tras la renuncia de maximo kirchner a la presidencia del bloque

El kirchnerismo podría restarle hasta 40 votos a la aprobación del acuerdo con el FMI en Diputados

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Si los diputados de La Cámpora y el kirchnerismo puro se acoplaran a la posición fijada por Máximo Kirchner, el Gobierno perdería unos 40 votos en la sesión de la Cámara baja en la que se debatirá la carta de intención con el FMI.

Esos diputados, que tienen como jefe político al líder de La Cámpora o a Cristina Kirchner, representan un tercio de la bancada oficialista, por lo que harían sentir su peso en la votación. Pero no pondrían en riesgo la aprobación del proyecto, según el análisis que hacen a esta hora integrantes del bloque del Frente de Todos (FdT). Ese cálculo, que el propio Máximo compartió con algunos de sus compañeros de bancada, tiene validez siempre que Juntos por el Cambio apoye el acuerdo, como anticiparon varios de sus referentes. El bloque oficialista tiene 118 miembros, de los 257 que tiene el total de la Cámara y necesita 129 votos para asegurarse el quórum.

En el entorno del saliente presidente de bloque, sin embargo, se ocuparon de aclarar que el ahora expresidente de bloque no dará instrucciones para restarle respaldos a la iniciativa. “Él no va a hacer nada para llevar para un lado o para el otro la votación. No hay una definición sobre cómo va a votar La Cámpora, no creo que eso se defina. No hay por qué imaginar un comportamiento uniforme, no se va a trabajar en ese sentido”, dijeron allegados al presidente del PJ bonaerense.

Ante la falta de definiciones, en el bloque del FdT se multiplicaban las lecturas unilaterales sobre cómo van a votar esos 40 diputados kirchneristas, 18 de ellos de La Cámpora. “Habrá que ver si votan en contra o se abstienen. Si no acompañan, ¿qué va hacer la oposición? ¿Se va a comer el costo del ajuste?”, dijo un diputado alineado con el Presidente. En el Frente de Todos ya hay otros cinco diputados que anticiparon su rechazo al proyecto: los tres de Patria Grande, que responden a Juan Grabois, y los dos de la Corriente Clasista y Combativa (CCC). “Vamos a ser un poco más que un grupito”, se entusiasmó uno de esos legisladores. La propuesta de Leopoldo Moreau para introducir cambios al acuerdo no tiene apoyos.

La posición que fije Cristina Kirchner, que desde anoche quedará a cargo del Poder Ejecutivo durante casi una semana, será decisiva. Cerca de Máximo confirmaron que, como dijo Alberto Fernández, la vicepresidenta no está de acuerdo con la renuncia de su hijo a la jefatura del bloque. Tampoco estuvieron de acuerdo los dos referentes de La Cámpora a los que Máximo consultó: Eduardo “Wado” De Pedro y el “Cuervo” Andrés Larroque. El grupo selecto de dirigentes a los que anticipó la decisión lo completan Sergio Massa y el jefe de Gabinete de la provincia de Buenos Aires, Martín Insaurralde.

En charlas con algunos diputados del oficialismo, Máximo agregó un argumento más a los que expuso en la carta que publicó ayer. Habló de un problema estructural del funcionamiento de la coalición de gobierno. Él no está dispuesto, explicó, a ser jefe de bloque si las decisiones más importantes del Poder Ejecutivo no surgen de la discusión interna de los principales actores del FdT. “Si al final decide el Presidente, es conveniente que él decida quién es el jefe del bloque”, dijo un dirigente alineado con Máximo.

En el resto de la bancada del oficialismo en Diputados había “angustia y desazón”, según describió una diputada que forma parte de la mesa chica. Los grupos de chat internos registraron muy pocas interacciones en las últimas horas. Ya sin Máximo, desde la conducción de la bancada recomendaron a los diputados del FdT evitar la sobreexposición, no cortarse solos. También hay diputados muy enojados con el presidente del PJ bonaerense. Así lo resumió una diputada de una provincia del Litoral: “Esto debilita el acuerdo, debilita al Gobierno y nos deja al resto como ajustadores”.

GS