El Senado convirtió en ley la expropiación del local de Cromañón

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El Senado de la Nación aprobó hoy, y convirtió en ley, el proyecto que decreta la expropiación del predio donde funcionaba el local de espectáculos República Cromañón, ubicado en el barrio de Once, donde a fines de 2004 se produjo un incendio que mató a casi doscientas personas. La iniciativa recibió el respaldo de todas las bancadas ante la presencia de familiares de víctimas de la tragedia.

El local bailable de Balvanera en el cual murieron 194 personas por un incendio durante un recital en 2004 se convertirá en un espacio para la memoria, de acuerdo a una ley sancionada este jueves por la noche en el Senado, sobre la cual sobrevivientes y familiares de las víctimas de la masacre de “Cromañón” consideraron que servirá para “saldar una deuda con la sociedad”.

La norma obtuvo 60 votos a favor y uno en contra durante una sesión especial para declarar de “utilidad pública y sujeto a expropiación” el inmueble situado en Bartolomé Mitre 3038/78, donde funcionó el boliche República Cromañón para destinarlo “a la creación de un espacio dedicado a la memoria de lo ocurrido el 30 de diciembre del 2004”.

La iniciativa de reparación estuvo frenada desde 2005 en la Legislatura porteña por la falta de apoyo del oficialismo porteño, no obstante logró destrabarse este año, a partir del proyecto presentado por un conjunto de organizaciones de familiares y sobrevivientes en el Congreso nacional, el que fue tomado por el bloque del Frente de Todos (FDT).

En esta oportunidad, la propuesta tuvo un fuerte respaldo de todas las bancadas, tanto en la Cámara de Diputados, donde recibió la media sanción el 12 de octubre pasado, y en el Senado este jueves, además del acompañamiento del proyecto por parte de la Secretaría de Derechos Humanos nacional que mantuvo un canal de diálogo con las agrupaciones desde 2020.

Durante una conferencia de prensa que ofrecieron antes de la sanción de la ley frente al edificio del Congreso, los familiares y sobrevivientes leyeron un documento en el cual señalaron que “la expropiación es la única forma de lograr que en Cromañón no haya otra cosa que un espacio para la memoria”.

Este es un momento histórico para el conjunto de la sociedad, representada por senadores y senadoras, que tienen la oportunidad de saldar una deuda con una generación entera. En definitiva, una deuda con la sociedad toda”, destacaron.

Y agregaron que la sanción de la ley respondió a que “todas las fuerzas políticas de nuestro país coincidieron en la importancia de que no se olvide lo ocurrido el 30 de diciembre del 2004 y para que nunca más se repita”.

El documento estuvo firmado por Coordinadora Cromañón, El Camino es Cultural, Familiares de la Matanza, Movimiento Cromañón., Ni Olvido Ni Perdón, No Nos Cuenten Cromañón, Organización 30 de Diciembre, Que No Se Repita y Sin Derechos No Hay Justicia.

Durante su discurso, el senador del FDT Mariano Recalde reconoció la lucha del colectivo de las organizaciones que viene desde hace casi 18 años y señaló que “esta ley, que es decisión de un poder del Estado, es una reivindicación y es un perdón”.

“Que este espacio sirva para enseñar y transmitir cómo cada espacio de la memoria representa un nunca más”, destacó.

El proyecto

Puntualmente, además de la expropiación y de la creación de un espacio dedicado a la memoria, la norma contempla que en el lugar también haya una “muestra permanente” que refleje “la historia de lo allí ocurrido”, así como también prevé la organización de actividades culturales e informativas.

Establece la conservación de los elementos testimoniales de la masacre al considerar que “hacen a su valor histórico-cultural y configuran la memoria histórica que se debe preservar” y advierte que “gozará de protección por parte del Estado” también el santuario que fue armado en homenaje a las víctimas sobre la calle Mitre, a metros del boliche.

El 30 de diciembre del 2004 y durante el mandato como jefe de Gobierno porteño de Aníbal Ibarra, 194 personas murieron y más de 1.500 resultaron heridas al quedar atrapadas en el boliche República Cromañón, cuyo gerenciador Omar Chabán permitió el ingreso de concurrentes muy por encima de lo habilitado para el recital de la banda Callejeros.

A poco de comenzado el concierto, el lanzamiento de una bengala prendió fuego una media sombra situada en el techo del local y generó un humo tóxico que fue aspirado por los miles de jóvenes que estaban dentro y que no pudieron salir a tiempo ya que las salidas de emergencias del local estaban cerradas con candados.

El edificio pertenece, en la actualidad, a la sociedad “Nueva Zarelux”, cuyo dueño es Rafel Levy -el mismo propietario que al momento del incendio-, y fue restituido en octubre del 2018 por decisión del Tribunal Oral Criminal 24.

“Ante semejante masacre, por la cual fueron condenados tanto empresarios como funcionarios públicos por cohecho, es el Estado el cual debe garantizar las instancias reparatorias. Y entre dichas instancias, es indispensable que se garantice la Memoria Colectiva”, manifestaron los autores en su proyecto ya sancionado.

DA

Emoción en el recinto del Senado

La sanción de la ley que declara de utilidad pública y sujetos a expropiación los inmuebles en los que funcionaba el centro de espectáculos conocido como “República Cromañón”, se produjo en un recinto en el que los cuatro senadores que hicieron uso de la palabra se emocionaron al hablar del tema, mientras eran observados por numerosos familiares, amigos y sobrevivientes de la tragedia.

Los inmuebles que serán expropiados, que se encuentran desocupados desde entonces, se destinarán a la creación de un espacio dedicado a la memoria de lo ocurrido hace casi 18 años.

El valor de los bienes a expropiar será fijado conforme las disposiciones de la ley 21.499, por el Tribunal de Tasaciones de la Nación, pudiendo solicitarse la apoyatura y asesoramiento de otras entidades públicas y privadas.

El presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, Guillermo Snopek, leyó una carta que escribieron los familiares de las víctimas, que estuvieron presentes en las gradas del hemiciclo de la Cámara alta.

“A casi 18 años de la masacre hemos llegado al Congreso Nacional. Gracias por la oportunidad de dar lugar a nuestra voz en el recinto”, decía la carta.

Además, agregaba que “soñamos que esta noche nos iremos abrazados con el pueblo en su conjunto”, al tiempo que reafirmaron “que, a través de sus votos, Cromañón trasciende las fronteras del AMBA y que nos pasó a todos y a todas”.

“La corrupción mata. Esto es seguir dándole pelea a la impunidad. Es honrar la historia y profundizar la tradición que nuestra nación tiene en política de derechos humanos”, leyó el senador jujeño.

A su turno, el porteño de Juntos por el Cambio, Martín Lousteau, felicitó la decisión de Snopek de “dar la voz directa a los supervivientes y a los familiares que también son víctimas”.

Además, Lousteau mencionó que “el Estado que tenía que controlar, hizo todo lo contrario” y se emocionó cuando mencionó su encuentro con familiares de las víctimas que se llevó a cabo esta semana en las oficinas del bloque de la oposición.

“Los familiares, cuando se despidieron de nosotros, nos dijeron 'gracias'. Ninguno de nosotros fue funcionario en ese momento. Pero cuando estamos frente a ellos, todos pensamos en que debemos pedir 'perdón'. Y no esperar que nos digan 'gracias' por una reunión”, destacó.