Para los jóvenes, el día de los enamorados es un “día común” que sirve como “excusa para hacer regalos”

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El día de los enamorados es un “día común” que sirve como “excusa para hacer regalos”, según jóvenes de distintos puntos del país quienes explicaron que los “modelos de relaciones” cambiaron “para bien” y que ahora poseen más herramientas y reconocen distintas formas de amar, incluso “más esporádicos”.

El día de los enamorados o San Valentín se celebra todos los 14 de febrero y para las nuevas generaciones la fecha en la que se celebra el amor y las relaciones afectivas ya no tiene tanto protagonismo y es ahora una fecha más trivial.

“Honestamente no significa nada para mí. Sirve como excusa para hacer algún regalito lindo para tu pareja, pero realmente no me llega tanto. Podría no existir directamente y no me afectaría en absoluto”, expresó Ayelén Maciel Webber, una joven de 22 años oriunda del barrio porteño de Villa Urquiza.

En diálogo con Télam, la joven manifestó que a los jóvenes de esta generación no les interesa mucho el día de los enamorados ni ninguna otra “fecha comercial”.

“Siempre viene bien para hacer algún regalito o detalle. Está bueno como excusa, pero siento que no tiene tanto peso realmente”, dijo.

A la hora de hablar de relaciones amorosas, el licenciado en educación e investigador del Conicet, Santiago Resset, indicó que a partir de la década del '70 se produjeron una serie de cambios sociales en todo el mundo con la aparición del movimiento hippie, feminista y ecologista que comenzó a criticar algunas instituciones sociales de comportamiento, como el rol de la mujer, el matrimonio y las relaciones más formales.

Y a partir de la década del 2000, la sociedad se complejizó con las nuevas tecnologías de la información y comunicación. “De la mano de los cambios de la década del '70 y los 2000 se empieza a postergar la entrada a los roles adultos como el primer trabajo, casarse, tener hijos, entre otros”, indicó el especialista.

Y agregó que “antes de los 2000, por lo general a los 20 estabas casado y tenías un trabajo. Ahora la mayoría de los sujetos de entre 18 y 30 años no tienen hijos, ni están casados, incluso siguen viviendo en la casa de sus padres”.

Según explicó Resset, estos cambios pueden observarse en el campo de las relaciones amorosas debido a la postergación a la hora de “formalizar” una pareja amorosa.

“Antes era más estructurado, conocías a alguien, te casabas y tenías hijos. Los cambios que tuvo la sociedad a nivel social, económico y tecnológico empezaron a afectar cómo se entienden las relaciones amorosas”, continuó.

“Creo que los modelos de 'amor' cambiaron 'para bien'. Ahora tenemos más herramientas y diferentes formas de amar con relaciones abiertas o el poliamor. No es tan marcado el tema de la monogamia y se trata muchísimo mejor el tema de los celos, es mucho más abierto y va evolucionando”, aseguró Ayelén.

Además, la joven manifestó que siente que “estamos dejando atrás cargas culturales anteriores, sobre todo lo que era el amor y ser 'fiel y dispuesto' al otro. Ahora nosotros entendemos que somos personas individuales a pesar de tener pareja. Lo vivimos diferente”.

¿Día de los enamorados para todas y para todos?

Desde Rosario, Erika Lorber, flamante profesora de Artes Audiovisuales de 26 años, consignó a Télam que San Valentín se le presenta como una instancia para repensar la idea de la pareja monogámica, el amor romántico y también la lleva a “reflexionar sobre uno mismo y la vida amorosa”.

“Me gustaría encontrar un compañere como veo en mis padres, pero tengo la contradicción de que no me imagino pasando toda una vida con alguien o teniendo hijos”, destacó la joven.

A su vez, indicó que “hay muchas tradiciones que se rompieron y llevaron a que haya un amor con menos compromiso y que aparezcan los amores descartables y esporádicos”.

Sin embargo, Erika valora que “ahora nos permitimos descubrirnos, antes era todo tan fijo y ordenado que no podían”, y remarcó que “sin esas obligaciones, nos permitimos explorarnos, conocernos y por eso se habla tanto del amor propio”.

Actualmente, la joven está “soltera” y aseguró que no tiene anhelo de festejar San Valentín y “cada vez me importa menos”, aunque admitió que las oleadas de publicaciones en las redes sociales “muchas veces generan el deseo de buscar una excusa para salir a tomar algo con tu pareja”.

“San Valentín es un día importante para los adolescentes si estás en pareja, pero si no hay alguien con quien pasarlo es un día común y corriente”, manifestó Emma (15) de la localidad bonaerense de Olivos, quien explicó que el concepto de lo que significa “el amor” para ella no cambió en el último tiempo, pero sí las demostraciones afectivas.

“El amor es un sentimiento que sentís hacia otra persona con la cual sabes que va a estar siempre con vos y podés pasar tiempo sin aburrirte, te divertís y hacés lo que quieras. No creo que haya cambiado mucho eso. Lo que sí creo que se modificó son las demostraciones afectivas en público”, dijo.

Según explicó Resset, el día de San Valentín sigue siendo relevante para algunas personas más “formales” o que “creen en el amor”.

“La idea de 'amor romántico' no siempre existió, es un invento de la modernidad. La familia era una institución económica, no existía el amor romántico. Esto no quiere decir que San Valentín se haya perdido. Las redes sociales colaboraron para darle otra informalidad al concepto de citas y la forma de relacionarse”.

Sol de Paoli (26) es un chico trans que se define como no binario y utiliza el pronombre elle, mientras que su novia, Melina Zilli (25), sí se identifica con su sexo biológico de mujer. Conviven en Rosario hace tres años y cuentan que el amor apareció cuando compartieron una meditación, lo cual fue “raro para una primera cita”, y desde ese día no se separaron y conformaron una pareja que definen como “mega tradicional”.

Si bien en un primer momento plantearon una relación “más abierta”, coincidieron en que “eso no era real” y les resultaba “forzado”, es así que conformaron una pareja “más seria y estable”, por lo que la reflexión sobre el amor es algo que acompaña a esta unión desde el inicio.

Sin embargo, prefieren abandonar las etiquetas y resaltar que “está bueno comprometerse y ser responsable del amor hacia el otro y de la confianza que se depositan”.

En consonancia, Sol afirmó que “lleva muchas más responsabilidad afectiva una relación abierta que una monógama, porque todos los acuerdos que tenías son distintos, hay que acordar muchas cosas”.

En ese sentido, contó que suelen cuestionar la forma en que se relacionaban las generaciones anteriores, “era un amor muy tóxico, no querían separarse por los hijos pero al final se separaban igual y todos terminaban hechos pelota”.

“Preferimos hablar todo, tratar de entendernos, de conocernos y poner ante todo el no hacernos mal”, finalizó el joven.

NB con información de agencia Télam.