LA TRAMPA ECUESTRE Unidad de Investigación

Hablan las denunciantes de abuso sexual contra el jinete Fraschina: “No somos solo dos, hay muchas más” en la equitación

17 de noviembre de 2025 09:44 h

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Candela Lenzi Pra (31) llega primero a la entrevista virtual, vía Zoom. Le sigue M. Sol Brunello (38). Ya se encuentra también conectado su abogado, Hugo Tomei, quien las acompañará durante la entrevista con la Unidad de Investigación (UDI) de elDiarioAR. Se muestran conmovidas, pero seguras. Hablarán sobre las repercusiones de la investigación que reveló las denuncias por abuso sexual contra el reconocido jinete e instructor Augusto Fraschina. Ellas son las denunciantes y detallarán cómo llevan adelante el proceso judicial, la indiferencia a sus causas dentro de la equitación y las repercusiones de la publicación de este medio. También, cómo se dan fuerzas mutuamente, a pesar de no haberse visto nunca personalmente. Lenzi Pra vive en la provincia de Buenos Aires y Brunello, en el interior del país.

El 1° de noviembre la UDI de elDiarioAR reveló que el reconocido jinete e instructor de equitación Augusto Fraschina fue denunciado por abuso sexual gravemente ultrajante agravado y abuso sexual con acceso carnal. Lenzi Pra denunció haber sido abusada siendo su alumna, cuando era menor de edad. Sostuvo que los abusos se extendieron durante meses. Brunello también denunció ante la Justicia a Fraschina: afirmó que fue abusada cuando tenía entre 17 y 20 años. Brunello denunció, además, a un segundo jinete, sindicado como presunto cómplice de Fraschina, su entregador, Javier Rawson. Así surge de los expedientes de la Justicia de San Isidro y testimonios consultados por la UDI de elDiarioAR durante los últimos meses.

La primera causa, iniciada por Lenzi Pra, tramita en la fiscalía de Juicio número 1, Especializada en Género de Pilar, actualmente a cargo de Marcela Semería. Fue iniciada en diciembre de 2018 y tiene cuatro pedidos de elevación a juicio. El segundo expediente, iniciado por Brunello, tramita en la fiscalía descentralizada de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Especializada en Violencia de Género a cargo de María José Basiglio. Fue iniciado en agosto de 2024 y se encuentra en etapa de instrucción.

—¿Cómo vivieron los días posteriores a la publicación de la investigación?

Lenzi Pra: —Es movilizante porque uno vuelve a recordar el pasado y se cruzan un montón de emociones, pero creo que fue tanto el esfuerzo que uno hace para seguir luchando contra esto, contra el sistema judicial, por la verdad, que no te queda otra que seguir. Por suerte estoy bastante contenida y tratando de aferrarme a que esto sirva, para que le llegue también a otras chicas, ya sea del ambiente de la equitación o no. Que por lo menos la gente sepa, que los padres se enteren lo que está pasando en el ambiente. Lamentablemente queda clarísimo que la gente que cometió estos hechos sigue libre y las que terminamos escondiéndonos somos nosotras, por cuidarnos. Estos tipos siguen sueltos y la Justicia sigue sin hacer nada. No somos solo dos mujeres, hay muchas más víctimas.

M. Sol Brunello: —Mi caso es similar, me está sosteniendo mi familia. Lo más fuerte es que tengo que sostenerme también para recibir un montón de comentarios y llamadas de otras mujeres que también vivieron casos de violencia en el ambiente. Hubo mucha gente comunicándose incluso con mi familia, con mi hermano -quien es jinete- que recibió mucho apoyo de sus colegas. Denunciar es mostrarlo todo, es desnudarse porque es algo que uno lleva con vergüenza y es sostener la palabra hasta el final, como dice Cande. 

Nosotras somos víctimas de estos tipos que nos arrebataron la inocencia, nos arrebataron el deporte y creo que nada va a repararlo, pero sí alivia un montón no taparlo sino ponerlo a circular porque te das cuenta de que hay un montón de mujeres afectadas.

¿Qué esperan de la Justicia?

