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Un mapa creado por una española resalta la labor de las compositoras en la historia de la música académica

Como en tantos otros ámbitos, son pocos los nombres de mujeres que se encuentran los estudiantes de música de todo el mundo a la hora de aprender sobre composiciones. ¿No las hubo? Claro que sí. Pero sus nombres no trascendieron. Y eso es lo que busca remediar ahora la musicóloga española Sakira Ventura con el Mapa interactivo de Creadoras de la Historia de la Música, en el que ya lleva recopilados 630 nombres.

Este plataforma, a la que se puede acceder online de forma gratuita, creció muchísimo desde su nacimiento en 2020 y llevó a su creadora a dar conferencias y capacitaciones en numerosas instituciones, también en Latinoamérica.

Es un proyecto de investigación que apunta a seguir creciendo y así visibilizar la labor de estas mujeres que la historia oficial de la música académica “olvidó”. La compositora más antigua recopilada es Kassia, nacida en el 810, y la más joven, la inglesa Alma Deutscher, nacida en 2005.

El mapa fue creado en plena pandemia por esta joven docente e investigadora valenciana, pero su interés por las mujeres en la música comenzó bastante antes. De hecho, dedicó su trabajo de fin de carrera -en 2018 terminó musicología- a una compositora: la italiana Francesa Caccini.

Según cuenta a elDiarioAR, su idea fue “poner a las mujeres en el mapa”. Comenzó con una playlist en Spotify que tuvo un éxito enorme. “Fue después de lanzar la playlist y ver el impacto que tuvo algo tan tonto y tan fácil como una lista de reproducción cuando entendí que tenía que hacer otra cosa, más grande”.

Gracias a aquel trabajo de fin de carrera, la pandemia la encontró con unos cuantos libros en su casa a partir de los cuales empezar a configurar este proyecto. “A partir de ahí pude empezar a tirar del hilo. Una bibliografía me llevaba a otra y empecé a descubrir más fuentes digitales, más recursos online de los que poder echar mano”.

Y una vez online, fue fundamental la colaboración de la gente, que le fue haciendo recomendaciones a través de redes sociales desde todas partes del mundo.

En el mapa los usuarios se encuentran una ficha de cada compositora recopilada. “El ideal es una imagen, nombre y apellido, las fechas de nacimiento y de muerte, unas líneas biográficas, enlace a su música, a su página web, a su página de Wikipedia y los botones de compartir en redes sociales. Lo que pasa es que cualquiera que entre al mapa se va a dar cuenta enseguida que de algunas va a haber muchísima más información que de otras. El mínimo es nombre y apellido, el lugar de nacimiento y el enlace a su música, porque me propuse sí o sí como límite que pudiéramos escuchar algo de música”. 

Desde que empezó con este proyecto, que ya está por cumplir tres años, la investigadora notó una mayor presencia de mujeres compositoras en los ámbitos académicos. “Hay una mayor preocupación y visibilización. Antes lo hablaba y parecía que fuera en otro idioma. Era todo nuevo. Cuando se acababa una conferencia, ni siquiera me podían hacer preguntas al respecto porque no podían ni imaginar nada. Y ahora es precioso porque cuando termino, siempre hay un debate alrededor, me aportan cosas, aprendo muchísimo. Entonces soy muy optimista en ese sentido. Por supuesto que queda muchísimo que hacer, pero si en tres años he sido capaz de observar el cambio, quiero pensar que en 10 años el ambiente será mucho más prometedor”. 

Entre los logros de este original mapa está que se empezó a utilizar en numerosas instituciones como recurso de enseñanza. “En Los Ángeles, en Florida, en Texas, en Singapur, en Medellín, en Buenos Aires (en la UBA), en Córdoba (Universidad Nacional de Córdoba) también, por toda España, claro, en Francia, en Alemania, en Italia, en instituciones como universidades y conservatorios”, explica Ventura. “Pero también tiene mucho uso individual de melómanos y melómanas que tienen curiosidad y les apetece conocer un poquito a estas mujeres”.

Entre sus puntos débiles, está el financiamiento, que actualmente corre por cuenta de la propia investigadora. “Lo he intentado muchísimo en todas las instituciones que tengo cerca y casualmente nunca hay dinero para las mujeres”.

“Mucha gente me dice: hazlo cerrado, que tengan que hacer una donación mensual de un euro o un dólar para poder mantenerlo. Pero es que entonces iría completamente en contra de mis principios”, señala. “El mapa estará mientras pueda mantenerlo. Cuando no pueda mantenerlo, si no he recibido ayuda externa de alguna institución o mecenas o lo que sea, lo cerraré y ya está. Porque no tiene sentido que se tenga que pagar para conocer a estas mujeres”.

