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La campaña de soja puede ser la más baja en 14 años a causa de la sequía

La proyección de producción de la campaña 2022-2023 se ubica por debajo del registro del ciclo 2017/18, cuando se produjo la última gran sequía que vivió el país.

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La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) realizó a causa de la sequía un nuevo recorte de 2,5 millones de toneladas en la estimación de la producción de soja en la campaña 2022-2023, de 37 millones a 34,5 millones de toneladas, el volumen más bajo de las últimas 14 campañas.

También ajustó a la baja la previsión de cosecha de maíz en 7,5 millones de toneladas, desde los 50 millones de toneladas proyectados originalmente a 42,5 millones de toneladas en la actualidad.

En la misma línea, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) -en su informe mensual sobre oferta y demanda mundial de granos- proyectó una merma de 4,5 millones de toneladas en la cosecha argentina de soja -de 45,5 millones a 41 millones de toneladas- , mientras que en el caso del maíz la merma prevista ronda los 5 millones de toneladas, de 52 millones a 47 millones de toneladas.

El informe del BCR advirtió que la soja “sigue mostrando el impacto de la peor sequía de los últimos 60 años en Argentina y la falta de una respuesta contundente del clima para poner un punto final a las pérdidas”.

De acuerdo con el análisis de la entidad bursátil rosarina, “el recorte de febrero es de un 7% respecto al guarismo de enero, pasando de 37 millones a 34,5 millones de toneladas”, lo que la convierte en la peor campaña desde el ciclo 2008/09 a la fecha, cuando la producción de la oleaginosa fue de 31,8 millones de toneladas.

Incluso, la proyección de producción de la campaña 2022-2023 se ubica por debajo del registro del ciclo 2017/18, cuando se produjo la última gran sequía que vivió el país.

“Lamentablemente, tal como se advertía en enero, se realizó un fuerte ajuste de pérdidas de área, sobre todo en soja de segunda. Las 504.000 hectáreas de aquel entonces se actualizan a 1 millón de hectáreas. La provincia de Buenos Aires encabeza la lista de área malograda con 301.000 hectáreas. Seguida por Córdoba, con 222.000; y Santa Fe, con 160.000 hectáreas”, detalló la Bolsa rosarina.

Con estos nuevos números, la entidad bursátil dijo que “habrá un 18% menos de cosecha que hace un año, cuando también estuvo afectada por la falta de agua”, y señaló que “el rinde nacional ha descendido pasando de 24 quintales por hectárea en enero a 23 en febrero”.

El informe del USDA, por su parte, modificó por primera vez de manera considerable la estimación de producción de la oleaginosa para Argentina, con un recorte de 4,5 millones de toneladas, con lo que la cosecha de la actual campaña rondaría los 41 millones de toneladas.

De esta manera, la nueva previsión se ubica 2,9 millones de toneladas por debajo de lo producido en la campaña 2021/22 y 1,3 millones de toneladas inferior a las previsiones formuladas por el mercado.

El USDA redujo además, la proyección de exportación del poroto argentino de 5,7 a 4,2 millones de toneladas.

Por el lado del maíz, la BCR señalo que “de los 50 millones de toneladas que se proyectaban con un escenario normal, el clima recortó el 15% de la producción en la primera estimación de maíz”.

“Tras un alivio momentáneo, Argentina sigue sufriendo un escenario muy delicado (a causa de la sequía). Se dan por pérdidas 7,5 millones de toneladas de maíz y se estima que con 42,5 millones será la peor cosecha argentina de los últimos cinco años”, según la Guía Estratégica para el Agro (GEA).

En términos de rinde del grano amarillo, la entidad bursátil sostuvo que “con 64,1 quintales por hectárea es la cuarta peor marca en 15 años a pesar del enorme salto tecnológico del cultivo, las crecientes dosis de fertilización y del hecho inédito de que las siembras tardías ocupan casi el 75% del área de siembra nacional”.

El USDA, por su parte, recortó en 5 millones de toneladas de maíz -de 52 millones a 47 millones de toneladas- la producción del grano amarillo en la Argentina.

A esto también se sumó una reducción en la previsión de exportaciones de maíz en 3 millones de toneladas, por lo que las ventas al exterior rondarían 35 millones de toneladas esta campaña.

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) publicará mañana su estimación semanal de producción, en la que también se descuenta que podrían darse nuevos recortes.

En base al último informe de la entidad bursátil porteña, la cosecha de soja proyectada para la actual campaña es de 41 millones de toneladas y 44,5 millones de toneladas en el caso del maíz.

La AFIP oficializa beneficios impositivos para productores afectados por la sequía

La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) dispuso una serie de beneficios fiscales para los productores alcanzados por el estado de emergencia o desastre agropecuario por sequía, parte del paquete de asistencia al sector anunciado por el ministro de Economía, Sergio Massa la semana pasada, que incluye asimismo créditos subsidiados del Banco Nación y una mejora en las condiciones de financiamiento por el Banco Central.

A través de la Resolución General 5324/2023 publicada este miércoles en el Boletín Oficial, la AFIP estableció las medidas de alivio fiscal para los productores afectados, así como los requisitos y condiciones que deberán acreditar.

Los beneficios abarcarán a todos los productores que pertenecen a alguna de las áreas abarcadas por declaraciones de estado de emergencia agropecuaria o de zona de desastre, y regirán hasta que finalicen las mismas.

También regirá para todas las resoluciones de emergencia agropecuaria por sequia que se dicten hasta el próximo 30 de abril, momento para el cual, de acuerdo con el “registro histórico de precipitaciones y temperaturas a nivel país y los pronósticos climáticos, caracterizados por condiciones de mayor humedad y menor temperatura”, se espera una situación más favorable para la producción agropecuaria.

Una de las medidas tomadas es el diferimiento de los vencimientos de las obligaciones impositivas de pago del Impuesto a las Ganancias, Bienes Personales y del fondo para educación y promoción cooperativa, hasta la finalización del ciclo productivo siguiente a aquel en el que concluya el estado de emergencia.

En el caso de los adheridos al Monotributo, las obligaciones correspondientes al impuesto integrado con vencimientos durante el periodo de emergencia, también gozarán del beneficio de diferimiento.

No se comprenden aquí las obligaciones impositivas respecto de los cuales los contribuyentes actúen en carácter de responsable sustituto.

Por otro lado, también se suspende el ingreso de los anticipos correspondientes a Ganancias, Bienes Personales y del fondo para la educación y promoción cooperativa cuyos vencimientos estaban fijados entre el 1 de febrero de este año y la finalización del estado de emergencia.

Esta medida también regirá hasta la finalización del siguiente ciclo productivo a aquel en el que concluya el estado de emergencia, y no abarca al pago a cuenta extraordinario de Ganancias establecido por la AFIP en agosto pasado.

Además se suspenden hasta el próximo ciclo productivo la iniciación de los juicios de ejecución fiscal y la traba de medidas cautelares, incluyendo a todas las ejecuciones fiscales y embargos realizados, sin impedir el “ejercicio de las facultades del Organismo en casos de grave afectación de los intereses del Fisco, caducidad de instancia o prescripción inminente”.

Con información de agencias.

IG

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