mundial del Sector de la Salud sobre Hepatitis Virales y establecen planes y metas nacionales. Sin embargo, debemos intensificar nuestros esfuerzos y aumentar el acceso al diagnóstico y tratamiento de la hepatitis viral B y C para lograr los objetivos de eliminación”, añade el texto.
La importancia del Día Mundial contra la Hepatitis
La hepatitis es una inflamación del hígado que puede causar una serie de problemas de salud y ser mortal. Por eso, en el Día Mundial contra la Hepatitis se hacen campañas de concientización. Existen 5 virus diferentes de la hepatitis, cada uno catalogado con una letra del alfabeto diferente y mientras más alejado de la A se encuentre mayor es el riesgo que acarrea la infección. Algunos tipos de hepatitis son prevenibles mediante vacunación. Los tipos B y C son la causa más común de defunciones relacionadas con cirrosis hepática, cáncer y hepatitis viral. Según datos de la OMS, 325 millones de personas sufren hepatitis B.
La forma más común de contraer esta enfermedad es insertando en nuestro cuerpo algún objeto contaminado con sangre de alguien que ya posee el virus.
El hígado realiza más de 500 funciones vitales cada día, pero como la hepatitis vírica es silenciosa los síntomas aparecen solo cuando la enfermedad está avanzada. “Aunque hay muchos tipos diferentes de virus de la hepatitis (A a E), las hepatitis B y C son las más preocupantes y causan casi 8000 nuevas infecciones cada día, que en su mayoría pasan desapercibidas”, sostiene la OMS, que asegura que hay más de un millón de muertes al año relacionadas con la hepatitis.
¿Qué tipos de hepatitis existen y cuáles son sus características?
De acuerdo a la OMS, las cinco cepas principales del virus de la hepatitis se diferencian en aspectos importantes, sobre todo en los modos de transmisión, la gravedad de la enfermedad, la distribución geográfica y los métodos de prevención.
Hepatitis A
De acuerdo a la información que difunde la OPS, la hepatitis tipo A es transmitida por alimentos, agua contaminada, falta de higiene o el contacto directo con una persona infectada. Los síntomas se presentan entre las dos y las tres semanas posteriores a contraer la enfermedad. En este caso, se puede prevenir con una vacuna disponible a nivel internacional.
Hepatitis B
La hepatitis B es transmitida a través de la sangre, por vía sexual o durante el parto de madre a hijo. Los síntomas suelen aparecer entre una y dos semanas posteriores a contraer la enfermedad, aunque en algunos casos los pacientes son asintomáticos.
Según el presidente de ALEH, este tipo de hepatitis tiene una vacuna con eficacia superior al 95% y se podría eliminar su transmisión “si se cumpliesen con los programas de vacunación que la OMS dice que hay que tener”.
Acorde a lo que explica el especialista, esa vacuna se administra a los recién nacidos, integrada con otras vacunas o de manera aislada. Tres dosis son suficientes y el periodo que las separa depende del programa de vacunación de cada país.
“En áreas donde las personas no fueron vacunadas en el momento de nacimiento, quedan expuestas en la adolescencia o adultez joven a la transmisión sexual del virus de la hepatitis B. Entonces hay otro momento de la vida de los pacientes donde es prudente ir a chequear si tienen anticuerpos o si han sido vacunados y, caso contrario, vacunarse”, añade Silva
Además, el especialista destaca que, para las personas que no han sido inoculadas y que se infectaron con hepatitis B, existen tratamientos que no curan la enfermedad pero que la atenúan.
Hepatitis C
La hepatitis de tipo C se transmite por sangre, jeringas contaminadas o por vía sexual, señala la OPS. Los síntomas aparecen entre las dos semanas y los dos meses posteriores de contraer la enfermedad, aunque el 80% de los casos son asintomáticos.
Hasta el momento, no existe una vacuna que permita prevenir la enfermedad, pero se puede curar “en tres meses con medicamentos”, indica la entidad.
Para Silva la hepatitis C es la única infección viral que tiene cura: “Se trata con un antiviral y se erradica el virus. Este no vuelve a menos que el paciente se reinfecte. Ese tratamiento se puede hacer con pastillas que se toleran muy bien, por dos o tres meses de tratamiento”.
Hepatitis D
Otro tipo de hepatitis viral es la D, que se transmite por sangre o vía sexual y se contrae solo si el paciente previamente se ha contagiado de hepatitis B. Por lo tanto, resaltan desde la OPS, “se puede prevenir con la vacuna para esa enfermedad”.
Hepatitis E
La hepatitis E es aquella que se contagia por medio de los alimentos, del agua contaminada y por falta de higiene. Se puede advertir su presencia entre las dos y las diez semanas posteriores de contraer la enfermedad.
En este caso, a diferencia de la hepatitis A o B, no existe vacuna, aunque, explica Silva, se trata de una infección aguda autolimitada.
