Moscú culpa a sus soldados del mayor ataque ucraniano por usar teléfonos móviles

elDiarioAR

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El Ministerio de Defensa de Rusia ha elevado este miércoles de 63 a 89 el número de soldados que murieron el pasado 1 de enero en un bombardeo ucraniano en Makiivka, una ciudad de Donetsk controlada por fuerzas rusas. El Ejército ucraniano, sin embargo, señala que el ataque produjo 400 muertes.

Según el mando militar ruso, el uso masivo de teléfonos móviles por los soldados –que según algunos medios llamaban a sus familiares para felicitarles por el Año Nuevo– fue la causa principal de lo ocurrido. “Es evidente que la razón principal fue encender y utilizar los móviles de forma masiva y al alcance de las armas del enemigo contraviniendo la prohibición [al respecto]”, ha señalado el teniente general Sergei Sevryukov sin aportar más detalles. “Este factor permitió al enemigo localizar y determinar la coordenadas de la situación del personal militar para un ataque con misiles”, ha añadido.

Según Sevriukov, cuatro misiles HIMARS impactaron contra el edificio donde se encontraban los militares rusos, lo que provocó su destrucción. Otros dos proyectiles utilizados en el ataque “fueron interceptados”, ha dicho. El ataque se produjo alrededor de la medianoche del 31 al 1 de enero.

Moscú ha prometido tomar medidas “para evitar semejantes sucesos trágicos en el futuro” y ha dicho que castigará a los culpables.

El líder del partido Rusia Justa, Serguéi Mirónov, fue el primer político de alto rango en demandar este martes una investigación de lo ocurrido en Makiivka, donde aparte de militares profesionales se encontraban hombres reclutados en el marco de la movilización parcial declarada el año pasado.

“La investigación determinará qué es lo que ha ocurrido: una traición o una negligencia criminal”, indicó y agregó que, en su opinión, fueron “ambas cosas”. Mirónov escribió que “es evidente que ni la inteligencia, ni la contrainteligencia, ni las defensas antiaéreas actuaron como debían”.

Muchos blogueros rusos a favor de la invasión han criticado al ejército ruso por el incidente. Semyon Pegov, un corresponsal de guerra condecorado por Putin, ha dicho que la explicación de los teléfonos “parece un intento claro de esquivar las culpas”. Pegov señala que los ucranianos podrían haber localizado la base de otra forma.