Segunda ola- Análisis

Como en 2020: otra vez, la urgencia es ganar tiempo

Focalizada y temporal pero, sobre todo, para “ganar tiempo”. Sobre esas dos pautas y detrás de ese objetivo desesperado el gobierno de Alberto Fernández empuja una paquete de medidas, cuya base es reducir la circulación, que tiene por delante un doble problema: unificar el mapa político y lograr, en paralelo, que las disposiciones se acaten.

Fernández opera sobre un diagnóstico que comparten los jefes de distrito: la segunda ola comenzó, está en una espiral acelerada de crecimiento y si se consolida la tendencia -nada indica que eso no vaya a ocurrir- requerirá, antes o después, medidas que limiten la actividad. Las diferencias surgen sobre el qué: no hay postura común, por caso, respecto a si es necesario alterar o no el calendario escolar.

Hace ocho días, el jefe de Gabinete Santiago Cafiero afirmó que la prioridad del Gobierno era mantener la presencialidad en las aulas pero con los días esa certeza se hizo más difusa y apareció el concepto de “presencialidad no obligatoria”. “Están todas las opciones en estudio, nada se descarta”, dijo a elDiarioAR un funcionario nacional.

Como ocurrió en 2020, al inicio de la pandemia cuando se buscó “aplanar la curva” para fortalecer el sistema de Salud, el Gobierno se mueve ahora con un criterio similar: ganar tiempo para que avance el plan de vacunación. En la Provincia, estiman que demandaría entre 6 y 7 semanas, cubrir el universo de grupos de riesgo, que alcanza los 5,7 millones de personas aunque 4 millones son los que están inscriptos para vacunarse. Al 5 de abril, el número de personas que recibieron al menos una dosis asciende a 1.434.624.

En CABA, según precisó Fernán Quirós en declaraciones a C5N, se vacunó el 30% del 1,2 millones de personas que integran los sectores más expuestos o vulnerables: personal de salud, mayores de 60 años y los menores de esa edad con comorbilidades. Al domingo 4 de abril, en la Ciudad hay 345.261 vacunados con al menos una dosis.

Tácticas

“Del 2020, aprendimos una cosa: si no hay coordinación entre Ciudad y Provincia, no funciona”, apunta una fuente oficial y se enfoca en los matices que, al igual que el año pasado, comienzan a vislumbrarse entre Horacio Rodríguez Larreta y Axel Kicillof respecto a cómo actuar frente al avance de la pandemia. Por tres vías -Quirós, Diego Santilli y Felipe Miguel- CABA reconoce el pico ascendente pero plantea que a pesar de eso todavía no cree imprescindible tomar medidas restrictivas.

También con triple vocería -Carlos Bianco, Daniel Gollán y Nicolás Kreplak-, Kicillof trasmite que hay que avanzar, cuando antes, con medidas que limiten la circulación. ¿Qué plan tiene la Provincia?: un corte estricto durante dos semanas para, de ese modo, cortar la tendencia de crecimiento.

Quirós advierte, incluso, que se vienen cuatro semanas críticas respecto a los números de la pandemia, el mismo enfoque que tienen en la provincia de Buenos Aires, pero en todo hay matices. El ministro de salud porteño compara el momento actual con le rebrote de enero mientras en la Provincia advierten que los datos muestran que la semana pasada, ya superaron los picos semanales del peor momento de la pandemia en todo el ciclo.

En distritos municipios, el panorama es altamente más grave que en lo peor de la crisis en 2020. En La Plata, capital provincial, la última semana mostró indicadores 120% más altos que en el pico del año pasado, según reportó el sitio 0221

En la Provincia plantean que hay que actuar rápido, y esa idea llevaron BIanco y Kreplak a Santiago Cafiero y Carla Vizzoti. “Sino lo frenamos ahora, es el comienzo. La semana que pasó tuvimos 6 mil y pico de casos diario de promedio y en la semana que más tuvimos en agosto fue 5800”, confió una fuente oficial.

Fernández, a través de Cafiero, busca un punto de equilibrio y que haya medidas acordadas entre las provincias. Acumula una experiencia odiosa: en enero, con el rebrote de las Fiestas, planteó aplicar restricciones nocturnas, se lo propuso a los gobernadores y varios, entre ellos Larreta y Juan Schiaretti en Córdoba, aplicaron mecanismos distintos.

“Dijeron que no pero después lo terminaron haciendo. Ahora hasta Mendoza cerró la noche y fijó una veda”, apuntó una fuente oficial involucrada en las negociaciones con los gobernadores, a los que Fernández convocará esta semana para analizar el panorama de cada provincia y la posibilidad de que se tomen medidas cuando venza, el 9 de abril, la extensión del DISPO.

“Si explota el sistema de Salud, no hay clases ni economía”, dijo una fuente oficial respecto a la discusión sobre qué mantener abierto y qué no.

PI