Karina Milei movió las piezas: Santilli a Interior, Caputo relegado y un nuevo orden en la Casa Rosada
La pulseada que desde hace meses atraviesa el corazón del Gobierno volvió a inclinarse hacia Karina Milei. Este domingo, el Presidente designó a Diego Santilli como nuevo ministro del Interior, en reemplazo de Lisandro Catalán, y selló así una nueva derrota interna para Santiago Caputo, el asesor más influyente del oficialismo. La decisión, formalmente de Javier Milei pero políticamente de su hermana, confirmó el avance del ala que responde a la secretaria general de la Presidencia y consolidó su poder sobre el organigrama libertario.
La llegada de Santilli, anticipada por elDiarioAR la semana pasada en su rol de interlocutor con los gobernadores, se formalizó este lunes durante la reunión de gabinete, la primera con Manuel Adorni como ministro coordinador. El “Colo” prestará juramento en el Salón Blanco en algún momento de la semana, mientras que el vocero hará lo propio el miércoles. En la imagen difundida a media mañana de este lunes, Caputo aparece corrido a un costado, al lado del flamante ministro del Interior.
El asesor había apostado a que la salida de Guillermo Francos le abriría la puerta para un cargo formal. No ocurrió. Por tercera vez desde el inicio del Gobierno, quedó afuera de la nómina oficial pese a manejar buena parte de la estrategia política y comunicacional del oficialismo. Sin embargo, tampoco queda del todo claro si realmente buscaba asumir al frente de un ministerio o si la sola expectativa de su desembarco formaba parte de su modo de ejercer poder: influir sin exponerse.
Durante el fin de semana, Caputo mantuvo dos conversaciones con Milei y al menos una con Karina. Su propuesta era ambiciosa: una supercartera que absorbiera Interior, Obras Públicas y parte de las dependencias hoy bajo la órbita de Economía. También buscaba el control de empresas públicas y de la relación con los mandatarios provinciales, ya con la figura de Francos caída en desgracia.
El plan se frustró este domingo cuando Karina ejerció su veto. La hermana del Presidente, que ya había colocado a Adorni —su portavoz y hombre de máxima confianza— al frente de la Jefatura de Gabinete, completó su jugada con Santilli en Interior. En ese escenario de tensiones contenidas, Milei optó por evitar un choque abierto con su hermana y eligió una salida política: colocar a un dirigente aliado, que acababa de ser elegido diputado nacional. “Fue la semana de Karina”, reconoció anoche un funcionario de la Casa Rosada.
El propio Santilli se enteró de la decisión en una secuencia accidentada. Según pudo saber elDiarioAR, Milei intentó comunicarse reiteradas veces para informarle el nombramiento, pero el dirigente, que viajaba por Entre Ríos, no tenía señal en el celular. Recién al recuperar conexión, el ahora ministro atendió y aceptó el ofrecimiento. Después, llamó a Mauricio Macri y a su coequiper Cristian Ritondo para informarles la novedad. En el entorno del “Colo” señalan que “con Santiago tiene una excelente relación de años”, lo que en la Rosada fue leído como una señal de distensión entre ambos polos del poder.
El PRO celebró la designación con un mensaje institucional en redes sociales, en el que consideró que la llegada de Santilli representa “una oportunidad para fortalecer la gestión y el diálogo con las provincias”. El propio Macri también saludó el nombramiento, en un gesto interpretado como intento de recomponer su vínculo con el Presidente. El viernes, el exmandatario se había ido insatisfecho de la cena que compartió con Milei en Olivos, donde le había manifestado su desacuerdo con la designación de Adorni como jefe de Gabinete y la falta de “músculo político” en la gestión. La llegada de Santilli funcionó como una compensación indirecta.
Desde su cuenta de X, Santiago Caputo también saludó el nombramiento. “Gran reconocimiento a un tipo que apoyó desde el día uno el liderazgo del Presidente”, escribió. En la interna libertaria, sin embargo, nadie leyó el posteo como un gesto inocente: fue una manera elegante de asumir la derrota sin romper la tregua. Fuentes del oficialismo aseguran incluso que el consultor se habría enterado de la designación a través del tuit de Milei. Algo parecido a lo ocurrido la semana pasada, cuando supo de la reunión con los gobernadores recién después de que fuera convocada por Francos.
La designación de Santilli ratifica el dominio de Karina sobre el tablero ministerial. En menos de una semana, colocó a dos figuras en los puestos más sensibles del gabinete y desplazó a los interlocutores que hasta ahora canalizaban la gestión política. En ese nuevo mapa, los primos Menem también se fortalecieron. En el ala oeste del primer piso de la Casa Rosada se mueve con sigilo “Lule”, la sombra de la secretaria general de la Presidencia, que resistió los intentos por desplazarlo tras el escándalo Spagnuolo y hoy está fortalecido.
En el ala opuesta, Caputo entra y sale del Salón Martín Fierro sin credencial, con la atención permanente del Presidente, pero su margen de acción parece haberse achicado pese a conservar influencia en grandes porciones del Estado. En definitiva, Milei hace equilibrio entre la devoción y el respeto intelectual que le tiene a su asesor —a quien considera su traductor ideológico— y la dependencia emocional que mantiene con su hermana Karina, el vínculo más estable y determinante de su vida.
Por ahora, nadie se anima a anticipar si este nuevo desplante empujará a Caputo a dar un paso al costado. Lo único claro es que el “triángulo de hierro” del poder libertario comenzó a cambiar de forma, aunque para muchos ni más ni menos se trate del reflejo de lo que es, fue y será: en La Libertad Avanza todo puede moverse, menos Karina Milei. Ella es la única constante, la pieza fija en un gobierno en permanente estado de mutación.
PL/MC
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