Lenzi Pra: —Espero que hagan bien su trabajo, que se ocupen, que no dejen pasar el tiempo. En mi caso ya van a ser siete años. Yo arranqué siendo mucho más chica, con la inocencia de que la Justicia iba a actuar bien y que me iba a cuidar. Y me encontré impulsando a la Justicia, yendo a buscarla, tocando las puertas del juzgado una vez por mes y que no me quisieran atender o que me atiendan mal, o que me dijeran: “Mirá, yo me voy a tomar el tiempo que quiera, que necesite”, a lo que he respondido: “Tomarte el tiempo que quieras también es una respuesta hacia mí, estás tomando una decisión”.

Brunello: —Yo empiezo ahora a sentir el cansancio que Cande me contaba que sentía las primeras veces que hablamos. La realidad es que una tiene que seguir con la vida, también te pasan otras cosas: el tema laboral, los hijos y de fondo está esto que es como estar arrastrando una piedra, ese esfuerzo tiene que ser de la Justicia.

Me parece que más allá de nosotras, también es una bomba de tiempo que estos tipos sigan dando vueltas y que sigan afectando a un montón de personas. Para nosotras también, porque queremos darle un cierre y seguir con nuestras vidas, que es lo que nos merecemos después de tanto.

Lenzi Pra: —Siento que no somos del todo cuidadas por la Justicia. Yo dejé de ir a los concursos, dejé de montar, directamente no me acerco a una pista cuando sé que tengo la posibilidad de cruzarme con alguien, y si pasa la que termina estando mal después de ese día soy yo. Por suerte ahora estoy mejor, pero tenía recaídas, volvía a vomitar, volvía a tener depresión. Yo intentaba seguir con mi vida, pero es imposible. Vos estás constantemente presentando escritos, sometiéndote a pericias, fui a una pericia ocular al lugar, me hicieron pericias psicológicas, pericias psiquiátricas, fui al juzgado las veces que necesitaron y me presenté diciendo “lo que necesiten y lo que ayude para acelerar el proceso estoy disponible al juzgado y a la fiscalía, ya he hablado con el fiscal, con los jueces en reiteradas oportunidades.

¿Pensaron alguna vez en abandonar el proceso judicial?¿Por qué decidieron seguir?

Lenzi Pra: —Mil veces tuve las dudas de dejarlo porque es agotador, porque decís ¿hasta cuándo voy a estar con esto? ¿Cuántos años voy a seguir perdiendo el tiempo y la energía? No es gratis, cada vez que hay algo nuevo para presentar o una resolución o la respuesta de un juez o de un fiscal, se vuelven a revivir un montón de cosas del pasado, no es que leo el escrito y no me genera nada. 

Sol Brunello: —Cuando pensé en no seguir avanzando fue por la enorme energía que requiere cada escrito, releer, abrir otra vez esos recuerdos de aquella época. Creo que es lo más duro. Las veces que me pasa que estoy por aflojar, me impulso a través de Cande. Por ejemplo, cuando me enteré que Cande también iba a hablar en la nota dije “Bueno, somos dos”, te sentís acompañada y entendida de alguna manera. Y también a través de mi hermano, todo el tiempo me dice: “No tengas miedo”. Porque tengo miles de miedos. Igualmente, desde el día uno yo tengo confianza en este proceso porque está Cande y porque está Hugo. No sé si podría convivir con la decisión de no haber hecho lo que tenía que hacer, lo que me iba a dejar tranquila.

Lenzi Pra: —A mí también me sirvió mucho que Sol se animara a hablar, una cosa es estar sola luchando contra todo y otra cosa es ser dos, que, lamentablemente, pasamos por lo mismo con la misma persona. No es coincidencia porque las historias tienen mucho en común y está super claro y la gente que realmente los conoce no duda de que es verdad.

¿Qué repercusiones del ámbito ecuestre les llegaron después de la publicación de la investigación?

Lenzi Pra: —A mí me hablaron algunas personas del ambiente. Me contaron que en la Federación Ecuestre Argentina estaban todos revolucionados porque no les gusta que los nombren y que los expongan. Lo de la Federación Ecuestre Internacional, eso sí fue como el bombazo, llamó la atención de todos, como que dijeron, “Bueno, acá no es joda, esto no queda solo acá en Argentina”, sino que se empieza a expandir mucho más.

