Lo apresó la Federal en El Bolsón

“Me voy al campo”: el último deseo de Facundo Jones Huala antes de ser detenido otra vez por Bullrich

–Me voy al campo.

Facundo Jones Huala ceba en un mate pequeño y mezcla yerba con manzanilla que vierte de un saquito de té al que le corta la punta. Es sábado 7 de junio, en Bariloche, cae la tarde y el lonko de la lof en Resistencia Cushamen dice que quiere volver al campo. A su lado está sentada su abuela. En el televisor del living está puesto YouTube y suenan temas anarco punk y cantautores mapuches.

El campo al que Jones Huala quiere ir –es decir, volver– es la recuperación territorial de Cushamen, comunidad de la cual es lonko (jefe) y lugar donde el 1 de agosto de 2017 irrumpió la Gendarmería y consumó la desaparición de Santiago Maldonado.

–Quiero volver al campo y levantar mi casa, conseguir unos palos, unas chapas, algo de nylon –dice Jones Huala a este cronista esa tarde que se acaba. Pero no llegará al campo.

Al día siguiente, ayer domingo, en El Bolsón –124 kilómetros al sur de Bariloche– una comitiva de la Policía Federal lo detuvo en el marco de una causa iniciada por el Ministerio de Seguridad que conduce Patricia Bullrich.

La Fiscalía Federal de Bariloche ordenó la detención preventiva. Investiga la posible comisión de los delitos de intimidación pública, incitación a la violencia colectiva, apología del crimen y asociación criminal. El expediente se inició luego que el pasado 3 de febrero, Jones Huala presentara su libro “Entre rejas, antipoesía incendiaria”. En aquella oportunidad, el líder mapuche reivindicó “los sabotajes y atentados incendiarios” contra “la infraestructura del sistema capitalista, de las trasnacionales, de los terratenientes”.

Además, reconoció su pertenencia a la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), organización que calificó como “el sector más autonomista del movimiento mapuche”. En ese contexto validó la acción armada de defensa ante el avance de las empresas extractivistas y forestales sobre el territorio que el pueblo mapuche reivindica como propio.

Con posterioridad a esos dichos, el Ministerio de Seguridad declaró a la RAM como “organización terrorista” y presentó la denuncia que derivó en esta captura.

Jones Huala se encuentra detenido en dependencias de la Policía Federal de Bariloche, a la espera de una audiencia de formulación de cargos que se realizará este martes, durante la cual se le informará, así como a sus abogados, los pormenores de la detención y de la investigación en marcha.

Bullrich celebró a través de X la detención del lonko. “Jones Huala otra vez detenido por las fuerzas del orden. La RAM es una organización violenta y terrorista. Con nosotros no hay impunidad. Los argentinos del sur merecen vivir en paz y que esta vez no lo suelten”, dijo el domingo por la noche en su cuenta.

Fuentes de ese ministerio y de la Policía Federal dejaron entrever a algunos medios que desde hace semanas realizan tareas de inteligencia para dar con el paradero de Jones Huala. Sin embargo, el líder mapuche no permanecía oculto, ya que no pesaba sobre él ningún pedido de captura. En los últimos días estuvo “trabajando la leña”, cortando y acopiando madera en lugares públicos. Participó además de la marcha por Memoria, Verdad y Justicia del pasado 24 de marzo, por las calles del centro de Bariloche.

“¿Hasta cuándo?”

Un día antes de la detención, Jones Huala calienta la pava y come galletitas con dulce casero. Dice a este cronista que vuelve al campo “porque es donde tiene que estar” y porque en esa zona del noroeste de Chubut se están instalando empresas petroleras que van a comenzar la prospección y posterior extracción con fracking. Prevé un futuro de lucha contra esas iniciativas. “La gente, mi gente, no va a tolerar que la saquen de sus territorios para dentro de 20 años tener cáncer y que las empresas petroleras destruyan todo”, dice.

Nos encontramos para una entrevista en la casa en la que está viviendo en Bariloche, y me anticipa que tiene previsto pasar la celebración mapuche del wüñoy tripantu –solsticio de invierno– en una comunidad de la provincia de Chubut. Y luego se irá al campo.

Habla de la dispersión y las diferencias internas entre los mapuche; cuestiona a las organizaciones dialoguistas –“negociadoras”, dice–, y cree que la consolidación del gobierno nacional de ultra derecha de Javier Milei provocará una reacción que unificará el reclamo y la acción del pueblo mapuche.

Sabe de la causa y la investigación que pesan sobre él luego de sus declaraciones durante la presentación del libro. Sabe de la causa pero no sospecha de la detención. Cree que los plazos son mayores, que tendrá tiempo para estructurar una defensa. Minimiza las posibles consecuencias. “Van a tener que demostrar cada una de las cosas que dicen”, plantea.

Un día después, antes que llegue al campo, la Policía Federal lo detendrá, y su mamá, María Isabel Huala, reclamará en un video publicado en Facebook que “termine la persecución”. “Hago un llamado por cualquier cosa que le pueda pasar a él, que me pueda pasar a mí o a cualquiera de mi familia”, denunciará. Entre lágrimas se preguntará: “¿Hasta cuándo este Gobierno, este país, va a seguir contra nosotros los mapuches. Mataron a nuestra gente, hubo un genocidio, hasta cuándo va a seguir ésto”.

“Causa política”

El pasado 22 de mayo se realizó una audiencia durante la cual se informó al lonko mapuche y su abogado, Gustavo Franquet, sobre la existencia de la causa, aunque desde la Fiscalía Federal no se detallaron los supuestos delitos investigados.

Franquet dijo este lunes a elDiarioAR que “es una causa claramente de persecución política”.

“Cuando nos enteramos de esta investigación –agregó–, la mamá de Facundo fue a la fiscalía y le dijeron que habían visto el video que había mandado el Gobierno y que no veían delito. Sin embargo la investigación siguió adelante y ahora se lo detiene”.

El defensor –integrante de la Gremial de Abogados y Abogadas de la Argentina– planteó que “lo más grave” es “la acusación de integración de una asociación criminal”. En ese sentido explicó que el delito conlleva “penas importantes” que harán que el juez “justifique la prisión preventiva”.

Franquet cuestionó el informe que Bullrich adjuntó a la resolución que declaró a la RAM como organización terrorista porque “pretende atribuirle todo lo que pasó en la Patagonia en los últimos años. Es una lista de cualquier cosa, incomprobable. No tiene ni pies ni cabeza”, resumió.

Para el abogado, este tipo de figuras del Código Penal “han servido para justificar prisiones preventivas muy largas y eventualmente raras condenas. Se incorporan por voluntad política y no tienen sustento, es imposible de probar, son inventos jurídicos que no pueden sostenerse”.

Franquet cargó contra el Gobierno en general y la ministra Bullrich en particular porque “hacen carrera política con este tipo de cosas, montan este tipo de escenarios, de circo y acusaciones sin fundamento; generan enemigos, tratan como enemigos a cualquiera, y se atribuyen la representación el orden y la seguridad en función electoral”.

Para el abogado, la ministra “vende carne podrida a un electorado dispuesto a comprar este tipo de cosas que muestran la calaña de esta gente”. Y cerró: “Bullrich ya hizo carrera política con los asesinatos de Rafael Nahuel y Santiago Maldonado”.

MC