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Día del Descubrimiento de la Tecnología ARNm: ¿por qué se celebra el 13 de mayo?

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Todos los 13 de mayo se celebra el Día del Descubrimiento de la Tecnología ARNm, que recuerda un día como hoy, pero de 1961. No fue una fecha más para la historia de la investigación científica, ni tampoco para la Humanidad 59 años más tarde, cuando el mundo atravesaba el avance del Coronavirus y sus consecuencias.

Ese día, la revista científica Nature publicaba el artículo “El intermediario inestable entre los genes y los ribosomas en la síntesis de proteínas”, un estudio que demostraba la existencia de una molécula capaz de actuar como intermediaria en la lectura del ADN y la producción de proteínas.

En otras palabras, Sydney Breener junto a los científicos Francois Jacob y Matthew Meselson demostraron la existencia del ARN mensajero, la plataforma por excelencia para el desarrollo y la producción de vacunas que transformó las terapias y el acceso a la salud en todo el mundo. Medio siglo más tarde, el hallazgo permitió desarrollar en sólo 10 meses una vacuna segura y efectiva contra el Covid-19, que además promete seguir brindando soluciones eficaces en el futuro.

Sydney Brenner: premio Nobel

Brenner nació en Sudáfrica en 1927. Fue un investigador que realizó importantes contribuciones a la biología molecular y a la genética. En los 60, junto a sus colegas Jacob y Meselson, identificó la molécula de ARN mensajero, un hallazgo crucial para comprender cómo funciona el código genético.

Su investigación sobre el ARNm permitió el desarrollo de nuevas terapias y vacunas, a través del entendimiento de la expresión genética y de cómo se produce la síntesis de proteínas en las células. Por su aporte, Brenner ganó el Premio Nobel de Medicina en 2002.

Una revolución en la salud mundial

La plataforma de ARN mensajero fue una auténtica revolución en el mundo de la inmunización. Hasta el momento, el método más utilizado consistía en inyectar gérmenes atenuados o inactivados, pero gracias al ARNm nuestras células son capaces de producir proteínas específicas que desencadenan una respuesta inmunitaria contra el virus.

La gran ventaja de este método es que no se necesita crear proteínas artificiales en laboratorios, lo que sería muy costoso y complicado. En cambio, el ARN mensajero permite que nuestro propio organismo se encargue del trabajo.

Esta tecnología demostró enormes ventajas por lo sencillo que se pudo escalar su producción en grandes cantidades en todo el mundo, obteniendo una eficacia superior al 90%. Además, las vacunas de ARNm provocan la producción de células inmunitarias, lo que ofrece una defensa adicional a los anticuerpos.

Además, el ARN mensajero puede adaptarse fácilmente para generar proteínas presentes en otros patógenos. Es por ello que muchos fabricantes de medicamentos lo llaman el “software medicinal”. A partir de esta capacidad de adaptación, en la actualidad se está estudiando la eficacia de este método con distintos virus, como el del VIH y la influenza, el síndrome sincicial respiratorio, el citomegalovirus, e incluso contra algunos tipos de cáncer.

LC con información de agencia BCW