En Casa Rosada

Santilli recibió a Orrego y Llaryora y completó su segunda ronda federal antes de jurar como ministro

10 de noviembre de 2025 15:24 h

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La Casa Rosada volvió a moverse esta tarde. Mientras se prepara para jurar como ministro del Interior, Diego Santilli encabezó una nueva ronda de reuniones con gobernadores. A las 15 comenzó el encuentro con el sanjuanino Marcelo Orrego, que duró poco más de una hora. Luego fue el turno del cordobés Martín Llaryora, que llegó a las 16.30 y se retiro cerca de las 18.

Se trató de la continuidad del operativo que el Gobierno puso en marcha el viernes, cuando Santilli recibió a Ignacio Torres (Chubut) y Raúl Jalil (Catamarca), en busca de recomponer el diálogo con las provincias y construir los acuerdos políticos que Javier Milei necesita para diciembre.

Las reuniones se desarrollaron en el Salón de los Escudos, con la presencia del jefe de Gabinete, Manuel Adorni, y la supervisión política de Karina Milei, que sigue de cerca la agenda desde su despacho del primer piso. Para La Libertad Avanza, el objetivo inmediato no es tanto el Presupuesto 2026 como las reformas estructurales que el Ejecutivo planea enviar al Congreso durante las sesiones extraordinarias, con la denominada “modernización” laboral en el centro.

Antes de ingresar a Balcarce 50, Orrego había anticipado un tono de respaldo institucional y de colaboración política. En declaraciones a LN+, pidió “dar vuelta la página y dejar de mirar por el espejo retrovisor”, y defendió la necesidad de “trabajar en conjunto, con una mirada federal, donde quien conduce el avión es el Presidente”. Ya en la sede de gobierno, el sanjuanino mantuvo un encuentro que describió como “muy concreto”, centrado en la coordinación entre Nación y provincia.

“Se ha hablado de temas generales pero también de cuestiones de nuestra jurisdicción”, dijo Orrego al salir, en diálogo con los acreditados en Casa Rosada. Confirmó que se avanzará en “un convenio de compensación” entre la Nación y San Juan, con eje en la obra pública, a la que definió como “transversal para todos”. Sobre la agenda legislativa, destacó que “el tema del presupuesto seguramente se va a tratar en extraordinarias” y ratificó su respaldo al Ejecutivo: “Vamos a acompañar el presupuesto que se proponga. Ya le hemos dado al Gobierno todos los instrumentos necesarios para que la Argentina tenga gobernabilidad, como la Ley Bases y el RIGI”.

Orrego también ponderó el trabajo del equipo presidencial. “El Presidente tiene un grupo de colaboradores que hacen que todas sus ideas las puedan llevar a la acción”, señaló, y expresó su apoyo a la nueva dupla política del gabinete: “Espero y tengo muchísima esperanza de que Manuel Adorni y Diego Santilli tengan una gran tarea, porque si les va bien, le va bien a la Argentina”.

Respecto de las reformas que Milei planea enviar al Congreso, el mandatario sanjuanino las definió como “planteadas desde el sentido común”. Mencionó especialmente la laboral, al sostener que “hay leyes que son arcaicas”, y la necesidad de “tener un sistema tributario competitivo” que permita atraer inversiones y generar empleo.

“El presupuesto tiene que cambiar”

Más tarde fue el turno de Martín Llaryora. El gobernador de Córdoba salió de la reunión con un tono parecido al de su par sanjuanino, aunque con un mensaje más enfocado en el rumbo económico y en la necesidad de reordenar el vínculo fiscal entre la Nación y las provincias. Definió el encuentro con Santilli y Adorni como “muy importante, cordial y productivo”, y destacó el inicio de “una nueva etapa de diálogo” que —según dijo— debe “culminar con acuerdos que mejoren la calidad de vida de los argentinos”.

Desde el Patio de las Palmeras, Llaryora describió la conversación como amplia, centrada en “las medidas que hay que tomar para generar más empleo y más trabajo”, y valoró el giro político del Gobierno tras las elecciones.

Al ser consultado sobre el contenido de la reunión, explicó que su planteo fue “más general que puntual”, orientado a discutir el rumbo económico de la Argentina. “No vine a hablar de un cordón cuneta sino de cómo hacemos para que la Argentina crezca, porque si el país no crece, no basta discutir absolutamente nada. Hoy estamos en crisis, y lo que necesitamos es un presupuesto que acompañe ese crecimiento y le dé un horizonte al país”.

En ese sentido, el mandatario cordobés también confirmó que la provincia pedirá modificaciones en el proyecto de Presupuesto 2026 antes de acompañarlo en el Congreso. “El presupuesto actual tiene que cambiar para poder ser aprobado”, dijo, y anticipó que Córdoba también presentará un plan de gastos alineado con las proyecciones del Gobierno nacional.

También se refirió a la reforma laboral, una de las iniciativas que el Ejecutivo planea enviar al Congreso en diciembre. “Hay que preocuparse por los millones de trabajadores que hoy están en la informalidad”, advirtió, y propuso discutir un esquema diferenciado para pequeñas y medianas empresas. “No hay que ir para atrás en los derechos adquiridos —sostuvo—, sino modernizar el sistema con consenso entre las pymes, los trabajadores y el sector político. Si la informalidad se convierte en empleo formal, todos vamos a estar de acuerdo”.

Nueva etapa

En el oficialismo valoran los gestos de diálogo, en un clima que describen como “constructivo, sin exigencias desmedidas”. Los gobernadores, a su vez, buscan certezas sobre el alcance de las reformas y el cumplimiento de los compromisos asumidos por Guillermo Francos antes de su salida del gabinete. Tanto Orrego como Llaryora integran el grupo de mandatarios que firmaron el Pacto de Mayo y que mantienen una relación pragmática con Balcarce 50.

La jura de Santilli está prevista para este martes a las 15 en el Salón Blanco, con presencia de los hermanos Milei, Adorni y el conjunto del gabinete. El acto funcionará como una postal política: la consagración del nuevo triángulo de poder que ordena la relación con las provincias, con Karina como vértice, Adorni como articulador administrativo y Santilli como rostro del diálogo.

En paralelo, Santiago Caputo observa el proceso desde un segundo plano. Jaqueado por el incipiente avance karinista sobre sus áreas de influencia, el asesor presidencial avala la llegada de Santilli, aunque advierte sobre los riesgos de “exceso de plasticidad” en la negociación con los mandatarios. En La Libertad Avanza minimizan las tensiones, pero admiten que los equilibrios internos siguen en movimiento. “Caputo tiene su espacio, Santilli el suyo, pero el mando político lo sigue teniendo Karina”, resume un funcionario que frecuenta los pasillos del primer piso.

El cronograma federal continuará durante la semana. El jueves será el turno del gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, y antes de fin de mes el flamante ministro del Interior tiene planeado viajar a algunas de las provincias gobernadas por mandatarios aliados, como Entre Ríos. Solo después de completar esa ronda, el Gobierno convocaría a una nueva foto conjunta: una imagen que Milei quiere mostrar antes de fin de año como símbolo de estabilidad política y territorial.

La llegada de Santilli al Ministerio del Interior consolidó la expansión del círculo de Karina Milei sobre las áreas políticas del gobierno. Con Adorni en la Jefatura de Gabinete y los Menem como operadores de enlace, el oficialismo busca abrir una etapa de negociación controlada. En ese tablero, “el Colo” encarna la apuesta por un mileísmo más pragmático: un funcionario con biografía PRO, cierto lenguaje federal y la misión de traducir las ideas del Presidente al idioma, áspero y volátil, de la política argentina.

PL/CRM