El exministro de Educación y exsenador del PRO, Esteban Bullrich, expresó que pretende postularse para presidente de la Nación en las próximas elecciones 2027 e indicó que, aunque no tenga chances de ganar, su candidatura “puede unir a los argentinos”.
Asimismo, sostuvo que el día en que decidió finalizar su mandato en el Senado, debido a complicaciones en su salud, renunció “a los honores, pero no a la lucha” y sostuvo que esa tarea sigue orientada a “dejar un mejor país” para sus hijos.
Sin embargo, y demostrando el lugar que ocupa su esposa e hijos en su vida, más aún en esta etapa en la que transita desde 2021 una esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad neurodegenerativa irreversible que no tiene cura en la actualidad, explicó que quien definirá su candidatura será su familia y agregó: “María Eugenia (Sequeiros) y mis hijos tienen la última palabra, pero yo me quiero presentar”.
“La campaña sería mi alma hablándole al alma de los argentinos. Cuando uno siente tanto que encontró su misión, no le puede escapar. No sé cuánto tiempo me queda, pero sí sé qué tengo que hacer con él: amar, servir, reconciliar y sembrar esperanza. Ese es mi liderazgo, ese es mi camino, esa es mi fe”, aseguró en declaraciones a LN+.
También hizo referencia a la actualidad política, social y económica del país e indicó que “no le gusta” y manifestó que lo que Argentina necesita son “almas grandes” y hombres y mujeres “que acepten la humildad como cimiento, el diálogo como método, la verdad como disciplina, la cercanía como estilo, la compasión como fuerza política y la reconciliación como horizonte”.
Por otra parte, habló de su último libro ‘Una Nueva Buenos Aires’, que tiene como objeto “renovar el pacto de unión nacional”, y que llevó adelante junto al especialista en economía laboral y educación, Jorge Colina, y el abogado y empresario, Enrique Morad. La obra surgió desde la experiencia de su campaña en 2017, cuando se candidateaba como senador y donde, durante las recorridas en la provincia, afirmó la existencia de “un territorio partido en dos”.
“Nuestro país tiene heridas antiguas que no se cierran con discursos ni con decretos, se cierran con almas que se entregan, con corazones que perdonan, con espíritus que dialogan, con líderes que sirven. Esa es la misión que siento para mí, la que siento para mis hijos, la que siento para cada argentino que cree que todavía es posible construir un país más justo, más fraterno y más humano”, concluyó.
Con información de NA.
IG