Tragedia en España

Hallan cuatro cadáveres tras el derrumbe de un edificio en construcción del centro de Madrid

Diego Casado / Lourdes Barragán

0

El derrumbe parcial de un edificio en construcción en pleno corazón de Madrid, a pocos pasos de su Plaza Mayor, ha originado un enorme despliegue de emergencias y equipos de salvamento para intentar rescatar a varias personas desaparecidas en el siniestro. Los cuerpos de los cuatro desaparecidos en el siniestro ya han sido localizados esta madrugada, unas trece horas después del desprendimiento, confirmaban fuentes de Emergencias Madrid coincidiendo con la visita del alcalde José Luis Martínez-Almeida a la zona.

Casi a medianoche, aparecían en un primer momento dos de los cadáveres, mientras la unidad canina de la Policía Municipal y medio centenar de Bomberos trabajaban para encontrar a los otros dos atrapados entre los escombros, que finalmente fueron hallados en torno a las 3 de la mañana. Las cuatro personas dadas por desaparecidas después del desplome son una responsable llamada Laura (en un principio se informó de que era la arquitecta del proyecto) y tres obreros identificados como Dambéle, Alfa y Jorge, originarios de Malí, Guinea y Ecuador, de entre 30 y 50 años, todos ellos empleados de la empresa constructora ANKA.

El siniestro tuvo lugar poco antes de las 13.00 horas a la altura del número 4 de la calle Hileras, una empinada vía que une las calles Arenal y Mayor. Por razones que todavía se desconocen, varios forjados se vinieron abajo desde la parte superior del edificio, sin afectar a los exteriores. El derrumbe apenas es visible desde la calle puesto que la fachada ha aguantado, informan fuentes de Emergencias Madrid, así como también permanece en pie la parte trasera del inmueble en obras según pudo comprobar este periódico. Tres personas resultaron heridas, pero solo una de ellas tuvo que ser trasladada al Hospital Clínico con pronóstico menos grave por fractura en una pierna. Las otras dos sufrieron daños leves.

Aunque los forjados cayeron hacia dentro y los edificios aledaños no sufrieron daños, las fuerzas de seguridad desalojaron a los vecinos colindantes. No saben si esta noche podrán dormir en sus casas los de los números 6 y 8 de la calle, pegados al lugar del siniestro, debido a los trabajos de búsqueda. Desde el Cuerpo de Bomberos trabajaron primero para evitar el colapso de toda la estructura y asegurar el trabajo luego de los rescatadores. La vicealcaldesa y delegada de Seguridad y Emergencias, Inmaculada Sanz, informaba a primera tarde desde el lugar de los hechos que la prioridad era la búsqueda de los desaparecidos. También indicaba que la cantidad de escombros acumulada por el derrumbe es elevada y que quedan por delante “muchos días” hasta que sean despejados totalmente.

El edificio siniestrado estaba siendo rehabilitado para construir un hotel de cuatro estrellas, con capital saudí, y en él trabajaban obreros de varias empresas ligadas a la construcción. Al menos una decena de los empleados de una compañía de demoliciones que habían escapado del derrumbe esperaban por la tarde noticias de la búsqueda de sus compañeros dentro del perímetro policial, algunos de ellos con la mirada perdida. La mayoría preferían no hablar ante los medios desplazados y los pocos que lo hacían relataban una secuencia rápida que incluía la caída de parte de la estructura, un ruido seco y mucho polvo.

“Escuché un ruido y salí corriendo”, comentaba otro de los obreros que se encontraba en la obra, poco después del suceso. En su caso, era el primer día en el tajo. La empresa para la que trabaja, Pavipedro, se encontraba haciendo labores de hormigonado. En su caso, todos sus compañeros están bien porque en el momento del derrumbe se encontraban fuera de la estructura del edificio, cuyo entorno ha sido acordonado.

