Entrevista

Mariela Coletta, primera presidenta mujer de UCR Capital: “No tenemos que prestarnos al juego de la grieta”.

Se puso una camisa y también ojotas. Se sentó cerca de su marido y de Justina, su beba de cuatro meses. Pero ni la familia ni las ojotas entraban en el cuadro que tomaba la cámara de su computadora. Así, hogareña y virtual, fue este martes la asunción de Mariela Coletta como presidenta de la UCR Capital: es la primera mujer en los casi 130 años del partido que ocupa ese lugar.

Coletta, que tiene 31 años, se crió en una familia sin demasiado interés por la política en Lomas del Mirador y se acercó a la Juventud Radical y a Franja Morada en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. Es también auditora general de la Ciudad y dirigente de Evolución, el espacio que lidera el senador Martín Lousteau.

- ¿Qué lectura hacés de que por primera vez haya una mujer en la conducción de la UCR Capital?

- En principio, es fundamental que por fin se haya roto la barrera que teníamos las mujeres. Es un orgullo ocupar este lugar al que no había llegado jamás una mujer en casi 130 años de partido, y tengo que trabajar para no ser la última en el corto plazo. Para eso uno de los ejes centrales de la gestión será trabajar en la igualdad de género, a través de una mesa de conducción con paridad. Hacia fines del año pasado incorporamos la capacitación de la Ley Micaela al interior del partido y es la primera vez que se aplica la paridad en la mesa directiva y las listas de internas. Más de la mitad del padrón de la UCR Capital, que tiene alrededor de 108.000 personas, son mujeres, pero costaba y cuesta que lleguen a espacios de conducción.

- ¿Existe riesgo en imponer cupos para lograr la equidad?

- En este momento, creo que hacen falta estas medidas de acciones positivas para que las mujeres podamos llegar a lugares a los que no accedemos por una cuestión cultural. Una vez que los hombres entiendan que somos iguales y podemos trabajar juntos, se va a terminar haciendo natural. Pero por el momento creo que necesitamos la herramienta para poder llegar. Ojalá el tiempo termine demostrando que no hacen falta más esas medidas.

De los 108.000 afiliados que tiene la UCR Capital, votaron alrededor de 25.000 personas en esta elección. “Se hicieron internas en quince comunas: ganamos 11, perdimos tres y hubo acuerdo en una”, explica la flamante conductora. Tras ese proceso, 135 convencionales -los 135 que participaron del Zoom de asunción- eligieron a Coletta por unanimidad. Además de las iniciativas en cuestiones de género, la miembro de Evolución impulsará la reforma de la Carta Orgánica radical para que puedan votar y ocupar cargos los mayores de 16 años -actualmente es obligatorio ser mayor de 18- y la boleta única de papel en las internas del partido.

- En tu discurso de asunción dijiste que te proponés revolucionar el partido, ¿cómo?

- Proponemos un radicalismo mucho más amplio. Que salga a buscar a los que se fueron del partido, a los que todavía no están, y conquistar a más jóvenes para lograr una voz mucho más potente a la hora de formar parte de una coalición. Un radicalismo que tenga una voz más fuerte, porque nos parece que el partido, también a nivel nacional, venía de un lugar cómodo, concentrado en ocupar espacios legislativos. Pretendemos ir más allá, ser una alternativa con capacidad de gestionar. Darles lugar a más mujeres y a más jóvenes también será parte de lo que pretendemos revolucionar. A nuestro partido, tan histórico, le falta eso: darle espacio a un montón de protagonistas potenciales para que el partido tenga ideas nuevas y se anime a ponerlas en práctica.

- Pasada la crisis de 2001 muchos jóvenes se acercaron al kirchnerismo, y en el último tiempo también se vinculan con espacios liberales y libertarios. ¿Qué les ofrece el radicalismo para atraerlos?

- Los valores del radicalismo que a mí me enorgullecen tienen que ver con la manera de funcionar del partido. Creo en el sistema de partidos para llegar a ocupar espacios de poder. Es el único partido que elige a sus autoridades con elecciones internas y da debates internos: tiene una cultura democrática ejemplar, y eso es un diferencial hoy en la política argentina.

Tenemos mucha juventud en las universidades, que han sido y siguen siendo un bastión histórico del radicalismo.A la vez, la Juventud Radical se plantea un montón de discusiones: hay que visibilizar más todo eso.

Fue justamente en la universidad que Coletta se acercó al radicalismo a través del centro de estudiantes. No se acuerda bien, pero cree que se acercó al centro en busca de recomendaciones sobre en qué cátedras inscribirse cuando estudiaba para ser contadora. “Se armó un vínculo primero personal, y después yo les resolví una inquietud a los chicos del centro, y fui viendo cómo ayudar en cosas chiquitas podía transformar la realidad: administrábamos becas para apuntes, para apoyo estudiantil, y esos cambios que podíamos generar fueron los que me involucraron con política”, describe. Llegó a presidenta del Centro de Estudiantes de Ciencias Económicas.

- ¿Cuál es el rol del radicalismo en un país atravesado por la grieta?

- Me parece que el radicalismo tiene que potenciar su voz, generar una voz más fuerte, principalmente al interior de una coalición. Eso puede fortalecer al partido y a la coalición. Nuestro partido podría haber sido más firme. No quiero marcar responsables, pero el partido estuvo apagado, no era consultado, no tuvo el rol activo que esperábamos que tuviera y que sí tiene en la Ciudad. Lo que pretendemos ahora es formar un frente más amplio, como debió haber sido en 2019 Cambiemos. Y para eso buscamos nuevas voces, abrirnos más, escucharnos más: eso no fomenta la grieta. No tenemos que prestarnos al juego de la grieta.

Según Coletta, a partir de 2017 el gobierno porteño “tomó muchas de las sugerencias que se hicieron desde la Auditoría General: incorporaron la historia clínica digital en los centros de atención primaria y se centraron en la zona sur de la Ciudad para priorizar la construcción de escuelas; los cinco polos educativos que se hicieron fueron en el sur”. El señalamiento coincide con el acercamiento entre Lousteau y Horacio Rodríguez Larreta, que se habían enfrentado en las elecciones en las que el actual Jefe de Gobierno porteño accedió a ese cargo, en 2015. “Todavía hay mucha disparidad entre el norte y el sur, son cosas en las que hay que seguir trabajando”, matiza la funcionaria.

Antes de quedar embarazada, Coletta hacía crossfit tres veces por semana a las 7 de la mañana. “Después hice gimnasia para embarazadas, y ahora corro, aunque prácticamente no tengo tiempo libre”, explica. Quedó corto el tiempo para películas, series y libros: “Lo último que leí fue sobre maternidad, para prepararme para la bebé, y después se acabó el tiempo”.

- ¿Cómo se conjugan una maternidad tan reciente, las tareas de cuidado y esta nueva tarea?

- Es el desafío más inmenso que tengo. Vivo un día a la vez, con todo lo nuevo que significa la maternidad. A la vez, la oportunidad de conducir el partido y darle el impulso que necesita no se deja pasar. Toda la familia y el entorno entienden que es una apuesta de cara al futuro.

A Justina algún día le voy a explicar que mamá se dedicó a trabajar para vivir en un lugar mejor. Mientras tanto, doy la teta con un llamado en altavoz o me reúno con alguien mientras me saco leche. Me las arreglaré como pueda: mi pareja ayuda muchísimo, es una compañía muy firme. Lo tengo al lado ocupándose de la nena: me la pasa, le doy la teta, se la doy en brazos y sigo trabajando. Era una oportunidad que había que aprovechar.

JR