La CGT movilizó a la Plaza de Mayo contra la reforma laboral: “Vamos a terminar en un paro nacional”
La CGT mandó un aviso callejero al Gobierno sobre la reforma laboral. Buscó llenar la Plaza de Mayo y las calles aledañas para reclamar contra la propuesta libertaria de flexibilización laboral y amenazó con la posibilidad de un convocar a un paro general.
“Iniciamos este plan de lucha y vamos a terminar en un paro nacional”, lanzó desde el escenario el camionero Octavio Argüello, uno de los cosecretarios de la central obrera. Luego hablaron los demás triunviros, Cristian Jerónimo, del vidrio, y Jorge Sola, del seguro. Muy cerca los siguieron históricos dirigentes como Hugo Moyano (camioneros), Héctor Daer (sanidad), Gerardo Martínez (UOCRA), Julio Piumato (judiciales), entre otros.
En los alrededores de la marcha se lo vio al gobernador Axel Kicillof, también hubo diputados y senadores del PJ, así como hubo adhesiones de las dos CTA, los movimientos sociales y hasta los organismos de derechos humanos. Los estatales de ATE lanzaron un paro de 24 horas que tuvo un acatamiento del 93% en todo el país. La izquierda se sumó a la distancia: hizo su propia convocatoria a pocas cuadras de la Plaza de Mayo y publicó un documento propio.
La manifestación lució multitudinaria pero en la Plaza hubo huecos vacíos. El escenario se apostó delante de la Pirámide de Mayo y quedó lejos de la Casa Rosada, que estuvo fuertemente custodiada y vallada. Dentro de Balcarce 50, Javier Milei encabezaba en paralelo al acto de la CGT una reunión con la mesa chica para definir la estrategia parlamentaria sobre la reforma laborale en el Senado y el Presupuesto 2026. El Gobierno quiere apurar la firma de dictamen este jueves y darle media sanción en el Senado el viernes 26.
“No nos para ni el calor ni la Gendarmería ni la Prefectura. Tenemos conciencia y vamos a defender nuestro intereses”, arengó Jerónimo, apuntando contra el operativo del Ministerio de Seguridad para que los manifestantes no lleguen a la Plaza: hubo bloqueos y controles de micros en los accesos e intimidación en redes sociales para denunciar la participación obligatoria a la marcha. “No podemos permitir que siga existiendo la transferencia de recursos de los sectores postergados a los más concentrados”, apuntó el jefe del sindicato del vidrio.
La CGT considera que la reforma atenta contra los derechos laborales al modificar por completo la Ley de Contrato de Trabajo y avanza sobre la propia existencia de los gremios. El proyecto libertario regula el derecho de huelga, establece la prioridad de los convenios por empresa y limita la ultraactividad de los convenios colectivos de trabajo. También flexibiliza el costo de las indemnizaciones por despido, reemplaza las horas extras por un bando de horas, deroga estatutos sectoriales y afecta los aportes solidarios de los afiliados.
Los discursos abonaron la idea de un paro general pero no llegaron a confirmarlo. “Este es el primier paso de un plan de lucha. Sigan sin escucharnos y se encontrarán con una profundizacion del plan de lucha. Terminaremos con un paro nacional”, aventuró Sola en su intervención.
Los tres triunviros plantaron bandera contra el proyecto ayer mismo en la comisión de Trabajo del Senado que conduce Patricia Bullrich. En ese ámbito subrayaron la responsabilidad política del Congreso, al señalar que tanto el Senado como Diputados deberán hacerse cargo de las modificaciones que se introduzcan en las relaciones laborales. El oficialismo cree tener la mayoría en ambas cámaras para sancionar la ley, y la CGT podría finalmente convocar a un paro general para ese momento. Si el Senado lo aprueba la semana próxima, Diputados podría tratarlo a mediados de enero.
En ese sentido, el triunviro Sola buscó marcar un camino de la estrategia de la central obrera para dar vuelta el escenario en contra y voltear el proyecto : “Tenemos que construir social y políticamente para enfrentar este gobierno. Tenemos que volver a emocionar con la bandera de la justicia social. Imaginación, movilización y diálogo creativo”.
MC
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