Efectos de la corrida cambiaria

El dólar alto impacta algo en la inflación, paraliza el mercado inmobiliario pero no detiene viajes al exterior

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Desde que el ministro de Economía, Luis Caputo, desafió con el “comprá, campeón”, el dólar subió 24% en casi tres meses. La inflación, en cambio, subió menos: 1,9% en julio, otro 1,9% en agosto. Pero el salto de los últimos días a $1.515 está empezando a impactar más en los precios, ha paralizado un mercado dolarizado como el de los inmuebles, pero no detiene la fiebre de ciertos argentinos por viajar al exterior.

“La inflación de alimentos nos mostró una suba importante esta semana, no sé si asociada directamente al dólar, es muy apresurado decirlo, pero venía de varias semanas bastante planchada”, comenta la economista Melisa Sala, de la consultora LCG. Esta semana, su índice subió 1,6%, después de cuatro en las que había registrado 0,1%, -0,1%, -0,2% y 0,1%, es decir entre deflación y estancamiento, prueba de la recesión en la que está adentrándose la economía otra vez. No hay margen para subir mucho los precios porque no se vende, pero hay alimentos y productos energéticos que si no encuentran quienes los compre acá se pueden exportar y por eso se remarcan si se deprecia el peso.

“Es lógico que el indicador muestre cierta aceleración: si uno mira el pasado, siempre pasó algo parecido cuando subió el dólar”, comenta Sala. “En algún momento, la devaluación se va a trasladar a precios, pero hay que ver la evolución en las próximas semanas”, agrega la analista.

La consultora Ecolatina, en cambio, no registró aumentos. “Después de dos semanas de leve aceleración de precios en el mercado de productos de consumo de alta rotación (alimentos y bebidas, cuidado personal, productos para el hogar y de limpieza, ropa y calzado, tabaco), la tercera semana de septiembre trajo un respiro: la inflación semanal se ubicó en 0,18%, muy por debajo de lo esperado”, informó la firma que también elabora su indicador semanal.

“El dato marca una clara desaceleración, pero el noveno mes del año aún tiene recorrido por delante”, aclara Ecolatina. “Más que una señal de estabilidad, este dato podría estar reflejando simplemente un impasse ya que el grueso de las tensiones financieras y políticas se desató recién en los últimos días. El aumento del tipo de cambio y el incremento del riesgo país abren la puerta a posibles remarcaciones de precios en los próximos días. En este sentido, la calma en el mercado de consumo masivo podría ser transitoria, anticipando un septiembre que todavía podría tener pendiente el verdadero impacto del nuevo shock”, añade la consultora. Las categorías con mayores subas se registraron en helados (2,1%), aguas (1,6%) y gaseosas (1,3%).

“Algún reflejo hay pues los precios mayoristas aumentaron más de 3%”, señala el consultor Orlando Ferreres la inflación mayorista de agosto. “Se nota en el precio de los importados, aunque también en los nacionales en menor medida. Estimamos un IPC (índice de precios al consumidor) de alrededor de 2 % para septiembre”, pronostica el exviceministro de Economía.

María Castiglioni, de C&T Asesores Económicos, tampoco ve impacto por ahora. “Hasta ahora la inflación sigue corriendo debajo del 2% mensual. Tal vez algunos bienes suben algo, pero nada que modifique la inflación”, agrega la economista de C&T, otra firma que monitorea precios de manera constante.

“Por ahora no hay nada escandaloso”, comentan en los grandes supermercados sobre los precios que les pasan sus proveedores. “Todos ellos están recalculando, pero al momento sin mayores novedades. Llegaron muy pocas listas, nada para destacar. Aunque algunos exporten, algo de mercado interno necesitan. Lo que sí están bajando son las promociones y dinámicas comerciales, que es una forma de pasar lista con aumento”, reconocen en las cadenas.

Economistas consideran que un dólar alto, como el de ahora, no impulsa las exportaciones de un día para el otro, pero puede desincentivar las importaciones. Sin embargo, tampoco será de un día para el otro. Y menos en mercados como el de ropa ultrabarata que ofrecen los portales chinos Shein y Temu. En general, suele impactar primero en el turismo: primero los argentinos empiezan a ver que viajar al exterior está caro y con el tiempo los habitantes de países vecinos comienzan a darse cuenta de que conviene cruzar la frontera para comprar acá. Pero por ahora esto tampoco se refleja.

La pasión argentina por irse de paseo al extranjero no se amilana con el dólar a más de $.1500. “Si bien es cierto que la brecha cambiaria entre el peso y dólar puede representar un desafío, seguimos observando interés sostenido por los destinos internacionales”, comentan en el portal Despegar. “En el caso particular de estos últimos días no hemos registrado movimientos significativos en la demanda de viajes al exterior tras la reciente suba del dólar en Argentina”, añaden. En otras dos agencias de viajes tampoco perciben cambios. “Seguimos muy bien”, comentan en una compañía que viene vendiendo pasajes a destinos caros como Maldivas, Aruba, China y Japón.

“El mercado inmobiliario se destruyó”, advierte la agente Sofía Mackinlay. Suele ocurrir cuando sube el dólar, moneda en la que se tasan los inmuebles. A esta alza se suma la paralización del crédito hipotecario por el incremento de tasas de interés que impulsó el Gobierno en un intento fallido de controlar el tipo de cambio.

AR/MG