Lula: “Hay un giro conservador en varios países, con una derecha que convierte las elecciones en una fábrica de odio”

Andrés Gil

Bruselas —

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Lula da Silva vive su nueva etapa al frente de Brasil de forma distinta a como fue la primera. No en vano, pasó por la cárcel, de la cual salió después de que se demostrara que el proceso había sido injusto. Ahora, siete meses después de asumir el cargo en medio de un intento de golpe en Brasilia por parte de los seguidores del ex presidente Jair Bolsonaro, acudió a la cumbre en la UE y América Latina (Celac) en Bruselas, y atiende a la prensa antes de viajar de vuelta a su país.

El presidente recuerda en su intervención su primera cumbre del G7, hace dos décadas: “En mi primer año de mandato, iba a una reunión del G7 a la que me invitaron y quería que las cosas estuvieran definidas. Pero no todo tenía que estar decidido porque Brasil lo necesitara, no se trataba sólo el interés de Brasil. En esta cumbre de la UE y Celac estábamos discutiendo la visión de 60 países. Y, por lo tanto, tenemos que entender que no todos están de acuerdo con nosotros. No todo el mundo tiene la misma prisa, tiene la misma visión sobre cualquier cosa. La reunión fue muy importante”.

Lula expresa así una opinión diferente a otros líderes latinoamericanos, más críticos con el desarrollo de la cumbre, como el propio presidente colombiano, Gustavo Petro, o el chileno, Gabriel Boric, molesto por el tiempo dedicado a Ucrania en los debates: “Creo que la reunión sobre Ucrania fue en el momento adecuado. No había nada que no supiéramos ya”.

El líder del PT también habló de la próxima cita electoral en España, este domingo, y de la ola de gobiernos conservadores en Europa: “Hay un giro conservador en varios países del mundo. No estábamos acostumbrados al giro hacia la derecha fascista que vivió Brasil en los últimos cuatro años. Estábamos acostumbrados a tener una derecha, a tener conservadores, socialdemócratas, a tener gente más a la izquierda. Pero era una política que se hacía de forma civilizada. Discrepabas, debatías ideas, pero no se convertían las elecciones en una fábrica de mentiras, en una fábrica de distribuir odio, no se acentuaba la división como ahora. Y podemos tomar como ejemplo dos grandes países: Estados Unidos y Brasil. En la Unión Europea sabemos que hay varias corrientes de derechas, pero también hay varios partidos importantes, partidos tradicionales, que son partidos conservadores y que hacen política de la manera más civilizada posible”.

“Es el caso de España”, ha afirmado Lula: “Es decir, la disputa no será entre PSOE y Vox, será entre PSOE y el PP, lo que demuestra que todavía hay civismo en la discusión política”.

Discurso de la paz

El presidente brasileño, desde que ganó las elecciones, desarrolló una diplomacia activa para abrir un proceso de paz en Ucrania, invadida por Rusia hace ya año y medio.

“Hay mucha gente que estaba muy nerviosa, muy ansiosa hace seis meses, que ahora necesita encontrar a alguien que signifique la posibilidad de encontrar el camino hacia la paz”, afirmó Lula: “Brasil ha estado haciendo eso desde el principio. Hemos estado hablando con China, con Indonesia, con nuestros socios en América Latina. Necesitamos construir un grupo de países que puedan, en el momento adecuado, convencer a Rusia y Ucrania de que la paz es el mejor camino. Por supuesto, no puedo dejar de entender el nerviosismo de la Unión Europea, al fin y al cabo, tiene países fronterizos con Ucrania”.

Lula prosigue: “Es normal que la gente que está allí tenga más preocupación que yo, que estoy a 14.000 kilómetros. Pero precisamente porque estamos lejos podemos estar lo suficientemente tranquilos como para no entrar en el estado de ánimo en el que están los europeos e intentar crear un estado de ánimo de construir la paz. Por el momento, ni siquiera se quiere hablar de paz, cada uno piensa que va a ganar”.

“Pero hay una fatiga”, diagnostica el presidente brasileño: “El mundo está empezando a cansarse, los países están empezando a cansarse, así que llegará el momento en que habrá paz y entonces tendrá que haber un grupo de países capaces de hablar con Rusia y hablar con Ucrania”.

El acuerdo UE-Mercosur, ¿más cerca?

El presidente brasileño reconoce que “durante mucho tiempo, la Unión Europea, estuvo un poco alejada de América Latina. Hemos estado 22 años para concluir el acuerdo del Mercosur y la Unión Europea, y no hemos podido concluirlo porque no había mucho interés en el caso del Mercosur”.

“La gente tiene que entender que hay que competir”, sostuvo Lula: “Y América Latina es un mercado muy importante para la Unión Europea. Al fin y al cabo, todos tenemos orígenes europeos. El pueblo brasileño es el resultado de este mestizaje, una mezcla de indios, negros y europeos. Por primera vez, soy optimista en cuanto a que concluiremos este acuerdo este mismo año. Y sería muy bueno que pudiéramos concluir este acuerdo bajo la presidencia de España del Consejo de la UE, lo que no fue posible en 2010, y hacerlo ahora en 2023, también bajo mi presidencia rotatoria del Mercosur”.