El Gobierno busca intimidar la participación a la marcha de la CGT y bloquea accesos con la Gendarmería
El Gobierno activó una estrategia para frenar la convocatoria de la CGT a la Plaza de Mayo contra la reforma laboral. La punta de lanza fue el Ministerio de Seguridad, conducido por Alejandra Monteoliva, que no solo avisó que está activo el protocolo antipiquetes, sino que también buscó intimidar a los manifestantes.
A través de un mensaje en redes sociales, la cartera que dejó días atrás Patricia Bullrich abrió una línea telefónica para denunciar supuestos aprietes para participar de la protesta. “Trabajar es tu derecho. Si te amenazan u obligan a marchar, denunciá al 134”, lanzó el ministerio.
La línea ya la había habilitado Bullrich en su momento, en otras marchas de la CGT o de los piqueteros. Las llamadas pueden ser anónimas y gratuitas. “La libertad no se negocia”, cierra el mensaje oficial.
El Gobierno difundió supuestas amenazas que recibió a esa línea. “Avisale a tu ministra que mañana le quemamos el país entero, íntegro”, dice un mensaje anónimo. “La manifestación debe ser pacífica. Ante agresiones y violencia, nuestras Fuerzas actuarán”, apuntaron desde Seguridad.
En paralelo a la campaña de miedo en redes sociales, la Gendarmería se apostó en algunos accesos a la ciudad de Buenos Aires para realizar controles. elDiarioAR recibió videos de operativos en el acceso Oeste.
Se detuvieron colectivos con manifestantes a la altura de Moreno, mientras agrupaciones sociales que convocan a la marcha aseguran que también hay controles en el puente Pueyrredón.
MC
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