Murieron Enriqueta Maroni y Lolín Rigoni, pioneras en la lucha de las Madres de Plaza de Mayo

La expresidenta de Madres de Plaza de Mayo- Línea Fundadora, Enriqueta Asunción Rodríguez de Maroni, murió este martes a los 98 años, mientras que Dolores Noemí López Candal de Rigoni -conocida como Lolín- también falleció esta madrugada, a los 100 años.
Desde la Agrupación H.I.J.O.S. confirmaron la noticia de la muerte de Enriqueta, cuyo testimonio quedó inmortalizado en el documental de la televisión holandesa durante el Mundial de 1978. “Madre de Juan Patricio y María Beatriz Maroni, militantes de Montoneros detenidos-desaparecidos por el terrorismo de Estado el 5 de abril de 1977. Integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. Abuela de nuestra compañera Paula. Bisabuela también. La empezamos a recordar hoy con la memoria que nos duele en esta despedida. A Enriqueta la tuvimos siempre cerca. Su voz, su lucha, su perseverancia, se nos hicieron parte. Su pañuelo blanco siempre estuvo con nuestra bandera. Con Paula. Con H.I.J.O.S.”, escribieron en su cuenta de Instagram.
Y agregaron: “Enriqueta Asunción Rodríguez se va hasta siempre sin que le hayan dado la verdad sobre los cuerpos de sus familiares. Un daño que los genocidas perpetúan. Nuestras luchas siguen por esa verdad y también por todas las causas justas por las que nuestras madres y padres se comprometieron en la organización política, social, sindical y estudiantil, entre otras, con 30.000 compañeros y compañeras. Abrazamos profundamente a Paula y a toda la familia de Enriqueta. Abrazamos a las compañeras de Madres”.
Enriqueta nació en 1927. Se casó con Juan José Maroni con quien tuvo cuatro hijos, entre ellos María Beatriz Maroni y Juan Patricio Maroni, quienes fueron secuestrados el 5 de abril de 1977 y continúan desaparecidos.
Enriqueta fue docente, y aún después de la desaparición de sus hijos, siguió enseñando en el barrio popular Cildañez de la ciudad de Buenos Aires.
Fue una de las principales impulsoras de la Tecnicatura de Música popular de Madres que actualmente funciona en la casa de Madres Nuestros Hijos la Vida y la Esperanza. Entre 2022 y 2024 fue presidenta de Madres de Plaza de mayo- Línea fundadora.
Al momento de su secuestro, Beatriz tenía 23 años, se había recibido de Asistente Social en la Universidad de Buenos Aires y trabajaba en el centro de salud que funcionaba en Ciudad Oculta (Mataderos) y en el hospital Finocchietto de Avellaneda. Militaba en la Juventud Peronista (JUP) y en Montoneros.
Juan Patricio tenía 21 años, estudiaba Sociología en la Universidad de Buenos Aires y trabajaba en Aerolíneas Argentinas. Además, militaba en la Juventud Universitaria Peronista (JUP) y en Montoneros. Paralelamente, colaboraba en los programas de alfabetización de la Dirección Nacional de Educación del Adulto (DINEA) en Villa Cildañez y dictaba clases de historia junto a su madre.
Tiempo después de su secuestro, María Beatriz y Juan Patricio fueron vistos en el centro clandestino de detención “Club Atlético”.
Lolín, 100 años y una lucha inscansable
Dolores Noemí López Candal de Rigoni, mejor conocida como “Lolín”, murió a los 100 años en la madrugada de este martes, según lo comunicado por su entorno familiar. A pesar de su avanzada edad, hasta marzo pasado participó de las rondas de los jueves en el monumento a la madre en la ciudad de Neuquén.
Nació en Daireaux, en la provincia de Buenos Aires. En 1965, llegó a Neuquén junto a su marido, Helvecio “Toto” Rigoni. Allí nacieron sus hijos: Ricardo, Ana y Roberto.
Roberto fue secuestrado por la dictadura cívico-militar el 16 de abril de 1977, en La Matanza, Buenos Aires, cuando tenía 23 años. Era militante montonero. “Quizás lamento no haber tenido más charlas con él. Él estaba dedicado a la causa”, dijo alguna vez Lolín, sin dramatismo, pero con una tristeza que nunca dejó de habitarla, de acuerdo al perfil que publica Nova Neuquén.
Presentó un hábeas corpus. El Estado le respondió que su hijo estaba muerto. Tardaron cuatro años en devolverle su cuerpo.
Lolín fue una de las fundadoras de la filial Neuquén y Alto Valle de Madres de Plaza de Mayo. Junto a Beba Mujica e Inés Ragni —sus hermanas de lucha— dio vida a una organización y, desde las primeras rondas en Buenos Aires, pasando por las reuniones en el obispado de Neuquén, hasta las calles del Alto Valle, nunca dejó de estar presente.
Participó en todas las luchas sociales que la interpelaron: apoyó a los obreros de Zanón y Cerámica Neuquén, a las obreras textiles, a los reclamos por la identidad de los nietos apropiados y a las causas feministas.
Durante casi dos décadas asistió a cada juicio por delitos de lesa humanidad realizados en la provincia. Ocho en total, desde 2008 hasta 2024.
Con información de agencias y Nova.
IG
0