Madrid

Murió el actor Eusebio Poncela a los 79 años

elDiarioAR

0

El actor madrileño Eusebio Poncela murió este miércoles a los 79 años, según adelantó la Cadena Ser y confirmó elDiario.es con fuentes de la Academia del Cine. De acuerdo al diario El País, citando fuentes de su entorno, padecía un cáncer desde hacía un año y su deceso se produjo en su casa de El Escorial (Madrid).

Poncela despuntó con su primer gran papel, el del director de cine de serie B José Sirgado en la película de Iván Zulueta Arrebato (1979), para participar posteriormente en cerca de 60 películas, series y obras de teatro. Se dedicaba, además, a la pintura.

El gran éxito le llegó con su papel en la adaptación a serie de televisión de la novela de Gonzalo Torrente Ballester Los gozos y las sombras, de 1982, con Charo López. Durante la década de los 80, se unió al universo de Pedro Almodóvar protagonizando las películas Matador (1986), que podrá verse restaurada en el Festival de Venecia el 1 de septiembre, y La ley del deseo (1987), un director con quien mantuvo una relación de amor y odio que de alguna manera quedó plasmada en la película Dolor y gloria.

Durante unos años de la década de los noventa, Poncela se trasladó a Argentina para desintoxicarse. Allí trabajó con Adolfo Aristarain en una película que le devolvió la popularidad, Martín (Hache), por el carismático personaje de Dante, junto a Federico Luppi y Juan Diego Botto. Y posteriormente en otras producciones argentinas como Vidas privadas, junto a sus amigos Cecilia Roth y el músico Fito Paez, que la dirigía, o Cabecita rubia.

Con el cambio de siglo, trabajó en la primera película de Juan Carlos Fresnadillo, Intacto (2001), con un papel que le mereció una nominación al premio Goya. Y en 2002, en la cinta de Álex de la Iglesia 800 balas. En el año 2016 dio vida al Cardenal Cisneros en la película histórica La corona partida, junto a Irene Escolar.

Uno de sus últimos papeles lo interpretó en el teatro, en la obra El beso de la mujer araña, en 2022. Con motivo de esta producción y en entrevista con elDiario.es, Poncela dijo sobre su oficio que no concebía otro y que le interesaba las dificultades de la interpretación porque le ayudaban a “abrirse”: “Soy una persona ensimismada en sí misma, muy individualista y me cuesta mucho meterme en otra vida. Hay actores a los que les gusta este oficio para vivir otras vidas. Pero yo siempre tengo el pálpito de meter caña en esa otra vida y pensar qué haría yo en esa situación”.

elDiario.es