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CLAVES

Qué se sabe y qué le pudo pasar al submarino desaparecido que exploraba los restos del Titanic

Exterior de un submarino modelo "Titan" operado por la compañía OceanGate, con capacidad para cinco personas.

Graham Russel

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Los equipos de búsqueda y rescate están trabajando a contrarreloj para encontrar el submarino turístico desaparecido con cinco personas a bordo durante una inmersión en torno a los restos del Titanic. Según los guardacostas estadounidenses, el contacto con el sumergible “Titan” se perdió en la tarde del domingo tras una hora y 45 minutos de inmersión.

Esto es lo que sabemos de la embarcación y de lo que puede haber ocurrido.

¿Qué es el submarino “Titan” y de qué es capaz?

El “Titan” es un sumergible de investigación y exploración capaz de transportar a cinco personas, normalmente un piloto y cuatro “especialistas de misión”, entre los que puede haber arqueólogos, biólogos marinos o cualquier turista que pueda permitirse la experiencia.

Fabricado con “titanio y con fibra de carbono de filamento enrollado”, la nave de 6,7 metros de eslora pesa 10.432 kilogramos, el equivalente a seis coches de tamaño medio. Según OceanGate, la empresa que lo gestiona, es capaz de sumergirse a una profundidad de 4.000 metros “con un margen de seguridad amplio”. Para desplazarse emplea cuatro propulsores eléctricos y dispone de una serie de cámaras, luces y escáneres con los que explorar su entorno.

Según OceanGate, el espacio del que dispone el “Titan” para contemplar el fondo marino es “el mayor entre todos los sumergibles de inmersión profunda” y su tecnología proporciona una “visión sin igual” de las profundidades oceánicas.

Para comunicarse usa Starlink, la tecnología por satélite de Elon Musk, aunque todavía no se sabe si la causa de la pérdida de contacto tiene que ver con eso. “Sin torres de telefonía móvil en medio del océano, dependemos de Starlink para que nos proporcione las comunicaciones que necesitamos este año durante toda la expedición Titanic 2023”, publicó OceanGate la semana pasada en Twitter.

Según David Concannon, asesor de OceanGate, el suministro de oxígeno embotellado de 96 horas del que dispone comenzó a usarse a partir de aproximadamente las seis de la mañana del domingo y, en teoría, durará hasta la mañana del jueves (hora local, en los dos casos). Pero el cálculo varía de acuerdo con la frecuencia respiratoria de los pasajeros, y más cuando a bordo hay turistas con poca experiencia en submarinismo.

¿Qué puede haber fallado?

Es demasiado pronto para saber lo que ocurrió, pero los expertos barajan varias hipótesis: una falla eléctrico, un problema con el sistema de comunicaciones del submarino o que se haya enredado entre los restos del Titanic.

A unos 3.800 metros de profundidad, el Titanic está rodeado por los restos de la tragedia marítima ocurrida hace más de un siglo. “Hay restos por todas partes, es peligroso”, dijo Frank Owen, oficial retirado de la Marina Real Australiana condecorado con la Medalla de la Orden de Austria y director de un proyecto de salvamento y rescate de submarinos.

El contacto se perdió una hora y 45 minutos después de comenzar el viaje del “Titan”, lo que sugiere que la tripulación pudo haber llegado al fondo o cerca del mismo, según Owen. La velocidad máxima del sumergible es de tres nudos, pero se va haciendo más lento a medida que desciende.

Ante un enredo, una falla eléctrico, o un problema de comunicaciones, el “Titan” dispone de lastres de caída que puede soltar en una emergencia con el objetivo de conseguir la flotabilidad necesaria para subir hasta la superficie. Una vez arriba, dispone de una serie de señales, luces, reflectores y otros equipamientos para alertar sobre su ubicación.

Otra posibilidad es una fuga en el casco de presión. Según Alistair Greig, profesor de ingeniería marina en la University College London, el pronóstico para un escenario así no es bueno. “Si bajó hasta el lecho marino y no puede volver a subir por sus propios medios, las opciones son muy limitadas”, explica. “Aunque el sumergible pueda seguir intacto, si está más allá de la plataforma continental hay muy pocos buques capaces de llegar tan abajo, y desde luego ningún buzo”.

En declaraciones a la cadena Sky News, el contralmirante retirado de la Marina Real Británica Chris Parry dijo que un rescate en el fondo marino es “una operación muy complicada”. “La naturaleza del fondo marino es muy ondulada. El Titanic yace en una zanja y hay muchos restos alrededor, así que tratar de diferenciar con el sonar y tratar de apuntar a la zona en la que se desea buscar con otro sumergible va a ser algo muy difícil”.

¿Qué se puede hacer para encontrarlo?

La zona está siendo rastreada por aviones estadounidenses y canadienses, además de grandes barcos, pero la búsqueda es “compleja” porque los equipos no saben si el buque salió a la superficie. Según el contralmirante John Mauger, que como comandante del primer distrito de la Guardia Costera de EEUU supervisa la operación de búsqueda y rescate, deben rastrear tanto la superficie como las profundidades del océano.

El asesor de OceanGate David Concannon dijo que las autoridades están trabajando para hacer descender cuanto antes un vehículo operado por control remoto [ROV, por sus siglas en inglés] capaz de alcanzar una profundidad de 6.000 metros.

Los ROV se dejan caer a un lado del barco, con el que están conectados por un “cordón umbilical” que permite al piloto en la superficie manejar los propulsores y transmitir en tiempo real lo que van captando su cámara y sus sistemas de sonar. Sin embargo, los restos del Titanic en el fondo del océano pueden hacer que lleve un tiempo distinguir entre ellos al “Titan”.

Los equipos de búsqueda tienen al menos un punto de partida: la ubicación del “Titan” hasta el momento en que se perdió el contacto. “Todavía hay tiempo de sobra para permitir una misión de rescate, hay equipo a bordo para sobrevivir en este caso”, ha dicho Mark Butler, director gerente de OceanGate, a la agencia de noticias AP. “Todos esperamos y rezamos para que vuelvan sanos y salvos”.

Traducción de Francisco de Zárate.

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