El delegado del Gobierno ha llamado a ser “prudentes” con el derrumbe, que considera “una catástrofe” en “el tajo”. De momento se desconocen las causas que han llevado a este suceso. “Podríamos pensar que tuvo algo que ver con esa obra, pero es demasiado pronto como para hacer conjeturas”, ha insistido la vicealcaldesa en declaraciones a los medios. “Los obreros echan en falta a algunos compañeros”, destacaban fuentes policiales nada más producirse los hechos, en medio todavía de mucha confusión y mientras comprobaban si todos los trabajadores estaban dentro o fuera del inmueble cuando ocurrió el desplome. La Policía Judicial de Policía Municipal de Madrid se ha hecho cargo de la investigación, al tratarse de un accidente laboral.

El suceso fue presenciado por testigos que viven o tienen comercios en la zona, como Boyana y Aurora, trabajadoras del Museo del Pan Gallego. Ambas estaban en su tienda, situada muy cerca del lugar del derrumbe, cuando escucharon un fuerte ruido, “como una bomba”, e inmediatamente notaron “una gran cantidad de polvo” que salía del edificio número 4 de la calle Hileras. Al salir a la calle, vieron como algunos de los obreros abandonaban el inmueble siniestrado, “llenos por completo de polvo”.

Las labores ahora se centran en encontrar a todos los desaparecidos. La Policía Municipal de Madrid ha enviado guías caninos a la zona de Ópera para facilitar las labores de búsqueda, que comenzaron pasadas las seis de la tarde, una vez acabados los trabajos de apuntalamiento de la estructura. En el lugar, los vecinos han trasladado su confusión ya que algunos de ellos han tenido que ser desalojados hasta asegurar la zona y no podían acceder a sus viviendas. El Ayuntamiento de Madrid aseguró que buscaría alojamientos alternativos para aquellos que no pudieran regresar a sus hogares.

al y como ha podido comprobar Somos Madrid, el derrumbe parcial no ha destrozado el grueso de la estructura del edificio, que aún podía verse en pie al observarse desde la parte trasera. De hecho, la proximidad con los inmuebles de alrededor hubiera provocado consecuencias en los pisos colindantes de haberse desplomado toda la construcción.

A nivel institucional, hasta el lugar se desplazaban la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, y el concejal de Centro, Carlos Segura. El alcalde de Madrid acortaba su viaje a Londres y volvía a Madrid por lo sucedido. Llegaba a la zona poco antes de las diez de la noche y confirmaba ante los medios el primer fallecimiento.

Almeida detallaba por la noche que se había producido “el derrumbe del forjado de la sexta planta y eso ha provocado que a partir de ahí bajara por todas las plantas hasta la baja y alcanzara a la persona que estaba allí, que es una de las desaparecidas que todavía no ha sido localizada”.

Según su relato, los bomberos “están acarreando ellos mismos los escombros para tratar de llegar lo antes posible a los cuerpos que han sido localizados”. En esta “tarea compleja y difícil” se ha contado además con la ayuda de perros de la Policía Nacional, entrenados para descubrir los lugares donde pudieran estar las personas que presumiblemente están desaparecidas bajo estos restos de la obra.

Las reacciones han llegado desde todo el espectro político: tanto la portavoz del PSOE en Cibeles, Reyes Maroto, como el de Más Madrid, Eduardo Rubiño, se han hecho eco en sus redes poco después del derrumbe. Por su parte, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha indicado que la Inspección Laboral está revisando la situación de los empleados en esta reforma.

El suceso hizo también muy difícil moverse por el centro de la ciudad porque habían sido cortadas calles como Mayor o varios pasos subterráneos para facilitar el paso de los vehículos de emergencias. La recomendación municipal es no acercarse a la zona. Varias vías aledañas al lugar del suceso habían sido perimetradas y solo se ha permitido el acceso a los vecinos, con muchas restricciones.

Construido en 1965, el edificio siniestrado contaba con seis plantas y sótano. Su uso era terciario, de oficinas, y no albergaba viviendas. En el momento del siniestro el inmueble estaba siendo reformado para abrir allí un hotel de cuatro estrellas, después de muchos años sin actividad. Las obras habían dejado el esqueleto del edificio, retirando las paredes en la mayoría del inmueble salvo en su fachada principal.