Sol, comentó que le hablaron muchas mujeres para contarle sobre abusos. ¿Qué siente cuando le llegan todas esas historias?

Brunello: —Creo que todo cobra sentido, más allá de nuestros casos siento que esto nos atraviesa a nivel social y es una justicia que se da en el ámbito social, que es necesaria para poner cada cosa en su lugar. Y me parece que es desarmar esa idea de que es algo que se tiene que ocultar, callar, del “mejor no digas nada”. Nos fortalecemos entre nosotras para animarnos a hablar porque es re loco que la violación y los abusos son los delitos, quizás los únicos, en los que la vergüenza la llevamos nosotras, las víctimas.

¿Qué les gustaría que se revea en la equitación y el deporte en general en cuanto a la violencia de género y los abusos? 

Lenzi Pra: —Siento que tiene que haber un cambio en la sociedad y en lo personal de cada uno de cuidarse más con estas cosas. Sí, obviamente, que la Federación Ecuestre tome las medidas necesarias para cuidar también a las personas que denuncian y no que esas personas se tengan que ir del deporte por eso.

Brunello: —Yo que estuve de los dos lados, alumna y profe, creo que sí hay muchas cosas que pueden cambiar. Concuerdo que la sociedad tiene que actuar también. Pero, por ejemplo, no hay formación pedagógica en la equitación, trabajan con chicos desde los tres años y no están formados pedagógicamente. Todo eso filtra a estos seres. No quiere decir que alguno no se escape, pero me parece que son todos filtros: para que puedas trabajar con niñas de 16 años, además de ser buen jinete tenés que ser buena persona y tenés que ser docente. 

Por otro lado, no hay un cupo femenino en la Federación Ecuestre, no hay mujeres en la [conducción de] Federación Ecuestre. Hay muy pocas y son secretarias o son ayudantes. No hay una renovación de las nóminas, o sea, siguen estando los mismos tipos. No hay cupo femenino en los torneos internacionales. Y esto de que nuestros casos hayan llegado a la Federación Ecuestre Internacional es también muy importante. Por último, el maltrato animal también es una forma de abuso y no está para nada regulado en las ligas menores. Vemos caballos enfermos, rengueando en la pista, caballos que saltan 25 veces al día. 

¿Qué mensajes les darían a otras posibles víctimas de abuso?

Lenzi Pra: —Que se animen a hablar, que realmente es muy sanador sacar todo lo que uno tiene adentro, eso que te hace mal. Ya sea hacer una denuncia o hablar con sus conocidos, no guardárselo, no tener miedo más allá de que es lo primero que se siente, que es imposible no sentirlo, pero que después, cuando uno lo pone todo en palabras, es muy sanador.

Nosotras luchamos con nuestra verdad y eso no nos lo va a sacar nadie. Siempre se puede ayudar a alguien más, esa persona no está sola. Me sentí así con Sol cuando me escribió la primera vez y me dijo: “Cande, gracias a que vos te animaste a hablar yo pude hablar con mi familia”, eso para mí ya fue darle un sentido a todo esto que había arrancado. Antes, me sentía muy sola. En su momento cuando me animé a subir algo en mis redes, a mí también me escribieron desde mujeres mayores que han sido abusadas y que me dijeron “yo no me animo a hablar”, hasta personas que me escribieron por un Instagram falso y que me dijeron “te agradezco que hayas hablado, pero por ahora no me animo a hablar”.

Brunello: —Sí, que se escuchen a sí mismas. Si te escuchás en el momento en que lo estás viviendo, sentís eso que está en la nota: yo me fui de ahí [el lugar donde denunció haber sido abusada] diciendo… “esto es que te violen”. Cuando sientan que algo no corresponde o que las incomoda, que se animen a hablar primero con quien tengan a mano para que las ayude o con nosotras también, yo estoy ahí para escuchar. Es importante que aprendan a no naturalizar cualquier situación de incomodidad: “No se dio cuenta”, “fue un chiste”. Hay cosas que no corresponden en un vínculo de profesor-alumna o de compañeros de deporte.

ED/MC