A principios de marzo, Ventura participó en Panamá del encuentro Disonancias, en el que, con la organización del Programa Iberorquestas Juveniles, se reunieron mujeres de toda Latinoamérica y España con el fin de reflexionar sobre las brechas de género en la música. Para la española, esa reunión significó un punto de inflexión para su proyecto. “Aun a riesgo de parecer cursi, a mí el encuentro de Panamá me cambió la vida. Este proyecto lo llevo en la soledad de mi despacho, contándole las penas a mi familia, y de repente conocí a muchísimas mujeres fuertes que se están preocupando por exactamente lo mismo que yo desde sus ámbitos, que también están peleando por ello y me devolvió un poco la esperanza. Y vi que si todas ellas están haciendo todo lo posible para llegar a la igualdad en la música, con más motivo yo tengo que hacer exactamente lo mismo”.

Además, en ese encuentro Ventura, que es fan del programa argentino “Clásica en la” de Radio Nacional, dedicado las compositoras, tejió muchísimas redes. “De ahí ha salido una colaboración preciosa con la Universidad de Chile. El alumnado de la profesora Fernanda Vera va a participar colaborando con el mapa a través de una práctica en la que cada alumno y alumna va a elaborar la ficha de una compositora. Esa colaboración ya la hice en España con la Universidad de Oviedo. Es maravilloso porque estos alumnos y alumnas van a completar Chile. Y luego, por otro lado, en septiembre voy a acudir a México, a impartir un curso de formación a 500 docentes de música sobre las mujeres en la historia de la música. No solamente para hablar del mapa, sino también para sensibilizar sobre la necesidad de que como docentes tenemos esa responsabilidad de descubrir al alumnado qué ha pasado con la historia completa de la música y no solamente con lo que hicieron los hombres”.

También le permitió a la musicóloga comprender mejor los obstáculos que enfrentan las compositoras en la actualidad. “He tenido la oportunidad de abrir un poco el horizonte y entender los problemas que tienen a día de hoy. Y es que no cuentan con los mismos espacios para poder exponer su música. Una de las principales quejas de las compositoras es que solo se cuenta con ellas para cumplir con la cuota, para que alguna institución musical se ponga el pin en marzo de decir: 'yo abogo por la igualdad en la música y por eso el 8 de marzo voy a hacer un concierto de compositoras'. Y, claro, las compositoras necesitan poder pagar sus facturas y comer todos los meses del año. No solamente en marzo”.

También está el problema de cómo generar espacios seguros, es decir, libres de acoso. “No tiene sentido que desde los inicios en la música entren por igual niños y niñas a estudiar y conforme van avanzando sus estudios, y sobre todo para ramas, por ejemplo, de la investigación y la composición, cada vez haya menos niñas. No encuentran espacios seguros para poder desarrollarse o para poder profesionalizarse en este ámbito”.

¿Y cuáles son las compositoras favoritas de Ventura? “La francesa Mel Bonis, pianista. Empaticé muchísimo con ella porque me dio mucha pena que su familia no la apoyara, que la obligaran incluso a salirse del conservatorio porque no querían que se dedicara a la composición. La obligaron a casarse con un hombre muchísimo mayor que ella para que le asegurara un futuro. Pero ella nunca dejó de componer. Firmaba con un seudónimo masculino para que ni su pareja ni sus familiares supieran que estaba publicando, estrenando su música y además ganando concursos de composición. También Francesca Caccini, porque con ella empezó todo cuando le dediqué mi trabajo final de carrera. Es además la que está considerada la primera compositora de una ópera en la historia de la música”.

Para el futuro, siempre y cuando el mapa encuentre financiamiento, Ventura tiene un montón de planes. Es consciente de que al ser un proyecto tan joven está muy incompleto. “Hay 630 compositoras pero debería haber 3.000 o 4.000”.

Pero también por ser tan reciente es que tiene un potencial enorme. “Tengo muchísimas ideas en la cabeza. Me gustaría que acudiéramos al mapa y ahí tuviéramos la oportunidad, por ejemplo, de localizar compositoras en función de la música que queremos escuchar. Es decir, si tú como profesora de trompeta quieres que tu alumnado toque música de trompeta de compositoras, que tengas una pestañita, puedas pinchar en la trompeta y te aparezcan las compositoras que han compuesto para ese instrumento. O que tengas otra opción en la que poder localizar las partituras de las obras de estas compositoras”. Es decir, que ya no haya excusas para tocar música de compositoras.

“Mi sueño es poder dedicarme íntegramente al mapa, porque hay trabajo para eso. Hay trabajo para décadas. Entonces, si se establecen más colaboraciones, con ayuda de instituciones, yo creo que este proyecto puede ser muchísimo más grande de lo que ya es”.

CRM