GIldó Insfrán llegó este lunes, temprano, a Buenos Aires. Tenía, desde antes de que estalle la crisis en su provincia, participar de un acto con otros gobernadores y Alberto Fernández para la firma de acuerdo contra la violencia de género, en el Día de la Mujer. Pero tras las protestas y la represión policial del viernes, el viaje adquirió otra entidad: la oportunidad para, en medio del fuego cruzado, anudar postales de respaldo político.
Así y todo, según las consultas de elDiarioAR, no había pautado ninguna cumbre bilateral en Gobierno: ni con Fernández, ni con el jefe de Gabinete Santiago Cafiero ni, tampoco, con el ministro del Interior. ¿Puede armarse, de imprevisto, una charla? Esa posibilidad no solo no se descartaba esta mañana sino que indicaban que habría algún contacto reservado con el gobernador.
El fin de semana, luego del comunicado de la Secretaría de Derechos Humanos contra la represión policial, que respaldaron Cafiero y la ministra de Seguridad Sabina Frederic, en gobierno circularon críticas a Insfrán por no haber previsto las reacciones de su decisión de volver a fase 1: una, en particular, no haber contemplado un plan de salvataje para los comercios afectados.
El domingo al atardecer hubo una movilización en el centro formoseño que tuvo un rasgo más partidario por la presencia de dirigentes nacionales como Patricia Bullrich. La protesta que sigue con atención el gobierno provincial es la que está prevista para este mediodía y convocan comerciantes.
Fue lo que este lunes empezó a definir, en una negociación con la Cámara de Comercio, el gobierno formoseño a través del ministro de Economía Jorge Ibáñez, indicaron a este medio fuentes provinciales. Hablan de una “ATP provincial” y préstamos a tasa subsidiada para los sectores afectados por las restricciones que, por otro lado, están teniendo bajo nivel de acatamiento, según admitió una alta fuente formoseña.
Es un intento de Insfrán por desactivar el principal foco de protesta: los comerciantes que por el regreso a fase 1 deben limitar la apertura de los comercios nocturnos a la medianoche. Sería una asistencia especial, similar al ATP -es decir, pago de parte de los salarios- por 30 días.
El gobierno provincial no accede, sin embargo, a desactivar la medida que generó la reacción: el regreso de Formosa capital a fase 1 luego de la aparición, el viernes, de 19 casos en distintos barrios, dato particular que advirtió el Comité de Salud provincial respecto a que no hay “nexo epidemiológico” entre los nuevos casos lo que supone la “circulación comunitaria”.
El parte sanitario del domingo 7 indicó que en lo que va de la pandemia hubo 1.494 casos, de los cuáles 226 permanecen “activos” y se registraron 20 fallecidos. El informe afirma que “se han realizado 3.251 test de vigilancia y búsqueda activa de casos, arrojando 19 de ellos resultados positivos”, 14 de ellos en Formosa capital, epicentro de las protestas.
A la espera de un guiño político de respaldo político y mientras define el ATP, Insfrán hace otra apuesta: aceleró, con los últimos lotes de dosis, la vacunación en las dos ciudades críticas de la provincia, Clorinda y Formosa y espera completar para el viernes próximo, la vacunación de los mayores de 65 años luego de haber avanzando con personal de Salud, docentes y fuerzas de seguridad.
Esa medida podría ser una “salida política” para flexibilizar la fase 1 aunque e la provincia repiten un argumento que se aplica para dos cuestiones: el riesgo que para Formosa supone la cercanía, con una frontera porosa, con Paraguay donde el domingo se registraron 1.074 casos, el número más alto desde que comenzó la pandemia. Insfrán planea, incluso, pedirle a Fernández que haya asistencia al gobierno paraguayo de Mario Abdo que hasta el viernes solo había adquirido 4 mil vacunas para una población de 8 millones. Este fin de semana, el gobierno de Chile donó 20 mil dosis de vacunas del laboratorio chino Sinovac.
“Hay que ayudar a Paraguay para que controle la pandemia porque puede ser la vía de ingreso de una segunda ola a la Argentina”, dijo una fuente formoseña y anticipó que Insfrán le haría ese pedido a Fernández. El planteo funciona, a su vez, como justificación del endurecimiento de las medidas internas: con un índice muy bajo de contagios en comparación con otras provincias, desde Formosa dicen que la provincia funciona como una “barrera” para evitar que se expanda la ola de Paraguay donde, además, no se sabe a ciencia cierta qué tipo de cepas están presentes.
PI