Predecir el tiempo mirando las nubes

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Desde finas volutas hasta amenazantes cumulonimbus, las nubes desempeñan un papel fundamental para identificar condiciones climáticas: las diferencias entre los cristales que contienen funcionan como un sistema de alerta temprana.

Las nubes se forman generalmente en la troposfera (la capa de la atmósfera más cercana a la Tierra) y aparecen infinitas variaciones de acuerdo a si se elevan o descienden. Los científicos definieron tres categorías para agruparlas en función de la altura en que se producen: altas, medias y bajas.

Las nubes altas se clasifican en cirros, cirrostratos o cirrocúmulos. Los cirros, formados por cristales de hielo, presentan un aspecto fino, blanco y difuso. Por su parte, las nubes cirrostratus, blanquecinas y transparentes, suelen cubrir todo el cielo, generando a veces un halo alrededor del sol o la luna. En cuanto a los cirrocúmulos, también blancos, pueden adoptar formas onduladas y de lámina.

Las nubes de nivel medio se identifican por ser grises y se clasifican como altocúmulos, altoestratos o nimbostratos. Los altocúmulos, llenos de agua líquida, no suelen desencadenar lluvias y suelen presentarse de forma irregular, a menudo en ondas o hileras. Los altoestratos, más oscuros que los cirrostratos, pueden dar al sol o a la luna una apariencia borrosa, y su presencia puede anunciar una tormenta. Por último, los nimbostratos, gruesos y oscuros, pueden producir lluvias o nieve.

En cuanto a las nubes bajas, se dividen en cúmulos, estratos, cumulonimbos y estratocúmulos. Los cúmulos, grandes y blancos, tienen una apariencia algodonosa. Los cumulonimbos, densos y pesados, suelen crecer de forma espectacular y son indicadores de tormentas eléctricas, granizo o tornados. Por otro lado, los estratos se presentan como una fina capa gris en el cielo, mientras que los stratocumulus, irregulares y con tonalidades grises y blancas, a menudo se asemejan a un panal.

No obstante, no todas las nubes que existen no pueden ser encasilladas en parámetros tan limitados. Por ejemplo, las nubes que parecen estar onduladas se llaman Kelvin-Helmholtz, bautizadas en honor a los físicos que primero estudiaron su formación fluida. En tanto, las protuberancias en forma de bolsa que salen de debajo de las nbubes más grandes son las nubes mammatus. Por su parte, las estelas, son los “chorros” de nubes producidas por los aviones, mientras que las lenticulares son las que parecen pilas de discos gigantes.

Importante para el clima

¿Por qué las nubes son tan importantes para los modelos climáticos? Lo más relevante es que las nubes transportan el agua de una lugar a otro. Las nubes absorben agua de los lagos y la descarga sobre las áreas secas. Si sus patrones se tuercen, el resultado es la sequía o, al contrario, las inundaciones.

Las nubes también afectan al calor en la atmósfera, enfriando la Tierra al protegerla del sol. Lo que desconocemos es cómo va a variar su comportamiento cuando la atmósfera terráquea se caliente.