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¿Quienes son Tirone y Roberto? Los encargados de que el Italo Disco sea exactamente lo que querés escuchar y ver

Héctor Farrés

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Un posavasos de Martini colocado con cuidado sobre una mesa de formica marrón. A su lado, un cenicero con el logotipo de Cinzano, una botella de Ricard y una radio portátil con altavoces integrados. Todo encuadrado con una precisión que parece casual pero no lo es. Así arranca uno de los videos que Mind Enterprises publica en redes, con una estética tan reconocible que convierte cada detalle en una seña de identidad.

La ambientación ochentera no se limita al mobiliario. Las imágenes, grabadas con filtros granulados que emulan el metraje casero de décadas pasadas, están repletas de camisetas con estampados veraniegos, calzas ajustadas y anteojos espejados. Detrás de esta puesta en escena están Andrea Tirone y Roberto Conigliaro. Sus publicaciones convirtieron una pasión musical en fenómeno viral.

Música de baile con sintetizadores y un envoltorio de cinta de video

Aunque ahora su contenido circula masivamente por TikTok e Instagram, el proyecto Mind Enterprises comenzó mucho antes. Tirone, natural de Turín, se trasladó a Londres en 2012 en busca de nuevas influencias. Tras años en la escena afrofunk y electrónica de la capital británica, en 2017 se instaló en Las Palmas de Gran Canaria. Fue allí donde compuso Monogamy, el tema que definió su nuevo rumbo artístico y sirvió como germen de la colaboración con Conigliaro.

Desde 2020 actúan como dúo, y en sus sesiones fusionan Italo Disco con elementos contemporáneos sin perder la esencia original. La fórmula combina sintetizadores analógicos, bases bailables y una estética que imita con minuciosidad el estilo audiovisual de finales del siglo XX. Sus videos no sólo replican ese ambiente: también lo amplifican. Cada plano, cada objeto de atrezzo y cada gesto parece sacado de una cinta VHS recuperada de un cajón familiar.

Ese interés por recuperar sonidos y códigos visuales del pasado no surgió de un día para otro. Tirone llevaba años explorando ese universo antes de su salto viral. En 2016, firmó un contrato con el sello Because Music, especializado en propuestas europeas con identidad propia, y consolidó una trayectoria que lo llevó a actuar en distintas ciudades junto a Conigliaro, manteniendo siempre su vínculo con la Italo Disco como núcleo creativo.

El impacto visual no eclipsó la música. En 2025, lanzaron Human Dance junto al productor belga The Magician, conocido por sus remezclas de temas de Lykke Li y Years & Years. Ese lanzamiento coincidió con un impulso algorítmico que disparó su visibilidad digital. A partir de entonces, los videos de estos italianos comenzaron a aparecer en bucle en miles de perfiles de redes sociales, acompañados de comentarios que destacaban tanto su sonido como el aura casi museística de su estética.

El universo Mind Enterprises crece a una velocidad de vértigo

El periodista Ryan Broderick, especializado en cultura digital, explicó en su boletín Garbage Day que “existen buenas posibilidades que hayáis visto a estos dos tipos fumando cigarrillos y bebiendo Aperol”. Con esa frase aludía a la facilidad con la que los clips de Mind Enterprises se colaron en las pantallas de usuarios de todo el mundo, incluso aquellos poco familiarizados con la música electrónica italiana de los ochenta.

Las cifras lo confirman: su cuenta oficial de Instagram acumula más de 220.000 seguidores. Entre sus publicaciones más virales, destacan montajes grabados en cocinas de azulejos blancos, balcones que dan a patios interiores y habitaciones con lámparas de lava y televisores CRT. El conjunto parece diseñado para recrear una época concreta, aunque algunas pequeñas incongruencias delatan que se trata de una producción actual con atención extrema al detalle.

La prensa especializada encuadró su propuesta dentro del retrofuturismo sonoro. La revista 1883, por ejemplo, describió su estilo como “nostálgico y avanzado al mismo tiempo”. En sus propias palabras, Tirone señaló en su web que su música se inspira en “el Italo chispeante y potenciado por sintetizadores que define esa época”, una definición que condensa el espíritu de sus producciones más recientes.

Mind Enterprises no sólo revive un género que marcó a Europa hace décadas. Lo reformula con herramientas actuales, envoltorios vintage y un oído afinado para que el pasado siga bailándose en presente.