Cuáles son los síntomas de la hepatitis
Entre los síntomas comunes de la enfermedad de hepatitis, la OPS señala:
- Fiebre
- Náuseas
- Vómitos
- Dolor abdominal
- Erupciones cutáneas
- Pérdida de apetito
- Ictericia (color amarillento de la piel)
La OPS advierte que a veces la enfermedad no presenta síntomas hasta varios años posteriores a la infección, pero para entonces el hígado puede estar severamente dañado.
El objetivo de la OMS es eliminar las hepatitis víricas de aquí a 2030. Para lograrlo, ha pedido a los países que fijen metas específicas:
- reducir en un 90% las nuevas infecciones por las hepatitis B y C;
- reducir en un 65% las muertes por cirrosis y cáncer de hígado;
- diagnosticar al menos el 90% de los casos de hepatitis B y C; y
- tratar al menos al 80% de las personas que reúnen los requisitos para ello.
La situación en la Argentina
En Argentina se estima que cerca de 300 mil personas tienen hepatitis B o C, pero la enorme mayoría de ellas no lo sabe, mientras que a nivel mundial se calcula que son más de 300 millones los afectados.
“Me enteré de que tenía hepatitis C de casualidad, al realizarme un análisis de sangre cuyos resultados le llamaron la atención a mi médico. En ese momento, no había tests específicos de hepatitis C porque no se había identificado el virus; se hablaba de ‘hepatitis no A, no B’. Aunque desconozco cuándo o cómo lo contraje, es posible que haya convivido décadas con el virus. Afortunadamente, logré curarme antes de que me afectara significativamente el hígado, pero muchos voluntarios y amigos que pasaron por Buena Vida no tuvieron esa suerte”, remarcó Rubén Cantelmi, presidente de la Asociación Civil Buena Vida, una organización que acompaña a pacientes con enfermedades hepáticas.
“El primer paso, es saber si uno tiene hepatitis. Hacerse el test para la hepatitis B o C es rápido y gratuito en hospitales públicos y centros de salud o en el marco de campañas abiertas a la comunidad. Si el resultado da positivo, no hay que paralizarse: la hepatitis B se controla adecuadamente con tratamiento y la hepatitis C, con las terapias modernas -que están cubiertas al 100% tanto por el Estado como por las Obras Sociales y prepagas- se cura más del 95% de los casos en pocas semanas” , afirmaron desde Buena Vida, organización que integra la World Hepatitis Alliance.
Esteban González Ballerga, presidente de la Sociedad Argentina de Hepatología (SAHE), sostuvo: “Hoy podemos imaginar un futuro sin hepatitis virales, pero para eso necesitamos que las personas completen el esquema de vacunación, se testeen y que aquellos que den positivo reciban tratamiento tempranamente. En nuestro país, podrían tomarse las medidas necesarias orientadas a lograrlo, pero falta también información clara y sostenida para que la gente acceda al cuidado de su salud”.
Las hepatitis pueden no presentar síntomas durante años, pero, cuando estos aparecen, suele ser porque el daño hepático ya es significativo.
Por eso, es esencial testearse a tiempo. En ese sentido, insistieron en que todos aquellos pacientes que ya tienen diagnóstico de hepatitis B o C, pero no están haciendo nada por su salud, vuelvan al médico para tomar medidas y lograr controlar a tiempo su cuadro, antes de que el daño ocasione falla hepática, necesidad de trasplante y/o cáncer de hígado.
¿Cuándo hacerse el test?
Todos los adultos deberían testearse al menos una vez en su vida, independientemente de que se consideren que han estado expuestos a situaciones de riesgo. De todos modos, entre estas, se incluyen:
-Transfusiones o cirugías
-Tratamiento de diálisis
-Realización de tatuajes, piercings y determinados tratamientos de belleza
-Compartir elementos punzantes o de higiene personal
-Mantener prácticas sexuales de riesgo
-Privación de la libertad
-Uso de drogas inyectables o inhaladas
-Convivir con alguien diagnosticado con hepatitis viral
--Testeos y vacunación gratuitos para la comunidad--
-Pilar: testeos y vacunación el martes 29 a las 9 en Santa Rita 1400.
-Berisso: testeos en el Parque Cívico el lunes 28 a las 10.30.
-La Plata: testeos el lunes 28 y miércoles 30 de 9 a 11 en el Salón de Actos del Hospital Rossi.
-Mar del Plata: charlas, detección y vacunación del domingo 27 al jueves 31 en distintos puntos de la ciudad. Detalles en mardelplata.gob.ar/hepatologiamgp
-Río Cuarto: testeos y vacunación, de 9 a 12. El lunes 28 en Plaza Roca; martes 29 en Instituto Médico Río Cuarto; y miércoles 30 en el Nuevo Hospital San Antonio de Padua.
-Bariloche: del 28 de julio al 1° de agosto de 9 a 13 en el laboratorio central del Hospital Zonal.
-El Bolsón: 28 de julio, de 10.30 a 13.30 en Plaza Pagano. Detección y testeos.
Con información de agencias y National Geographic.
IG
0