Música

Fernando Cabrera presenta “Simple”, su nuevo disco: “Una canción es como un milagro”

El uruguayo Fernando Cabrera tiene un nuevo disco para presentar. Se llama Simple y lo hizo él solo en el estudio. Pero no por la pandemia. La idea era hacerlo así, despojado, desde mucho antes de que supiéramos del coronavirus. 

Ahora llegó el momento de darlo a conocer en vivo y el formato de esa presentación sí está parcialmente influenciado por la pandemia: será el 1 de agosto en el Auditorio del Sodre de Montevideo, con público en la sala pero también en streaming para todo el mundo. 

La fecha original de este recital era el 15 de julio, pero Uruguay recién habilitará los conciertos con público unas semanas después. Desde Argentina, donde Cabrera tiene muchos seguidores, ya se pueden adquirir las entradas.

En este show, el cantautor uruguayo estará algo más acompañado que en el estudio de grabación: contará con la participación del multiinstrumentista y cantante Diego Cotelo y la realización audiovisual correrá por cuenta de Pablo Casacuberta y Pablo Dotta.

Simple, publicado por Acqua Records (Argentina) y Ayuí/Tacuabé (Uruguay), “es posiblemente el más extraño y particular de mis discos, porque por primera vez no hay banda, no hay músicos invitados, no hay camaradas… La única persona que entró al estudio desde el primero hasta el último día –además del técnico- fui yo”, asegura Cabrera.

Contiene 10 canciones que en total se extienden por 28 minutos, en las que el autor de El tiempo está después y La casa de al lado canta, hace coros, toca guitarras, piano, armonio y percusión. Cabrera compuso la letra y la música de todos los temas y los grabó a lo largo de un año y medio. Son canciones que requieren de una escucha atenta, calma, porque, como era de esperar, el disco, que se publicó el último día del 2020, no es tan simple como su título expresa.  

El referente de la canción rioplatense, con 45 años de carrera tras de sí, lleva publicados unos 15 discos propios y otros tantos como productor y arreglador, todo sin alejarse de sus motivaciones más íntimas y siempre al margen de la industria musical. Le costó abrirse camino, pero a fuerza de tesón, rigurosidad y una sensibilidad poética singularísima, lo logró.

Nacido hace 64 años en Montevideo, Cabrera tiene en claro que el futuro viene complicado, pero su apuesta es a “seguir respirando y reconquistar el terreno”. 

Son como fueron siempre mis canciones, con muchas aristas e interpretaciones posibles. Me gusta darle al oyente varias opciones, cosa que de todos modos pasa quiera yo o no.

En diálogo con elDiarioAR, comentó algunos detalles de su nuevo trabajo. “El título 'Simple' no debe ser tomado de una manera literal. Es cierto que no hay otros intérpretes y grabé todo yo, pero los materiales no son muy simples, son como fueron siempre mis canciones, con muchas aristas e interpretaciones posibles. Me gusta darle al oyente varias opciones, cosa que de todos modos pasa quiera yo o no”, explicó.

Sobre el proceso de grabación, contó que comenzó mucho antes de que llegara la pandemia. “Yo estaba grabando desde seis meses antes más o menos. Luego paré unos meses porque el estudio obviamente cerró. Cuando me avisaron que reabría con los lógicos cuidados protocolares, volví a ir durante unos meses más hasta terminar”.

Eligió para ello el estudio Sondor, uno de los más antiguos de la capital uruguaya, porque está a pocas cuadras de su casa, “yendo por un camino muy tranquilo sin tener que entrar al Centro”. De hecho, iba caminando. “Es un tradicional estudio, el más antiguo de Montevideo, con muchas comodidades y un técnico lo suficientemente anti-cool como para sentirme cómodo”.

Comenzó grabando lo que llama “los esqueletos de las canciones” con sus guitarras. “Luego le fui agregando algunos órganos, músculos y tejidos, luego la piel, las uñas, el pelo, etc. Cuando quise acordar, estaban bastante prontas y ya no tenía sentido llamar a otros músicos”.

La canción es un soporte maravilloso donde se pueden desarrollar los dos mundos, la palabra y el sonido. Y además, por un proceso misterioso que no domino, esos dos mundos juntos dan un tercero que ya no tiene posibilidad de análisis. Es como un milagro.

Esas canciones con huesos, músculos, piel y uñas son la razón de ser de Cabrera. De hecho, según ha confesado en algunas entrevistas, la música lo salvó de tener una vida frustrante porque, afirmó, no era bueno para nada. Salvo, como fue descubriendo después, para hacer canciones. Para el uruguayo, la letra y la música tienen la misma importancia en ese proceso.

Concibo la canción como un soporte maravilloso donde precisamente se pueden desarrollar esos dos mundos, la palabra y el sonido. Y además, por un proceso misterioso que no domino, esos dos mundos juntos dan un tercero que ya no tiene posibilidad de análisis. Sólo se me ocurre decir que una canción es como un milagro”.

Sabe que es un referente de las nuevas generaciones de casi todos los géneros musicales, lo que lo llena de orgullo pero, fiel a su estilo, tampoco se regodea en ello. “Cuando alguien lo dice, como tú ahora, me da mucho orgullo porque siento que logré más o menos algo que siempre me interesó: ser dúctil musicalmente, moverme en varios lenguajes. Pero en general no lo tengo presente”.

La presentación del disco nuevo se da en un marco que nadie imaginó hace un año y medio. Las salas de conciertos estuvieron cerradas durante meses. El streaming se volvió algo habitual. Pero, como el resto de los músicos del mundo, Cabrera sigue para adelante. “Hay que jugar con lo que haya”, dice.

Para los músicos, la pandemia fue especialmente difícil. Estuvieron meses sin trabajar, sin encontrarse con el público y eso hizo mella en muchos de ellos, no solo en lo económico. “El futuro está muy complicado para mi gremio. Ya es y va a ser muy difícil. Mi único plan es seguir respirando y reconquistar el terreno”.

CRM/CB